Lo propuso el Colegio que reúne a estos profesionales de la primera circunscripción, luego de conocerse que dos farmacias locales no venden preservativos ni anticonceptivos.
A raíz de las publicaciones de Diario UNO en las que se informó que, al menos en dos farmacias –una de Santa Fe Capital y otra en Santo Tomé–, no se venden preservativos, anticonceptivos comunes, ni de emergencia –o píldora del día después–, “por cuestiones de creencias” o de “conciencia”, lo que generó un gran debate, el Colegio de Farmacéuticos de Santa Fe, Primera Circunscripción, consideró necesario que se cree “un registro público de farmacéuticos objetores”.
En un claro comunicado entregado al matutino, la institución comenzó expresando: “La primera cuestión a aclarar es que tanto la habilitación de farmacias como la asignación de turnos a las mismas son actos administrativos de competencia exclusiva del Departamento de Inspección de Farmacia de la Provincia de Santa Fe que funciona en la órbita del Ministerio de Salud. En esa línea también cabe poner de resalto que cualquier incumplimiento de deberes emergentes de leyes sanitarias es sancionado por ese Departamento, sin perjuicio de que los Colegios de Farmacéuticos coadyuven a ese fin, esto es, exigir el cumplimiento de leyes vitales como son las que reconocen y regulan un derecho humano fundamental como lo es el derecho a la salud”.
“En línea con ello, y ante la supuesta negativa de algunas farmacias a vender pastillas anticonceptivas, preservativos o pastillas del día después, consideramos que se trata, conforme a lo que venimos señalando, de hechos cuya dilucidación compete al mencionado Departamento de Inspección de Farmacia. Ello no obsta a que este Colegio de Farmacéuticos emita una opinión. En primer lugar, las razones de la negativa pueden ir desde la más simple y real, como lo es la falta de lo que le fue requerido, hasta la de negarse el profesional por razones de objeción de conciencia”, opinó el organismo.
Sucede que el mencionado Colegio entiende que, el tema objeción de conciencia, “amerita un marco legal regulatorio que no desconozca el derecho del profesional farmacéutico a no ser obligado a realizar acciones que contraríen sus convicciones éticas o religiosas, sean del credo que sean, y que no deje sin tutela el derecho del paciente a la salud”.
Garantizar derechos
“En tal sentido, ese marco regulatorio que se propone deberá, ante situaciones como las señaladas, prever la derivación de la población a otras oficinas de farmacia cuyos titulares no hayan manifestado ser
objetores de conciencia y que, en el caso de nuestra red de farmacias, es muy numerosa y está ampliamente distribuida”, sugirió el Colegio y en- Mariano Ruiz Clausen Diario UNO de Santa Fe
fatizó que “para que esto funcione en la práctica y la prestación de servicios esté garantizada deberá previamente crearse un registro público de farmacéuticos objetores”.
Y concluyó la institución en su comunicado: “Es que, como se ha dicho, el derecho a la objeción de conciencia debe contrapesarse con el derecho a la salud en condiciones de disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad. Resta agregar que esta propuesta vendría a complementar las avanzadas políticas que el Ministerio de Salud de nuestra Provincia viene llevando adelante
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