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domingo, 15 de abril de 2012

ROSARIO: El IRAR hizo 27 denuncias por maltratos, torturas y vejaciones de la policía a adolescentes

La mayoría de las presentaciones son por violencia dentro de las seccionales policiales, o en los móviles de traslado, aunque en septiembre pasado se denunció una golpiza de uniformados hacia un chico de 16 años cuando lo entraban al Irar.
 
El Instituto de Rehabilitación del Adolescente Rosario (IRAR) realizó veintisiete presentaciones ante la Justicia por casos de maltratos, torturas y vejaciones por parte de la policía hacia adolescentes que, por distintas causas, llegaron a la institución ubicada en Cullen y Saavedra. El dato fue brindado a Rosario/12 por la subsecretaria de Asuntos Penales del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos Débora Cotichini y citado también por el defensor general de la provincia, Gabriel Ganón. En la mayoría de los casos las citadas presentaciones se refieren a hechos ocurridos dentro de las seccionales policiales, o en los móviles de traslados, aunque cabe recordar que en septiembre pasado se denunció una terrible golpiza policial hacia un chico de 16 años y esto se hizo cuando uniformados de la 32º ingresaban a O. al IRAR. En este marco el defensor general provincial Gabriel Ganón derivó a la fiscalía en turno y pidió medidas para la correspondiente investigación, por la situación que vivió pocos días atrás un joven de 17 años, cuando después de un presunto intento de robo recibió una fuerte golpiza de parte de los vecinos del barrio La Cerámica. Luego en la seccional 30ª, donde pasó una noche, fue víctima de los procederes arriba citados. La subsecretaria de Derechos Humanos Zona Sur, Nadia Schujman indicó que desde que asumió la actual gestión se realiza el seguimiento de todos los casos que llegan por apremios ilegales, no sólo de los que se hacen las presentaciones a través del IRAR, y de otras instituciones, y se las remite a la Secretaría Provincial de asuntos Internos que posteriormente hace la devolución con la descripción del estado de cada caso.
Cotichini señaló también que la evolución de las causas en la Justicia tiene que ver con la disposición de los adolescentes a realizar la correspondiente denuncia --ya que a menudo sienten que esa denuncia tendrá algún impacto en sus respectivas situaciones familiares-. "No se los puede obligar a que digan lo que les pasó porque sienten un gran peso porque tienen la sensación, o bien portan la fantasía, o a veces la visión de lo real, en cuanto a que sufrirán represalias. En el enunciado de los chicos está el \'tengo miedo\'", expresó la funcionaria. Cotichini dijo que con las presentaciones institucionales, y "en las alternativas de las que tomamos conocimiento, es ponerlas en los carriles de la legalidad. Es entonces la vía judicial la que debe seguir el procedimiento".
El defensor Gabriel Gabón indicó a Rosario/12 que había recibido una denuncia por la cual se daba cuenta de que el chico de 17 años fue brutalmente golpeado, torturado y abusado por policías de la seccional 30º, ubicada en barrio La Cerámica. Antes de su detención, después de un intento de robo, también fue golpeado por vecinos del barrio y cuando fue llevado al Instituto de Rehabilitación del Adolescente Rosario (IRAR), en el mediodía del 5 de abril pasado, debió ser derivado al Hospital Centenario donde permaneció internado un día como consecuencia de los golpes recibidos. "La investigación deberá constatar si recibió golpes en la cabeza, si hubo torturas al estilo del \'submarino seco\' y abuso sexual", dijo Ganón.
Fue también Ganón quien recordó el caso de los chicos Nicolás y Nahuel, quienes fueron chocados por un móvil policial, también de la 30º, cuando andaban en moto por la zona de Avalos y Superí, en la zona norte de la ciudad. Cayeron de la moto, les apuntaron con las armas y les dijeron que les armarían una causa. "Fueron golpeados y torturados en la seccional, no les hicieron saber sus derechos, ni contaron con defensor", apuntó. No intervino ni la jueza, ni la secretaria del juzgado de Menores 2ª, ni el asesor de menores ni el defensor. Los padres de uno de los chicos pidieron la intervención de Ganón, pero él sostiene que la jueza Gabriela Sansó "no lo permite... Los chicos quedan como rehenes de la policía, no tienen protección judicial, no tienen acceso a la defensa. ¿Por qué digo que son rehenes? Porque en muchos casos terminan trabajando para ciertos policías. Justamente a estos chicos a los que les armaron la causa les decían: \'bueno ahora van a empezar a robar para nosotros. A ellos además les robaron la moto\'".
Ganón opinó sobre los 27 casos de apremios sobre los que el IRAR hizo las presentaciones ante la Justicia y señaló que suceden porque hay "una cobertura policial, ya que las investigaciones administrativas que deberían castigar este tipo de episodios no lo hacen, y porque tampoco se hace judicialmente".
Seguimiento
La actual subsecretaria de Derechos Humanos planteó que se realiza el seguimiento de cada caso que se denuncia por apremios y torturas, que luego se derivan a la Dirección Provincial de Asuntos Internos. También indicó que no se hacía de esta manera en la anterior gestión a cargo de Facundo Paschetto. "No se judicializaban los hechos, pero con lo que ocurrió este año, ya me informaron donde están radicadas las causas, en qué juzgados y situaciones. Tenemos ahora una política mucho más activa en la denuncia, en la sanción y en el seguimiento de cada hecho y se han tomado medidas por las áreas respectivas en cuanto al apartamiento de comisarios, como los de las seccionales 12ª y 15ª sobre las que habían muchas denuncias".
Schujman especificó que hay situaciones de las que se toma conocimiento a través de los familiares de las personas afectadas: "Hace un mes atrás me presenté en la comisaría 12ª porque nos avisaron que había un joven muy golpeado, pude constatarlo de manera personal, hice que lo trasladaran a un hospital y luego se hizo la denuncia judicial, además de dar parte a la Secretaría de Control. Pero lo que hay que decir es que la actitud del Poder Judicial es preocupante porque en esta causa, donde el afectado era un policía al que se había reducido, no hicieron absolutamente nada. La inacción fue total".

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