domingo, 19 de mayo de 2013

Massa prepara un frente sin el Gobierno


Intenta seducir a sectores del progresismo para no quedar etiquetado como una opción de derecha. Se lo reclamó un grupo de intendentes. Ruptura final con Scioli.


Sergio Massa es el candidato que puede definir la elección en Buenos Aires, la provincia que reúne el 40 por ciento del padrón electoral del país. Ya resolvió que no irá en una lista del Gobierno. Y en las próximas dos semanas, el intendente de Tigre buscará atraer a un sector progresista a sus filas para evitar convertirse en una opción de la derecha. Es el eslabón que le falta para lanzarse.
Massa busca hacer caso a los consejos de algunos jefes comunales liderados por Gabriel Katopodis (San Martín), quienes le piden burlar las barreras del peronismo bonaerense y alejarse lo más posible de una imagen de derecha y comparaciones como las de Mauricio Macri y Daniel Scioli.
Con una fuerte presencia del peronismo ya garantizada y los intendentes acompañando su posición, el último esfuerzo y su decisión final dependerán de estos acuerdos. Massa busca conquistar a un sector del progresismo que no desconfíe del peronismo, y así despegarse de lo que sus aliados más temen: “la derechización”.
“La idea es plantear un perfil peronista y progresista con votos”, dicen a su alrededor. Ya hubo contactos con el dirigente de La Matanza Jorge Ceballos, y se mostró con Adrián Pérez, de la Coalición Cívica. Aunque este último rechazaría un acuerdo con el intendente. Hay otros nombres en negociación, pero no se arriesgan a adelantarlos.
Mientras tanto, la posibilidad de convertirse en el candidato a diputado del kirchnerismo está cada vez más lejos. El Gobierno envió emisarios no sólo a Tigre, sino también a algunos de sus intendentes aliados, pero no obtuvo respuestas. Los “mimos” de la propia Cristina Kirchner y el pedido de “ir todos juntos” de voceros de Julio De Vido y Diego Bossio a los jefes comunales no lograron llegar a una mesa de negociación.
Los 16 alcaldes que acompañan a Massa se sienten desterrados desde hace tiempo de las filas kirchneristas. Ninguno de ellos participa de los actos del Gobierno y a pocos de ellos les llegan obras públicas. Este alejamiento se verá en la Plaza de Mayo el próximo 25cuando se festeje “la década ganada”. Mientras algunos intendentes del Conurbano vuelvan a prestarle sus banderas al kirchnerismo, los alcaldes de Massa estarán definiendo si se convierten en sus competidores.
Esta no sería la primera vez que Massa le diría que no al matrimonio presidencial. En marzo de 2007, después de un partido de fútbol en Olivos, le dijo a Néstor Kirchner que buscaría la intendencia de Tigre. El ex presidente le dijo que no debería irse del Gobierno, pero no le hizo caso y llegó a Tigre. Dos años antes, en plena pelea con el duhaldismo, Massa le dijo a Kirchner que él no haría “antiduhaldismo”, tal como pretendía el ex presidente.
Pero el intendente no ganó todas las batallas con los K. En 2009, se había resistido a las candidaturas testimoniales. Llegó hasta último momento asegurando que no sería parte de la lista, pero su resistencia duró poco y finalmente compartió la lista kirchnerista. Aunque a su alrededor se inclinen por mostrar como únicas opciones competir por fuera del Frente para la Victoria o no ser candidato, nadie se arriesga a descartar la candidatura K.
Hay un acuerdo electoral que sí dan por descartado y es con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli. Hace dos meses se pelean por el aumento de impuestos. Ya no se hablan. Y Massa volverá a cargar esta semana contra Scioli cuando presente su reclamo en la Corte.

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