Guardaba los videos en su computadora. Cuando fueron hallados se convirtieron en la principal prueba en su contra. Su cuenta de Facebook fue clave para identificar a las víctimas, entre ellas su hija de tres años
Los delitos sexuales se cometen en una intimidad a la que muchas veces es difícil llegar. El miedo y la vergüenza de las víctimas y las amenazas de los abusadores son el principal cerco y el cuadro se agrava cuando los abusos o las violaciones son a menores de edad.
Pero en este caso la Justicia halló una prueba irrefutable: el hombre, de 45 años, grababa los abusos que cometía contra menores y los guardaba en su computadora. La Policía Federal encontró imágenes en las que se ve cómo abusaba de siete nenas, de entre tres y 11 años, entre ellas su propia hija.
Con esa prueba más el testimonio de las víctimas, considerado creíble por los especialistas, el juez de instrucción Manuel de Campos procesó con prisión preventiva a Marco Antonio Passara Bejarano por los delitos de abuso sexual agravado, corrupción de menores de 13 años de edad agravado y facilitación a material pornográfico a menores de 14 años de edad.
El acusado –de nacionalidad peruana y considerado un referente dentro de esa comunidad– aprovechaba la relación de amistad que las víctimas tenían con su hija para abusar de ellas cuando iban a su casa.
Los dos procesamientos que recibió Passara Bejarano por los hechos están confirmados y así está a un paso de ser enviado a juicio oral.
Todo se inició a raíz de un primer juicio que el acusado tuvo. El Tribunal Oral Criminal 16 lo condenó en septiembre de 2014 a 10 años de prisión por otro caso de abuso pero estaba en libertad. Durante el juicio, el fiscal Fernando Fiszer descubrió videos y fotos en una computadora de Passara Bejarano donde se veía cómo abusaba de menores.
Los investigadores tenían la imagen de una de ellas pero no su identidad. La clave fue la red social Facebook. Passara Bejarano y su hija tenían como contacto de sus cuentas a una chica parecida a la de las imágenes de la menor abusada.
La víctima –hoy mayor de edad- declaró que desde sus 4 años hasta los 16, entre el 2000 y el 2012, fue abusada por Passara Bejarano y obligada a ver material pornográfico cuando iba a la casa porque era amiga de su hija. Inclusive, en uno de los videos era abusada mientras su hermano de 4 años jugaba con un autito.
La investigación se profundizó y se encontraron más videos con abusos a otras menores. La justicia halló otros cinco casos. Entre ellos, el de dos hermanas que de 6 y 11 años que se quedaban a dormir en la casa del abusador porque las familias eran amigas. Esos hechos ocurrieron entre junio y diciembre de 2014 cuando las menores se quedaban a dormir en su casa porque ambas familias eran amigas. Esos abusos se dieron cuando Passara Bejarano estaba siendo juzgado –por lo que luego condenado a 10 años de prisión– pero en libertad.
También se pudieron determinar los casos de otras dos hermanas de seis y ocho años, cuya madre las dejaba al cuidado del acusado cuando iba a trabajar. Las hermanas también pudieron ser localizadas mediante Facebook. Además, se pudo llegar al caso de otra menor de ocho años. Todos esos hechos ocurrieron entre 2002 y 2005.
Las víctimas declararon en la justicia y reconocieron las imágenes de los abusos y señalaron que nunca lo habían contado por miedo y vergüenza. Contaron que eran tocadas, obligadas a practicar sexo oral y en algunos casos el abusador intentó penetrarlas.
Señalaron que los abusos ocurrirán cuando iban a la casa de Passara Bejarano a jugar con su hija. Allí el hombre les hablaba de sexo, les mostraba videos pornográficos, les sacaba fotos y se paseaba desnudo por la casa. Luego de los abusos las amenazaba para que no les cuenten a los padres. "Papá y mamá se van a morir", le dijo a una de sus víctimas si les llegaba a contar.
Tres víctimas relataron que fueron testigos de cómo el acusado también abusaba de su propia hija cuando ésta tenía entre tres y seis años.
La chica, hoy todavía menor de edad, negó los hechos al igual que su madre, esposa de Passara Bejarano. Pero el juez de Campos dio crédito al testimonio de las víctimas y también lo procesó por abusar de su hija.
"Passara Bejarano aprovechaba que las menores iban a jugar a la vivienda, en virtud de la relación de amistad que las unía a su hija. En ese contexto era habitual que Passara Bejarano se incluyera en el juego de las niñas, y les hablara de masturbación e incluso les mostrara videos de contenido pornográfico, explicándoles que eran cosas normales pero que de todos modos formaba parte de un secreto que debían guardar", resumió el juez cómo era el accionar del acusado.
El magistrado calificó de de "innegable valor probatorio" todos los videos encontrados en las computadoras del acusado.
El juez señaló que los abusos sufridos por las menores "implicaron un sometimiento gravemente ultrajante para las víctimas, todas ellas de corta edad y por parte de quien consideraban un referente, pues en todo los casos había trato familiar al punto que las niñas quedaban temporariamente bajo su cuidado".
"Las conductas descriptas fueron producidas por el imputado contra las víctimas, todas ellas menores de edad, y aprovechando que se hallaban bajo su guarda momentánea, con violencia, amenaza, abuso coactivo e intimidatorio, aprovechándose de su situación de poder, dependencia y autoridad sobre ellas y de la circunstancia de no haber podido consentir libremente las acciones, ocasionándoles con todo el accionar un sometimiento gravemente ultrajante", concluyó.
Infobae
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