domingo, 18 de septiembre de 2016

explosión en Nueva York deja 29 heridos

El auditorio se encendió durante las primeras horas hablaron el ex ministro de Economía Kicillof; el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; al diputado de Cambiemos Eduardo Amadeo, y a los numerosos dirigentes de izquierda.

Foto: Agencia DyN

DyN

El segundo día de audiencia pública por el aumento en la tarifa de gas transcurrió en un auditorio casi vacío y con un gran porcentaje de ausentismo, lo que obligó al Gobierno a habilitar una nueva jornada que se desarrollará este domingo, sólo para que puedan exponer los que no estuvieron durante los dos primeros días de debate.

A diferencia de lo que pasó durante la primera jornada, cuando los reclamos de los dirigentes de la oposición estuvieron concentrados en la "falta de representatividad" del debate por quienes quedaron afuera de la lista de expositores, este segundo día estuvo signado por ausencias importantes como las de los líderes de las CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli, y de la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, entre otros.

El auditorio, en el que no hubo más de 30 oyentes durante todo el debate, se encendió durante las primeras horas de la audiencia cuando les tocó hablar al ex ministro de Economía Axel Kicillof; al presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; al diputado de Cambiemos Eduardo Amadeo, y a los numerosos dirigentes de izquierda, quienes contrastaron con sus argumentos en contra y en favor del aumento de la tarifa de gas. 

Como pasó ayer, todas las exposiciones y los contratiempos fueron seguidos de cerca por el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, que permaneció durante todo el debate a un costado del auditorio con sus brazos cruzados y con un anotador cerca.

En cuanto a los ausentes, el mayor porcentaje se dio en el bloque de los municipios: de los 12 representantes de las intendencias que se acreditaron para hablar en la audiencia pública, 9 pegaron el faltazo.

Los que hicieron uso de su palabra fueron los intendentes de San Martín, Gabriel Katopodis; de Merlo, Gustavo Menéndez; y de Paraná, Sergio Varisco; mientras que los que no estuvieron presentes fueron los de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardeli; de Ituzaingó, Alberto Descalzo; y de Moreno, Walter Festa, entre otros.

El caso de Magario fue distinto porque no se hizo presente en la audiencia pero mandó como representante al secretario de Hacienda de La Matanza, Roberto Feletti, quien al principio de su alocución aclaró que estaba allí en representación de la intendenta.

La expectativa también estaba puesta en lo que podían decir los líderes de las CTA de la Argentina y de los Trabajadores, dos de los dirigentes sindicales que en la previa se manifestaron con mayor dureza sobre el aumento, pero que no llevaron sus quejas a la audiencia pública.

Tampoco habló el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, quien fue reprogramado para hoy luego de que ayer no pudo exponer tras quedar varado por el paro de pilotos de Aerolíneas Argentinas.

A la ausencia de dirigentes políticos y sindicales, también se sumó la importante baja de usuarios y de público general, lo que redujo notablemente la lista original de expositores, que tenía 373 personas acreditadas.

Aunque hacia el final de la segunda jornada ya habían llamado a todos los anotados, el Gobierno decidió abrir un nuevo día de audiencia para que se presenten todas las personas que están en la lista y que por distintos motivos no se pudieron acercar a la Usina del Arte.

Según explicó a DyN uno de los organizadores del debate, la intención de agregar la nueva fecha es que se puedan acercar personas que por alguna confusión o malentendido no se hayan podido acercar durante las dos primeras jornadas, para que no se discuta la legitimidad de la audiencia.

Ante la desolación de un auditorio vacío, hicieron más eco las palabras de Kicillof, quien fiel a su estilo, dijo que el aumento del 203 por ciento en promedio que pretende implementar el Gobierno "es un tarifazo a la medida de las empresas aplicado en un momento inoportuno" y proclamó que "el Gobierno no quiere volver al autoabastecimiento y ha dado vuelta todo el sistema energético".

Pinedo, más moderado, se limitó a defender el incremento de las tarifas de gas con números, y hasta se dio el lujo de terminar su exposición antes que terminaran sus cinco minutos estipulados y sonara la chicharra.
Amadeo, en cambio, salió al cruce del kirchnerismo, al considerar que el esquema tarifario aplicado hasta ahora "ha sido un ejemplo de inequidad y de agresión a variables clave de nuestro desarrollo económico y social" que "no favoreció a los pobres" porque "ocho de cada diez personas no tienen acceso a la red de gas". 

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