Lo que aparecía como un viaje más terminó en una pesadilla. Aseguraron que fueron golpeados, humillados y robados, entre otras cosas, en la comisaría 14 de Misiones. Por eso los socios, como se identificaron, ayer se reunieron en la sede canalla para comenzar a trabajar en conjunto con el club con el objetivo de denunciar lo sucedido el domingo pasado.
La Capital |
Lo que aparecía como un viaje más terminó en una pesadilla. En un hecho que roza la atrocidad y que es absolutamente injustificable. Eso fue lo que vivió un grupo de hinchas de Central que el pasado fin de semana viajó a Posadas para asistir al partido ante Crucero del Norte, que debió ser suspendido por el temporal que azotó a la zona. Aseguran que fueron golpeados, humillados y robados, entre otras cosas, en la comisaría 14 de Misiones. Por eso los socios, como se identificaron, ayer se reunieron en la sede canalla para comenzar a trabajar en conjunto con el club con el objetivo de denunciar lo sucedido el domingo pasado. Y ya pusieron manos a la obra por parte de la entidad auriazul, con el presidente Norberto Speciale a la cabeza.
Mientras esperaban ser atendidos en las instalaciones del calle Mitre, los hinchas comenzaron a revivir el fatídico domingo. Con una clara indignación detallaron los hechos. "Nos llevaron a la comisaría para pegarnos y robarnos", tiró Alejandro rápidamente.
Pero la historia tuvo su primer capítulo cerca del mediodía. "A 600 metros de la cancha nos cruzamos con un operativo policial. Eramos unas 160 personas en dos colectivos. Y nos llevaron por donde iban los locales. Discutimos entre los bondis, nos terminamos cruzando y volaron piedras", contó.
Y agregó: "Los hinchas de Crucero y los policías se fueron. Pero después llegaron un montón de hinchas y milicos que nos empezaron a pegar, nos subieron a palazos al colectivo y nos llevaron a la comisaría".
La parcialidad canalla fue trasladada al recinto policial por "resistencia a la autoridad, daños calificados y lesiones leves", según contaron en la reunión que se desarrolló ayer en la sede canalla.
Hasta ahí, lo narrado era un juego de niños en comparación con lo que iba a venir. "En la comisaría nos estaban esperando con una especie de puente para pegarnos. Apenas bajamos nos tiraron gas pimienta y nos hicieron dejar todas nuestras pertenencias", relató Cristian, una de las voces cantantes del grupo.
En la dependencia llegó la peor parte, según confesaron. Porque además de las agresiones, los policías humillaron a los hinchas. Incluso hicieron que "las mujeres se queden en corpiño y bombacha, y las tocaban. Nos hicieron pasar y a 10 metros de la celda nos hicieron acostar con las manos en el cuello y las piernas cruzadas y arrastrarnos. Nos pegaban y nos acercaban los perros sin bozal", coincidieron.
Y eso no fue todo. Porque aseguraron que "te hacían imitar a un gato. O hacer como un perro y morder al que estaba adelante. También te pegaban hasta que decías que eras hincha de Crucero del Norte".
Los relatos eran interminables. Llovían descripciones de hechos casi inimaginables. "El médico de la comisaría me vio una marca y me dijo que me estaba llevando un lindo recuerdo", tiró un hincha con la indignación del caso. Y agregó: "Cuando decíamos que queríamos hacer la denuncia se reían. Uno dijo que debíamos esperar porque estaba viendo el superclásico.
"Tenemos marcas en el cuerpo", tiró uno de los presentes. Y enseguida se sumaron otras acusaciones. "Yo tengo la cabeza rota". "A mí me pegaron con una rama. A mí me tiraron agua con barro". "A ella le pegaron". "A mí me decían que me pegaban por el corte de pelo".
Y el hecho se repitió cuando fueron consultados sobre si eran capaces de identificar a los policías. "Sí", dijeron al unísono. Inmediatamente comenzaron a tirar nombres y características de cada uno, como cicatrices u otros detalles.
Esta suerte de película de terror duró casi seis horas. Alejandro contó que "nos largaron porque hubo una ayuda de la gente de la dirigencia. Porque en la comisaría nos decían que teníamos para cuatro días adentro". Y fue así. Dirigentes de Central se enteraron de los hechos y se encargaron de gestionar la liberación de los hinchas, que pudieron regresar a Rosario pero sin la mayoría de sus objetos personales. Acusaron falta de dinero, relojes, celulares, cámaras de fotos y documentos entre otras cosas. Incluso los responsables de un programa radial partidario denunciaron que les sustrajeron "tres micrófonos, dos handies y dos celulares".
Ahora los hinchas y el club trabajan en conjunto para reclamar por el hecho sucedido en Posadas. Según acordaron ayer, recurrirán a la Justicia y a organismos de derechos humanos
"Vamos a llevar adelante todas las gestiones. Quédense tranquilos que lo vamos a llevar hasta las ultimas consecuencias", le prometió Speciale a los hinchas.
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