La medida fue dispuesta tras una presentación de hábeas corpus realizada por el defensor general, Gabriel Ganón, por condiciones de detención “violatorias de derechos constitucionales”. “El pabellón de castigo no reunía ninguna condición de detención”, puntualizó Gabriel Ganón.
Las disposiciones del juez Falkenberg fueron el resultado de un hábeas corpus correctivo que presentó el defensor general de la provincia, Gabriel Ganón ante la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, en el marco de un proceso de inspección que inició a principios de año el Servicio de Defensa Pública en los penales de todo el territorio provincial para constatar las condiciones en las que conviven los presos.
En su resolución, el juez Falkenberg coincidió con la percepción de Ganón quien planteó situaciones edilicias “lamentables” y calificó como “paupérrima” la cuestión higiénica y sanitaria, “con baños desbordados, falta de colchones, sábanas y frazadas; cloacas tapadas, pisos sucios, humedad, falta de calefacción y vidrios rotos”, entre otros incumplimientos.
De esta manera, el magistrado dispuso el cierre completo del pabellón 2 y quienes estaban detenidos allí serán redistribuidos en el penal. La resolución expresa que, el propio jefe de Logística de la cárcel planteó que existe un “ambiente deplorable para habitar por parte del interno y hay riesgo cierto para su integridad física”.
Pero además, Falkenberg dispuso la clausura de un sector emblemático de la cárcel de Las Flores: el pabellón de aislamiento, donde se concentran las celdas de castigo. Actualmente, quienes son alojados en este último sector, no son personas con problemas de disciplina sino internos con problemas personales con otros reclusos que podrían derivar en agresiones pero cumplen un régimen de disciplina severo: “No realizan ningún tipo de actividad y tienen sólo 30 minutos para salir al patio”, detalla el escrito.
En diálogo con la prensa el defensor general, explicó ayer cómo se iniciaron las inspecciones y los resultados obtenidos: “Siguiendo un plan de monitoreo que comenzamos hace algunos meses en los penales de la provincia, visitamos el penal de Las Flores y encontramos un panorama bastante aterrador en el pabellón de castigo y en dos pabellones de la cárcel y por eso hicimos una presentación y tuvimos la suerte de que los reclamos hayan sido receptados por el juez (Falkenberg) haya decidido cerrar los pabellones. Las condiciones eran violatorias de los derechos constitucionales ya que en dos de los pabellones las condiciones higiénicas eran deplorables, la cantidad de ratas era espeluznante, estaba muy deteriorado, por el lado del pabellón de castigo, éste no reunía ninguna condición de detención y además había personas viviendo permanentemente en ese lugar”.
Y agregó: “En conclusión, se detectó una desatención a las condiciones de infraestructura de mucho tiempo”, concluyó.
Cabe mencionar que los Ministerios de Salud y Seguridad fueron advertidos sobre esta situación y deberán, en el plazo de 30 días, realizar inspecciones y acciones que garanticen la higiene y la salubridad del lugar. Falkengberg le dio 15 días a las autoridades del Servicio Penitenciario para que abastezca de colchones y ropa de cama a cada uno de los detenidos que no cuenten con esos elementos básicos.La cárcel de Las Flores, de la ciudad de Santa Fe, inició un proceso de rectficación y enmienda de las condiciones de detención de los reclusos que cumplen condena. El juez de instrucción penal de la 2º nominación, Nicolás Falkenberg, ordenó el cierre de un pabellón y del área de castigo, pero además, ordenó que en un plazo de 30 días, el Servicio Penitenciario, y los Ministerios de Seguridad y Salud hayan inspeccionado y dispuesto las medidas correspondientes para garantizar condiciones de detención que garanticen la higiene y salubridad para los reos.
Las disposiciones del juez Falkenberg fueron el resultado de un hábeas corpus correctivo que presentó el defensor general de la provincia, Gabriel Ganón ante la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, en el marco de un proceso de inspección que inició a principios de año el Servicio de Defensa Pública en los penales de todo el territorio provincial para constatar las condiciones en las que conviven los presos.
En su resolución, el juez Falkenberg coincidió con la percepción de Ganón quien planteó situaciones edilicias “lamentables” y calificó como “paupérrima” la cuestión higiénica y sanitaria, “con baños desbordados, falta de colchones, sábanas y frazadas; cloacas tapadas, pisos sucios, humedad, falta de calefacción y vidrios rotos”, entre otros incumplimientos.
De esta manera, el magistrado dispuso el cierre completo del pabellón 2 y quienes estaban detenidos allí serán redistribuidos en el penal. La resolución expresa que, el propio jefe de Logística de la cárcel planteó que existe un “ambiente deplorable para habitar por parte del interno y hay riesgo cierto para su integridad física”.
Pero además, Falkenberg dispuso la clausura de un sector emblemático de la cárcel de Las Flores: el pabellón de aislamiento, donde se concentran las celdas de castigo. Actualmente, quienes son alojados en este último sector, no son personas con problemas de disciplina sino internos con problemas personales con otros reclusos que podrían derivar en agresiones pero cumplen un régimen de disciplina severo: “No realizan ningún tipo de actividad y tienen sólo 30 minutos para salir al patio”, detalla el escrito.
En diálogo con la prensa el defensor general, explicó ayer cómo se iniciaron las inspecciones y los resultados obtenidos: “Siguiendo un plan de monitoreo que comenzamos hace algunos meses en los penales de la provincia, visitamos el penal de Las Flores y encontramos un panorama bastante aterrador en el pabellón de castigo y en dos pabellones de la cárcel y por eso hicimos una presentación y tuvimos la suerte de que los reclamos hayan sido receptados por el juez (Falkenberg) haya decidido cerrar los pabellones. Las condiciones eran violatorias de los derechos constitucionales ya que en dos de los pabellones las condiciones higiénicas eran deplorables, la cantidad de ratas era espeluznante, estaba muy deteriorado, por el lado del pabellón de castigo, éste no reunía ninguna condición de detención y además había personas viviendo permanentemente en ese lugar”.
Y agregó: “En conclusión, se detectó una desatención a las condiciones de infraestructura de mucho tiempo”, concluyó.
Cabe mencionar que los Ministerios de Salud y Seguridad fueron advertidos sobre esta situación y deberán, en el plazo de 30 días, realizar inspecciones y acciones que garanticen la higiene y la salubridad del lugar. Falkengberg le dio 15 días a las autoridades del Servicio Penitenciario para que abastezca de colchones y ropa de cama a cada uno de los detenidos que no cuenten con esos elementos básicos.
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