Foto: Flavio Raina
El Litoral
Ivana Fux
El gobernador Miguel Lifschitz compartió este lunes la preocupación hecha pública este fin de semana por la Iglesia sobre la “fragilidad laboral” que atraviesa el país. Este lunes por la mañana, en declaraciones a la prensa, el mandatario provincial dijo que si bien no pretende “alarmar” sobre la situación en Santa Fe, sí es necesario “estar atentos”.
“No tenemos datos precisos o que nos estén indicando una ola de despidos. Es más, el índice de empleo registrado del primer trimestre es levemente superior al del primer trimestre del año pasado. Pero a pesar de esto, evidentemente que hay preocupación. Es probable que en el sector precario del trabajador eventual, del cuentapropista que no está registrado, que no aparece registrado, haya un mayor nivel de desempleo en estos últimos meses o semanas. Creo que no hay que llevar alarma, pero hay que estar atentos, como dicen los Obispos. Hay preocupación, porque también hay señales de la economía y empresas que son preocupantes”, advirtió.
Respecto del veto a la Ley Antidespidos que el Poder Ejecutivo nacional oficializó este lunes por la mañana, Lifschitz reiteró que es una facultad presidencial, pero que no respeta la voluntad parlamentaria.
“Era un veto anunciado -planteó-. Creo que más allá del veto propiamente dicho, es de alguna manera desconocer la opinión mayoritaria del Congreso nacional. Obviamente es una facultad constitucional que tiene el presidente y legítima, pero está mostrando que hay, no digo dos miradas contradictorias pero por lo menos dos miradas distintas sobre cómo resolver el problema del empleo y cómo garantizar que durante estos meses de ajuste económico no haya pérdidas de los puestos de trabajo”.
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