Más allanamientos y detenciones se realizaron en el marco de la causa que investiga el homicidio de Martín "Fantasma" Paz. Escuchas judiciales identifican a oficiales con mando pasando información a la familia Cantero para garantizar su accionar ilícito.
La Capital |
Las acciones iniciadas con el anunciado fin de desarticular la red de narcotráfico atribuida a la familia Cantero produjo el fin de semana allanamientos con diez detenidos. Pero la gravedad de esta asociación ilícita, a la que se le atribuyen asesinatos por encargo y tráfico de drogas, llega hasta personal policial en actividad con cargos de conducción. Las escuchas telefónicas que sustentan los operativos contra la llamada Banda de Los Monos ya ocasionaron el viernes la captura de un suboficial que integraba una unidad antinarco pero a la vez les proporcionaba información a éstos. Y estas mismas desgrabaciones dejan al desnudo que en Rosario hay oficiales con mando cooperando con los traficantes para asegurarles su negocio.
En las mil fojas de la investigación que comanda el juez de Instrucción Nº 4, Juan Carlos Vienna, hay contundentes indicios de la red de corrupción policial. Esta implica a personal superior de comisarías, del área de la ex Drogas Peligrosas y de la brigada operativa de la Secretaría de Delitos Complejos que comanda Ana Viglione.
Los narcos hablan en las escuchas requeridas por la Justicia y hechos posteriores prueban que reciben amparo. Hay varios ejemplos: traficantes que ordenan a sus soldados desmantelar un bunker porque se enteran de que será allanado, o que piden a policías que remuevan de un lugar determinado a los patrulleros establecidos en su zona, o que incluso agradecen cuando los requerimientos que en ese sentido hacen a determinados jefes son cumplidos.
El topo. El sargento Juan M. está detenido e incomunicado desde el viernes cuando la TOE se lo llevó preso desde la Secretaría de Delitos Complejos donde prestaba servicio. Lo alojaron en la cárcel de Piñero para imposibilitar su contacto con personal policial. Se entiende tal recaudo: está acusado de pasarle a la red de los Cantero legajos, fotografías y domicilios de empleados policiales que investigan a narcos. Hoy será indagado por el juez Vienna.
Con datos copiosos y abrumadores, la investigación afirma la hipótesis de una estructura policial de Rosario puesta al servicio de la expansión de los comercializadores de drogas. Algunos de los civiles buscados y detenidos este fin de semana aparecen en las escuchas conversando con policías. O bien aludidos por miembros de la familia Cantero para que tomen contacto con uniformados a fin de que éstos, merced a pagos recibidos, satisfagan sus encargos. Fuentes de la investigación señalan que habrá órdenes de detención de policías en lo inminente.
La orden de un crimen. Las escuchas contienen revelaciones estremecedoras. Por ejemplo transparentan cómo un miembro del grupo Cantero ordena una ejecución por una discordia en un bunker. Como resultado de esa acción un sicario acribilló el 16 de mayo el frente de una casa ubicada en Conscripto Bernardi al 6300, en la zona sur, que ocasionó la muerte de un balazo de una adolescente de 14 años que se llamaba Lourdes Cantero (sin parentesco con la familia investigada).
Los operativos llevados adelante desde el viernes apuntan a desbaratar la estructura celular narcocriminal que encabezan los Cantero con individuos que las escuchas dejan inferir son distribuidores mayoristas y minoristas de la familia. El sábado fue buscado un hombre llamado Leandro V., alias "Gordo", mencionado en las escuchas, que se sabe que está herido de bala a raíz de un enfrentamiento la mañana de ese día. No pudo ser detenido como sí lo fueron su madre y su hermana en Esmeralda al 1900.
Además en esa zona fue arrestado, dentro de un bunker, un individuo llamado Edgar O., alias "Tuerto" o "Narigón", también ligado a los Cantero como distribuidor. Por último hubo un allanamiento para buscar a Leandro V. en pasaje Villegas al 6300, zona sur, donde no hubo detenidos pero se encontraron drogas y una pistola ametralladora (ver página 31).
La base. Esta investigación judicial iniciada hace ocho meses fue providencial para el gobierno provincial porque es la base para las acciones adoptadas a partir del baño de sangre que produjo en la ciudad, la semana pasada, el asesinato de Claudio Pájaro Cantero, de 29 años, considerado líder de Los Monos.
Las órdenes de captura contra el núcleo de los Cantero no se basaron en los hechos posteriores considerados conectados (los homicidios de Claudio "Tarta" Demarre el lunes pasado y, un día después, de Nahuel César y Marcelo Alomar) sino que fueron libradas en el marco de la pesquisa judicial por el crimen de Martín "Fantasma" Paz, un cuñado del "Pájaro" acribillado en su BMW el 8 de septiembre en Entre Ríos y 27 de Febrero.
En ocho meses de trabajo este expediente acumula otros homicidios conectados a episodios donde tallan narcotraficantes.
Fue en el marco de este trabajo, donde de hecho intervienen policías provinciales de la Brigada Operativa de la División Judicial de la Unidad Regional II, en el que se pudo desplegar la acción que intenta poner freno a los Cantero.
La comprensible necesidad del Poder Ejecutivo de asegurar el control del territorio ante las sangrientas alternativas de la semana pasada precipitó la exposición de una pesquisa que tenía pendientes aún medidas tendientes a dos fines: detectar cocinas locales de elaboración de cocaína y las ramificaciones económicas de los traficantes.
Delitos Complejos
Un comisario inspector que es jefe del sargento Juan M. es uno de los policías en la mira por facilitar información a la Banda de Los Monos.
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