SANTA FE. “Nunca más puede haber una muerte como la de Priscila”

Familiares de la adolescente asesinada hace 15 días en barrio Alfonso marcharon ayer a Casa de Gobierno: “Pedimos que el asesino quede preso y que no se pierda ninguna otra vida inocente”.

El dolor por la pérdida de un hijo no se diluye en quince días. “En realidad, no se va nunca”, reforzó Liliana Soria, la mamá de Priscila, la joven de 16 años que el pasado 29 de julio fue baleada dentro de su casa de barrio Alfonso, cuando interpuso su cuerpo frente a las balas que iban dirigidas a su novio, en un presunto acto de venganza.

Este miércoles a la mañana, los familiares de la adolescente, marcharon desde el lugar del hecho, Monseñor Zazpe al 4.100, hasta Casa de Gobierno. Fue una convocatoria más bien cerrada, en la que participaron familiares, allegados y amigos de Priscila, y que tuvo como fin pedir públicamente, que el único detenido por el caso “no sea liberado”. El acusado por el crimen de la adolescente es un chico de su misma edad. Con 16 años, el joven conocido como Negrucho se entregó a la Justicia el pasado 6 de agosto.

Si bien en principio Negrucho habría manifestado ser inocente, los testigos directos lo ubican en la violenta escena del crimen: “La misma Priscila, antes de ser trasladada al hospital, dijo que uno de los que le había disparado fue él”, expresó la tía de la víctima, Gabriela.

“Casos difíciles de resolver” 
“Principalmente lo que nosotros buscamos es justicia por mi sobrina. Ella no se merecía esto. Nosotros vinimos a apoyar las otras marchas que se han hecho, por ejemplo vinimos a apoyar a la familia de la joven abusada en la Peatonal, pero nunca pensamos que nos iba a tocar a nosotros. En estos casos vemos lo importante del apoyo de la gente, de los vecinos. Que se prestan para acompañarnos, para marchar a nuestro lado, pero que también se animan a prestar testimonio en estos casos, que sin la colaboración de todos son muy difíciles de resolver”.

Y de esta manera, la mujer hizo referencia a la reacción, por la indignación que generó el caso, de los vecinos del barrio Alfonso, quienes tras conocer la noticia de la muerte de Priscila, fueron a buscar al presunto autor del hecho y en ese raid, incendiaron viviendas que dijeron funcionaban como “aguantaderos”.

La noche del crimen, los vecinos del barrio Alfonso, que viven en los aledaños a la casa de la familia Soria escucharon la seguidilla de detonaciones de arma de fuego y los gritos desgarradores y pedidos de auxilio de una chica y del muchacho que quedaron heridos impactados de varios balazos.

Los policías que condujeron el procedimiento policial minutos después de la consumación del ataque asesino, supieron que los adolescentes fueron heridos por dos delincuentes que ingresaron al interior de un pasillo y luego a las dependencias de la vivienda adonde vivía la joven junto a su familia, y les dispararon a mansalva.

Prueba de lo dicho es que en la escena de la consumación de tan brutal ataque asesino quedaron más de una decena de cápsulas servidas de pistola calibre 9 milímetros esparcidas en el lugar.

Una familia destruida 
“Queremos que alguien nos escuche. Antes de venir hasta Casa de Gobierno pasamos por el Juzgado de Menores para hablar con la jueza -porque mi hermana fue ayer (por el martes) a declarar y la secretaria no la trató muy bien. Además, para saber en qué situación esta el menor detenido. No estamos hablando de un robo de un celular, estamos hablando de una vida que se la llevaron impunemente.

De una adolescente que tenía muchísimos sueños y proyectos por los cuales vivir y de una familia que ahora y para siempre quedó destruida. Queremos que su matador quede preso, que nunca lo suelten”, confesó Gabriela y traslució el mayor temor de la familia: “Queremos que nos escuchen porque no queremos que haya nunca más un caso como el de Priscila en Santa Fe”.