Lo dijo Gabriela Sosa, titular de la ONG "Las Juanas" sobre el nuevo destino que tendrá el local que fue clausurado en mayo por facilitamiento de la prostitución.
.La Capital |
Así opinó hoy Gabriela Sosa, titular de la organización no gubernamental "Las Juanas", sobre la reconversión de La Rosa, el local de Pichincha clausurado hace varios meses porpresunto facilitamiento de la prostitución, en un negocio gastronómico con amenización musical.
Sosa consideró que al hablar de batalla cultural contra la prostitución se refería "a generar en Rosario que las mujeres no seamos consumidas como objetos. Fui una de las voces que dudó de los resultados concretos del cierre de estos lugares se pueda eliminar la trata de personas. Desde lo ideológico, considero correcto que no existan estos lugares. Ahora, en la realidad actual de nuestro país, donde hay pobreza y machismo, difícilmente este tipo de iniciativas mejoren la situación sino más bien la escondan."
"Hay que ser cautelosos cuando se generan ordenanzas. Seguramente habrá titulares mediáticos y se hablará del temas, lo que me genera dudas es si no estamos generando mayores complejidades para las mujeres que puedan estar en situación de explotación sexual", agregó.

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