El actual senador provincial por
el departamento Rosario, Miguel Lifschitz, se refirió a las industrias
de alta rentabilidad que no tienen impacto directo en el mercado interno
como las que llevan adelante producción de biodisel, aceite de soja y
otros derivados.
A la hora de hablar de reforma tributaria en la provincia, el senador
provincial por el departamento Rosario, Miguel Lifschitz consideró que
las empresas del cordón industrial de alta rentabilidad que no tienen
impacto directo en el mercado interno deberían tener un gravado
tributario que hasta el momento nunca se fijó.
A su vez, explicó que Santa Fe no tiene judisdicción para aplicar impuestos a las cerealeras que sólo exportan porque están gravadas mediante las retenciones que aplica la Nación.
En medio de la movida oficial para reformar el impuesto inmobiliario, sobre todo en las extensiones rurales y grandes propiedades urbanas, el ex intendente de Rosario, Miguel Lifschitz planteó la idea de gravar a empresas cerealeras "como otras empresas que son de alta rentabilidad y no tienen un impacto directo en el mercado interno y el consumo popular", cosa que hasta ahora nunca se realizó.
En ese orden, Lifschitz explicó que "la provincia no tiene jurisdicción como para ponerle tributos al comercio exterior" para aquellas empresas que sólo se dedican a la exportación "porque están grabadas por las retenciones".
En ese sentido, Lifschitz aclaró que "sí podría aplicarse el proceso de ingresos brutos al proceso de industrialización que muchas de estas plantas también realizan fabricando biodisel, aceite de soja y otros derivados".
A su vez, explicó que Santa Fe no tiene judisdicción para aplicar impuestos a las cerealeras que sólo exportan porque están gravadas mediante las retenciones que aplica la Nación.
En medio de la movida oficial para reformar el impuesto inmobiliario, sobre todo en las extensiones rurales y grandes propiedades urbanas, el ex intendente de Rosario, Miguel Lifschitz planteó la idea de gravar a empresas cerealeras "como otras empresas que son de alta rentabilidad y no tienen un impacto directo en el mercado interno y el consumo popular", cosa que hasta ahora nunca se realizó.
En ese orden, Lifschitz explicó que "la provincia no tiene jurisdicción como para ponerle tributos al comercio exterior" para aquellas empresas que sólo se dedican a la exportación "porque están grabadas por las retenciones".
En ese sentido, Lifschitz aclaró que "sí podría aplicarse el proceso de ingresos brutos al proceso de industrialización que muchas de estas plantas también realizan fabricando biodisel, aceite de soja y otros derivados".
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