domingo, 18 de septiembre de 2016

En barrio Roma Balearon a un adolescente ante los ojos de su madre

El joven, de 14 años, está muy grave. Le dispararon ayer por la tarde, cuando miraba televisión acostado en una cama de su casa.

Foto: El Litoral
El Litoral
Joaquín Fidalgo - jfidalgo@ellitoral.com

Adriana baldeó el living de su casa. Luego, abrió la puerta del frente para que se ventile el piso. Entonces tomó su celular y mientras las baldosas comenzaban a secarse se fue a acostar a su habitación junto a su hijo, de 14 años, que descansaba y miraba televisión, con sus dos manos entrelazadas en la nuca. Entonces irrumpieron tres violentos jóvenes. Uno de ellos le pegó una cachetada a una nena, amiga de la familia, que estaba en la cocina. La pequeña salió corriendo de la vivienda. Otro de los sujetos se dirigió directamente a la pieza. “¡Cómo te vas a meter de prepo!”, le gritó la propietaria, que le “salió al cruce”. “¿Dónde está el Danilo?”, se limitó a preguntar el criminal, que traía un arma de fuego en sus manos. La mujer se interpuso, tratando de defender a su hijo, pero el intruso no tuvo piedad. La corrió y le disparó en el vientre al adolescente, que seguía tendido sobre las sábanas.

Un único proyectil calibre 22 impactó en Walter Danilo Martinet, de 14 años, y en su recorrido provocó gravísimas lesiones internas. “Lo rompió todo por dentro”, se lamentó su mamá, Adriana Guadalupe Peralta, de 46 años, quien este mediodía aguardaba noticias de los médicos en uno de los pasillos del Hospital José María Cullen

“Se burlaban”
 La mujer recordó el momento del ataque, que se produjo muy cerca de la esquina que se forma por la intersección de calles Lamadrid y Naciones Unidas, en barrio Roma. “Yo salí corriendo para pedir ayuda. Traté de llegar hasta la comisaría, porque no me podía comunicar por teléfono. Ellos me persiguieron, porque también me querían ‘pegar’ (disparar). Me gritaban que si los denunciaba me iban a incendiar la casa, que me iban a quemar viva si los delataba. Ya hace dos semanas nos habían tiroteado la puerta. Seguí hasta lo de un pariente y desde ahí llamamos al 911. No podía parar de llorar. Cuando volví, ya a mi hijo se lo había llevado una ambulancia. Un vecino había pedido auxilio. Lo trajeron hasta el hospital”, puntualizó la mujer.

Entonces llegaron los patrulleros a la escena. “Mientras estábamos ahí, podíamos ver cómo los pibes que nos habían atacado estaban en la terraza de su vivienda y se burlaban. Saltaban, se reían, bailaban y hasta nos apuntaban con armas. Yo les pedí a los policías que no permitan eso, pero no hicieron nada. Esa es una bandita que se instaló ahí hace un par de años, a metros de mi casa. Mi hijo era amigo de ellos, pero se ve que algo pasó, algún problema que mi nene no me quiso contar. Esos son muchachos que joden a todo el mundo. Se viven drogando y están todas las noches de joda. Es un aguantadero”, enfatizó Adriana.

“Me dejaron sola”
 “Mi hijo está muy grave -añadió-. Los médicos nos dijeron que hablemos con toda la familia. Su vida está en peligro. Estoy desde anoche acá, esperando alguna novedad. Le pegaron en la panza y la bala lo rompió todo por dentro. Aparentemente, le tiraron con un 22. Todavía no puedo creer lo que pasó. Estoy acá, en el hospital, y no caigo. Mi hijo era tranquilo y se la rebuscaba limpiando parabrisas en los semáforos. Con esa changa, él sacaba para sus gastos, para los cigarrillos”.

Finalmente, la mujer reclamó ayuda. “Esta gente va a seguir haciendo daño. Ahora me tocó a mí, pero mañana le puede pasar lo mismo a otra persona. En el barrio hay muchas criaturas. La verdad que ahora no sé cómo vamos a hacer. Yo tengo ocho hijos en total, todos menores de edad. Nos mantenemos con la pensión que me dan y alquilo en ese lugar. Ahora temo que me echen, o que me prendan fuego, como me amenazaron. Necesito ayuda. Hasta ahora, me dejaron sola. Sólo la policía me tomó los datos, pero no se me arrimó más nadie”, se quejó.

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