sábado, 22 de junio de 2013

Unión perdió 3 a 0 con Racing en el Cilindro de Avellaneda

Los goles de la Academia los convirtieron Luciano Vietto, de penal (PT 41’), Diego Villar (ST 19’) y Ricardo Centurión (ST 45’). Para Sava comienza la etapa de la toma de decisiones en torno a cómo va a conformar el plantel.
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Unión perdió 3 a 0 con Racing en el Cilindro de Avellaneda

 El 18 de junio de 2011 comenzó otro ciclo de Unión en la máxima categoría del fútbol argentino. Anoche, 21 de junio de 2013, con la caída ante Racing por 3 a 0 en el Cilindro de Avellaneda finalizó. Luciano Vietto, de penal (PT 41’), Diego Villar (ST 19’) y Ricardo Centurión (ST 45’) marcaron los tantos del dueño de casa. El descenso era algo definido hace rato, pero la despedida oficial fue ayer, en Avellaneda. Para colmo, el Tate fue invitado a un velorio. El que armaron los hinchas de la Academia tras el primer descenso de Independiente. Paradoja del destino, el Rojo es, hasta el momento, el primero que acompañará al Tate la temporada que viene en la “B”.

El comienzo del partido se retrasó unos minutos por la pirotecnia que animó la fiesta. Humo negro cubrió el Cilindro de Avellaneda y ver a más de un metro era imposible. Por ello, hasta que no se aclaró el panonarama, la pelota no rodó.

Con el pitazo final, Unión empezó a decir adiós. Y la intención era hacerlo con decencia. Cerca estuvo de perderla en la primera mitad el conjunto de Facundo Sava. Porque el dueño de casa dominó el encuentro y una cantidad de chances que hacían parecer al 1-0 parcial demasiado escaso.

La primera llegó a los 16’, cuando Fariña se le escapó a Maidana y metió un centro atrás para la llegada de Zuculini. El volante le dio como venía y Limia la encontró justa. Unos 15 minutos después volvió a arrimarse Racing, que tocaba y tocaba pero no lastimaba. En esta, Centurió se metió al corazón del área y tocó para Vietto, que punteó la pelota con al arco libre y se perdió increíblemente el primero de la noche.

Al rato, Pillud escaló por el sector derecho y quedó mano a mano con Limia. Aunque, le faltó oficio de atacante para definir y su remate se fue demasiado cruzado. Sobre los 32’, otra vez una situación de riesgo. Vietto picó cruzado y quedó cara a cara con el uno visitante. La definición del delantero pegó en el travesaño y se perdió por la línea de fondo.

Racing iba y el primero estaba al caer. Unión esperaba y aguantaba como podía. Hasta que no soportó más y se quebró. Vietto fue derribado en el área por Bruna y el debutante Héctór Paletta sancionó penal. Él mismo se hizo cargo y no perdonó con un remate alto. Pero el árbitro hizo repetir porque no había dado la orden. En la segunda, Vietto picó la pelota para desatar la locura en el Juan Domingo Perón y calentar el duelo en el campo de juego.

En la parte complementaria, el conjunto de Facundo Sava salió con mayor determinación y tuvo un rato el balón en su poder. Alguna que otra aproximación permitían soñar con otro tipo de partido. Pero rápidamente Racing tomó las riendas del encuentro y apenas pudo liquidó el pleito.

A los 19’, Villar capturó un rechazo tras un tiro de esquina y clavó un zapatazo al palo izquierdo de Limia. Con el 2-0, ya se veía donde iba a terminar la noche. La Academia desperdició un millón de situaciones mientras la gente, en las tribunas, seguía de fiesta. En esos momentos, lo más interesante pasaba por las tribunas. Hasta que Centurión selló la goleada con otro disparo de media distancia. Así, Racing le devolvió aquel 3-0 que hace poco tiempo sufrió ante el Tate en Avellaneda.

De esta manera se despidió Unión de Primera División. Había tardado ocho años en conseguir el objetivo mayor y en muy poco tiempo tiró todo el esfuerzo por la borda. Ponerse a buscar responsables ahora sería hacer leña del árbol caído. En todos los niveles hay personas con responsabilidades. Desde el cuerpo técnico de Frank Kudelka -artífice del ascenso- que armó el plantel que sumó sólo siete puntos en el Inicial, hasta el grupo de dirigentes que comandó el destino del club en estos años y renovó su mandato. Los jugadores, como parte insoslayable, hicieron -o no- lo suyo. Muchos pueden quedarse con las buenas producciones y resultados en los clásicos (dos victorias, un empate y una caída), pero eso no debe tener comparación con un descenso. Unión disfrutó de la “A” hasta que comenzó a cometer error tras error. Ahora, tendrá que volver al barro a lucharla, habiendo aprendido que lo que tanto cuesta, tanto debe cuidarse.

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