El Subsecretario de Planeamiento de Rosario, Eduardo González, aclaró que, si surgen fondos, se avanzará con los proyectos destinados a una playa pública. Para el municipio, el club cuenta con una “cesión precaria”.
La Capital |
El subsecretario de Planeamiento municipal, Eduardo González, negó ayer que el club Remeros Alberdi haya sido beneficiado con una cesión de tierras por diez años al conjeturar que, "si en ese lapso aparecen los fondos para concretar varios proyectos presentados en torno a la playa pública, se avanzaría con los mismos". Y agregó: "En tanto, la institución tiene en el sector una cesión precaria". De todos modos, el funcionario aclaró, acerca del amarradero privado de lanchas con pilotes sobre el río Paraná, que "Remeros debe respetar lo que autorice la Dirección de Vías Navegables de la Nación respecto de lo que instale sobre el agua".
González sentó posición luego que La Capital diera cuenta de un convenio firmado por el ex intendente Miguel Lifschitz en 2011, y refrendado por la actual administración municipal, por el cual se permite el uso de las tierras que ocupa el club por cinco años más, renovables por otros cinco. Remeros comenzó a construir un amarradero para 30 embarcaciones sobre el espejo de agua cuando todavía no se concretaron los trámites pertinentes ante Vías Navegables. Por eso, desde la costa se aprecia una hilera de pilotes que llama la atención.
"El convenio y el decreto correspondiente en ningún momento hablan de derechos o cesiones de tierras. Dice que se autoriza el funcionamiento, en el sentido de la habilitación y en carácter condicional, de las instalaciones. Además, se exige un relevamiento de las instalaciones que se encuentren de la calle Carrasco hacia el río a los efectos del cumplimiento de las condiciones de seguridad, salubridad e higiene, y para poder cumplir con el ejercicio de policía municipal", expresó González.
El municipio admitió que en Planeamiento existen proyectos ya desarrollados, tanto por funcionarios del área como por profesionales independientes, y a instancias del club, para poder llegar con la avenida Puccio hasta el río, desplegando una plaza entre Rowing y Remeros. La inversión es muy importante y continúa la tarea de búsqueda del financiamiento necesario.
"En ningún momento se contradice al Plan Urbano (2007-2017) sino que, gradualmente, se va cumpliendo. Diariamente avanzamos en ese sueño: tener una ciudad mejor, más equitativa y solidaria y de cara al Paraná", sentenció el subsecretario.
Para fundamentar la iniciativa de recuperación pública de la costa, en el Ejecutivo recordaron que hacia 2000, y luego en 2006, a instancias de acuerdos con la Municipalidad, el club comenzó a retirarse, quedando en uso precario para Remeros solamente el espacio desde el túnel donde hay una guardería, hacia el sur.
"Si hay algo de lo que nos sentimos orgullosos, como gestión y como ciudadanos, es del proceso de recuperación de la ribera de estos últimos años. Particularmente con Remeros (como con tantos otros clubes de la costa), se fue acordando en diversas etapas que parte de esas playas que ocupaba originalmente se irían abriendo al uso público no restringido", argumentó González.
En ese sentido, indicó: "Es importante aclarar que el club existía antes de abrir la avenida Eudoro Carrasco y que la calle pública partió en dos a las instalaciones, con lo que eso implica".
El funcionario también respondió acerca de la posibilidad de que aparezcan fondos para la continuidad de la bajada Puccio hasta el río.
"Se le dirá a Remeros que debe respetar la llegada hasta el agua, como también el proyecto de las instalaciones y la plaza pública. Se debe responder la llegada al Paraná a través del túnel, como cualquier institución de actividades náuticas, y a su vez dejar una franja de playa pública", detalló.
Al respecto, el funcionario concluyó: "No se invalidan esas posibilidades. Desde Carrasco, al este (hasta el río), los terrenos son de propiedad provincial con custodia municipal. No hubo una cesión del espacio por diez años sino una autorización al funcionamiento".
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