anuncio

anuncio

anuncio

anuncio

viernes, 1 de abril de 2016

SANTA FE “La línea piensa”: el dibujo es protagonista en el MMAV

La muestra colectiva, que forma parte del proyecto de Luis Felipe Noé y Eduardo Stupía se presenta en la ciudad por novena vez consecutiva. En esta oportunidad, con una exposición de obras de Ana Amorosino, Walter Álvarez y Margarita Ezcurra, que quedará inaugurada el sábado 2 de abril a las 21, en el Museo Municipal de Artes Visuales “Sor Josefa Díaz y Clucellas” (San Martín 2068). Entrada libre y gratuita. Ciclo de Muestras Cerveza Santa Fe. Organiza Gobierno de la Ciudad.
Prensa Gobierno de la Ciudad | 
“La línea piensa”: el dibujo es protagonista en el MMAV
Por noveno año consecutivo, a partir de una gestión sostenida desde la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad, el Museo Municipal de Artes Visuales “Sor Josefa Díaz y Clucellas” (MMAV) recibe obras de tres artistas que participan del proyecto La Línea Piensa, llevado adelante por Luis Felipe Noé y Eduardo Stupía, en el prestigioso Centro Cultural Borges de Buenos Aires. En esta oportunidad, la muestra está integrada por obras de Ana Amorosino, Walter Álvarez y Margarita Ezcurra, en sintonía con el espíritu del proyecto, que como explican sus mentores “nace del convencimiento de que el dibujo en y de nuestro país no está lo suficientemente valorado a pesar de tener extraordinarios cultores”.
La exposición quedará inaugurada este sábado a las 21, en el espacio de San Martín 2068, como parte del ciclo de Muestras Cerveza Santa Fe.
 Ana y el dibujo
En un texto escrito de Florencia Qualina se señala que desde los dibujos y garabatos informes que Ana Amorosino hacía en la escuela primaria “un ingobernable cúmulo de tramas y enredaderas se apoderan de sus decenas de cuadernos, libretas, rollos de papel, bastidores; frecuentemente lo hacen contra la voluntad de la mano que las pulsa, muchas otras veces Ana deambula tranquilamente entre ellas”.
Y agrega que “para Ana el dibujo es también un espacio que hace posible desplegar gestos, caligrafías y sistemas hechos en la inmediatez y el automatismo, permanentemente inacabados, obstinados en conformar reglas de una lengua propia, donde no hay que preguntar qué significan o cómo se leen, sino seguir esos rastros, encontrar las corrientes y metamorfosis que se arman y desarman, caminar a través de ellos”.
“Por momentos las líneas y colores terminan conformando paisajes que podemos identificar con espacios reconocibles: montañas, desiertos, llanuras, formas vegetales”. Sin embargo, señala Qualina, “sus líneas suelen resistirse a encontrar una resolución formal, acabada y prefieren prescindir de ser categorizadas, clasificadas, circunscriptas a un género y andar en la deriva, seguirse infinitamente. Ser puras líneas, gestos, interrupciones y conexiones eléctricas habitando ahora rollos de papel, una casa en la que la convivencia es muy buena”. 
 Los artistas que amamos
Para referirse a la producción de Walter Álvarez, Ana González Tassier escribió el texto “Que la cotidianeidad siempre sea otra cosa. Muy otra cosa”, en el que formula una invitación a “cambiar la cabeza”, “a incorporar otras experiencias, a reformatearnos”, empezando por recuperar una forma de experimentar sin “ninguna idea anterior”: “Walter Álvarez lo sabe muy bien. En él la cotidianeidad siempre es otra cosa. En sus imágenes siempre queda tan claro que ningún instante se repite. Que nuestra historia es singular, que jamás hubo ni habrá otra igual. Que mi forma de ver arte, de acercarme a lo que hacen los artistas es diferente a todas las que existen y existieron en el planeta. Y que mi forma de escribir también lo es. Escribo con el lenguaje de todos los días ¡y sin embargo todo es tan distinto! Valorá tu experiencia. Walter me da confianza: veo sus momentos, sus historias y sé que podrían ser los míos, todo lo que me fue pasando en algún momento de mi vida. Es igual y no lo es, porque Walter me señala cosas que yo no había valorado de la misma forma. Cada uno de nosotros tiene su estilo. Los artistas que amamos nos enseñan a descubrirlo. Y creo que el arte y la poesía son formas de habitar”. 
 Diagrama de silencios
Finalmente, es Tulio de Sagastizábal quien presenta las obras de Margarita Ezcurra, en un texto que tituló “El silencio y sus susurros”: “Obras sobre papel, telas, tintas y óleos, pequeñas grafías y representaciones cuasi verosímiles, desbordantes mundos de texturas y trazos de mayor y menor intensidad, tejen un diagrama de silencios y de breves movimientos, que nos recuerdan que siempre somos observadores distraídos del texto que arma el mundo de lo real; por debajo y entremedio del universo de bloques manifiestos, difíciles de eludir porque casi siempre se nos vienen encima como obstáculos, dramas o acontecimientos múltiples que hacen a nuestros desasosiegos cotidianos”.
“Margarita Ezcurra trabaja con paciencia, paciencia de momentos y paciencia de años. Un largo, muy largo proceso de resumen y austeridad, de autoconocimiento y de encontrar un camino propio que resista toda tentación enajenante. Es en ese sentido un verdadero caso testigo de cómo una artista desanda mil posibilidades para encontrar el sendero donde podrá caminar con soltura y felicidad, y sentir que hace lo que debe hacer”, agrega.
Para finalizar diciendo que “cada obra aquí vale su peso en gesto, una manera inapreciable de entender que una obra siempre trae una historia personal y secreta  por detrás”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario