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jueves, 4 de agosto de 2016

Luis Spahn habla de todo... "No veo chances de que se jueguen los clásicos"

El presidente de Unión dijo que “no podemos permitirnos perder a Marcelo Piazza” y que “Brítez es un ‘pura sangre’ con cosas a favor y en contra”. Dijo que “en el fútbol argentino, estamos confundidos, perdidos y desorientados”.

“No me permito decepcionar al hincha” Luis Spahn dijo que “es imposible que por una recaudación tengamos que perder una cuota de dignidad” al referirse a los clásicos de la Copa Santa Fe. El reglamento estaba claro y debió ser cumplido. Foto: Guillermo Di Salvatore

Enrique Cruz (h)

Los siete años que lleva Luis Spahn al frente de Unión —con muy poca experiencia dirigencial deportiva previa— le han permitido un conocimiento específico de un ambiente complejo como es el del fútbol. Hoy, Spahn es de los pocos dirigentes que no se ha dejado absorber por algunos vicios. No está infectado de ese virus que atacó a muchos y que desembocó en esta situación complicada por la que atraviesan los clubes.
Spahn fue metiéndose de a poco en el ámbito de AFA y fue conociendo de qué manera se maneja, quiénes la manejan y qué se puede y se debe cambiar para que de una buena vez se pueda iniciar el camino del crecimiento y del campo.

—Valdano habló de un fútbol argentino en situación de desamparo. ¿Coincidís?

—Es una buena definición y la comparto. Estamos confundidos, perdidos, desorientados. Y la realidad es que el Estado se nos puso muy de contra.

—¿Arrancará el torneo con este panorama?

—No lo sé porque no depende de Unión y no vamos a ir, seguramente, en contra del conjunto. Uno puede tener una opinión y hacerla valer, pero luego se adoptará una decisión en conjunto. Es una situación fea, incómoda. Pensábamos que íbamos a tener casi 5 millones mensuales, veníamos de 3.700.000 y la realidad es que vamos a percibir 3. Para mí, anteayer “se cerró el libro de pases en la Argentina”. Ninguno podrá incorporar más, porque la situación es terrible. Si esto se mantiene, vamos a recibir 25 millones de pesos menos. Ya venimos de una grieta muy grande en el año que nos devoró casi 20 millones en un presupuesto de 60 ó 70 millones. Son números realmente preocupantes.

—¿Por qué se va a cobrar menos?

—Porque, por ejemplo, ahora el Estado giró 300 millones, pero no todo va a los clubes como antes. De ese monto, 12 millones van para pagar un crédito del Banco Nación, otros 23 a la Afip, un 5 por ciento para el funcionamiento de AFA, más el 1,5. En total, es un 20 por ciento que se va. Eso no venía pasando, porque había 300 y los 300 iban a los clubes. Ahora, se empezará a deducir todo lo que se debe deducir y lo que se arregló oportunamente. Es un 20 por ciento menos, por eso digo que se va a cobrar menos de lo que se venía cobrando. Y otra cosa: en algún momento se va a pensar en el recupero del dinero que se le adelantó a los clubes. 

—¿Es cierto que Unión va a integrar una comisión para negociar el contrato de TV junto con Boca, River, Lanús, Banfield y Godoy Cruz?

—Fui invitado y como a los del interior se nos complica porque es una mesa que debiera ser dinámica, con reuniones de urgencia y seguidas, pedí que recaiga en Marcelo Martín. No se puede hacer una reunión de 25 ó 30, sino algo que sea más compacto y dinámico. Me pareció una buena idea e irá Marcelo.

—Una pregunta genérica: ¿estás de acuerdo con que sea el gobierno el que pague por la televisación de los partidos?

—El gobierno tiene la potestad de regular o participar en las actividades de un país. El desembarco del gobierno fue coercitivo en su momento y luego fue violatorio del contrato, al indexarlo por márgenes irrisorios anuales, aumentándolo un 8 por ciento cuando teníamos un 30 por ciento de inflación, por ejemplo. Estamos en una situación difícil. Si el Estado no quiere participar, no nos puede obligar a que entreguemos gratis el producto, ¿se entiende? Pregunto: ¿qué empresa va a interesarse por el fútbol y a licitar, si tiene que darlo obligatoriamente en forma gratuita?, ninguna. Tampoco es un subsidio, porque es lógico que cobremos por entregar un espectáculo que es lo más masivo que puede armarse en nuestro país. El gobierno no subsidia al fútbol, sino que paga por poner al aire un espectáculo que a la población le interesa y consume.

—Entonces, Luis, ¿hacia dónde vamos?

—Yo lo pregunté ayer... Es difícil que el gobierno cambie el monto, porque en algunas cuestiones, a este gobierno que llegaba con aires de diálogo, lo veo muy endurecido. El fútbol no se va a resolver como el tema del gas, con la intervención de la Justicia. Andréis y Marín prometieron algo que hoy el gobierno no puede cumplir. Está complicado.

—¿Cómo hace Unión para soportar estos meses sin fútbol, imagino que con una merma también en el pago de la cuota?

—Es muy crítica la situación de los clubes y no sólo es la planilla de sueldos de los jugadores. No sólo eso aumentó, también la de los empleados y los servicios, que nos acosan con ajustes importantes. La cuota social se desinfla naturalmente porque no hay fútbol, ya que no le estamos dando al socio la principal contraprestación. Es muy complejo.

—En tu comisión directiva, ¿fuiste el que trató de timonear positivamente la situación con tus pares para que se acepte la disputa de los clásicos?

—En primer lugar, me considero partícipe del nacimiento de la Copa Santa Fe, porque soy de los que piensa que el dirigente no disfruta solamente cuando puede recaudar, sino cuando ve que el estadio se llena y que todos los engranajes del club funcionan con intensidad. En segundo lugar, el reglamento de la Copa Santa Fe estaba claro. Se participó de reuniones, se sorteó la localía y se conocían las fechas. La postura de Unión no es conseguir el objetivo de cualquier modo, sino hacerlo del modo correcto. Es imposible que por una recaudación tengamos que perder una cuota de dignidad. No sé si realmente tengo el acompañamiento de los unionistas porque, por distintas circunstancias, no hubo elecciones en estos tiempos, pero la realidad es que estoy administrando el club con un grupo de compañeros y tomé la decisión de gobernar sin permitirme decepcionar a los unionistas. Me puedo equivocar. Y si lo hice, seguramente el unionista me lo perdonó porque entendió que era sólo una contingencia. Pero yo no me voy a permitir decepcionar a ningún hincha de Unión y el cumplimiento de las leyes es esencial, no sólo en el fútbol, sino en todos los órdenes de la vida. El reglamento estaba claro y por eso digo que no veo chances de que se jueguen los clásicos.

—Cuando se juntaron en tu casa, ¿le dijiste en algún momento a Vignatti: “a este lío lo empezaste vos”?

—Quiero volver a aclarar que la reunión fue privada y que lo recibí a Vignatti porque no tenía ningún motivo para decirle que no. Una tercera persona hizo pública la reunión antes de que termine y sin mi anuencia. Yo no estoy enojado con Vignatti para nada. Él defiende, como yo, los intereses de su club por más que no coincidamos. Pero lo que hablamos fue de índole privado y el objetivo era analizar el tema el lunes en comisión directiva y luego resolver, pero se escapó el objetivo de privacidad de la charla.

—Entonces, ¿te molestó más que se diera a conocer la reunión que lo que se habló en ella?

—Sí.

—¿Marcelo Piazza es un dirigente renunciado o un dirigente licenciado?

—Lo vamos a licenciar. Necesita aire, oxigenarse. Él hace 10 ó 12 años que está en Unión y tiene una forma intensa, apasionada y responsable de actuar. Es el que menos sábados y domingos tiene, recibe árbitros, es el dirigente argentino más reconocido por ellos, es un dirigente importantísimo, de primerísima línea, de extrema confianza, honesto al extremo, muy pulcro en su forma de ser y de decir las cosas, tremendamente respetuoso y no nos podemos permitir el hecho de perderlo. Por eso, lo vamos a licenciar, se tomará vacaciones, lo vamos a reemplazar en su ausencia y creo que va a privar el sentido común y lo tendremos de vuelta en el corto plazo.

—¿Pensás que se calmará y volverá?

—La comisión directiva va a respetar su decisión, pero vamos a desear en forma intensa que cuando vuelva de su viaje pueda reintegrarse.

—¿Qué pensás de lo que pasó con Brítez?

—Es un “pura sangre”, un chico muy especial e intenso, con cosas a favor y en contra. A favor, que es un ídolo porque el hincha le reconoce su entrega. Y en contra, que no sabe medir situaciones y eso le trae consecuencias negativas. Estamos trabajando en los correctivos necesarios.

—¿Se cobró lo de Mauricio Martínez?

—No. A veces pienso que no se puede contar tan rápidamente el dinero porque no hay que olvidarse que nosotros debemos pagarle un 15 por ciento a la familia Malvicino, hay impuestos que pagar y es muy grande la brecha con la que trabajan los bancos. Hace un tiempito atrás, nos liquidaron dólares a 13,77. Estamos esperando el cobro del dinero porque tenemos que pagarle todavía a Estudiantes.

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