Tenía 54 años y hacía poco se había separado de su novia embarazada. Descartan que el móvil del crimen sea un robo.
Un policía de 54 años fue degollado dentro de su casa de zona sur durante la madrugada del sábado y su cuerpo hallado recién en la tarde de ayer por su hijo mayor. Luis Alberto García estaba desnudo, tendido en el piso de la habitación, sobre un abundante charco de sangre provocado por un profundo y conciso corte en la garganta. La macabra escena contrastaba con el orden de la casa, de la que sólo faltaba el celular y el arma reglamentaria de la víctima. Una sobremesa de unas seis personas daba cuenta de un asado que comenzó en la noche del viernes, al que concurrieron otros empleados de la fuerza, según los investigadores, aunque las primeras hipótesis apuntan a un crimen con perfume de mujer.
García prestaba sus servicios en la subcomisaría 18ª de Cabín 9 como personal de guardia. Según sus vecinos, era un hombre tranquilo que hasta hace poco tiempo vivía con su novia, una mujer casi 20 años menor que él, quien abandonó el hogar hace dos semanas con un embarazo de siete meses. “Andaba siempre de civil, pasaba con su Renault Megane y saludaba, pero no hablaba mucho”, dijo un vecino tras aclarar que la novia, “de unos treinta y pico”, lo había dejado hacía quince días.
Fue su hijo mayor, de 33 años y también policía, quien encontró el desgarrador espectáculo cerca de las 16 de ayer, al ir en busca de su padre que hacía desde el sábado que no le constataba, según fuentes del caso.
Tras dar aviso a las autoridades, la cuadra se llenó de uniformados de distintos gabinetes que realizaron pericias en el domicilio de Alvear al 4500 antes de llevarse el cuerpo. En el lugar también se hizo presente la jueza de Instrucción en turno, Alejandra Rodenas, quien está al frente de la investigación.
Una vez que se fueron del lugar, sus hijos y otros familiares, en medio de una profunda tristeza y casi sin entender lo que había pasado, se quedaron con la peor parte, que fue higienizar la escena del crimen.
“No quiero hablar con nadie”, se escuchó gritar a uno de los muchachos detrás de la puerta de ingreso mientras dos mujeres con barbijos baldeaban la casa con lavandina.
Fuentes del caso indicaron que hasta el momento lo único que se descarta es que el móvil del crimen haya sido el robo, ya que los únicos faltantes de la casa fueron el arma reglamentaria de García y su celular.
En ese sentido dijeron que la principal línea de la investigación está basada en el asado que entre la noche del viernes y las primeras horas del sábado reunió a unas seis personas en la casa del policía, entre los que había al menos otro integrante de la fuerza.
“No descartamos nada por ahora”, dijo un vocero de la pesquisa, que sugirió que el crimen podría haber sido perpetrado por una mujer, aunque aclaró que no se refería a la ex novia del empleado policial.
García, un hombre robusto que pesaba entre 90 y 100 kilos, tenía cuatro hijos con su primera esposa, de la que se había separado hacía ya mucho tiempo.
La causa de su muerte fue un corte de diez centímetros a la altura de la garganta, de cinco centímetros de profundidad.
Por algunas pistas en la escena del crimen, como que la víctima estaba desnuda tendida al lado de la cama, colillas de cigarrillos de marcas distintas, un investigador dijo que se presume, en principio, que el hombre mantuvo relaciones sexuales con una mujer, quien sería la autora de la herida letal. No obstante agregó que lo único que se descarta es robo.
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