jueves, 11 de febrero de 2016

SANTA FE A plena luz del día y a punta de pistola, roban en una panadería de barrio Sur

Cerca del mediodía del jueves, ocurrió un nuevo hecho delictivo en el sur de la ciudad. El local afectado fue una panadería ubicada en 3 de febrero al 3100, a pocos metros de la Legislatura. Allí se presentó un sujeto con un arma de fuego que amenazó al trabajador y finalmente huyó.
Agenciafe | 
A plena luz del día y a punta de pistola, roban en una panadería de barrio Sur
A pocos minutos de las 12 del mediodía del jueves, una panadería artesanal situada en 3 de febrero entre las calles Francia y Urquiza fue víctima de robo. Allí, el trabajador del local estaba atendiendo al público cuando una persona ingresó al comercio con un casco de moto a medio poner en la cabeza, realizó una compra y al abonar sacó un arma de fuego con la que amenazó a Matías, dueño del lugar. “Me apunta exigiéndome toda la plata de la caja. Cuando se la doy me decía que le de los billetes violeta, o sea que no sabía el valor del dinero: conocía que eran valor violeta, nada más” recuerda el comerciante. 
Al no encontrarse con billetes de gran denominación, el malhechor le pidió la billetera y el celular a Matías. Dado que el trabajador no los tenía con él, el malviviente se dirige al patio del lugar a buscar el teléfono móvil sin dejar de apuntarlo. Al regresar insiste en hacerse de las pertenencias del dueño del local y lo manda afuera para poder buscar lo que quería. 
Matías cuenta que gracias a la ubicación de los mostradores, “en forma lineal” describe, puede encerrar al ladrón con una heladera y pedir ayuda a gritos a las personas que se encontraban en la constructora situada frente al local. Ante esta maniobra el mal viviente comienza a desesperarse y a la par que lo apuntaba logra zafarse huyendo finalmente en una moto, no sin antes disparar. El vehículo en el que escapó fue descripto por el dueño de la panadería como una “honda tornado, color negra”. 
Afortunadamente, el impacto de bala no afectó a Matías quien aprovechó la comunicación con un programa de radio local para describir al malhechor: “él es morochito, no llega a 1.70 metros y está cerca de 30 años. Tiene como característica que tiene un ojo negro, se ve que le han pegado. Vestía un pantalón de jean y una remera rosada”.  Respecto a los daños que ocasionó este hecho, el ladrón se llevó una suma menor a $300 y dos celulares viejos.  
Matías cuenta que las autoridades policiales llegaron en cuestión de segundos: se hicieron presentes en el lugar distintas fuerzas que tomaron muestras de las huellas digitales y analizaron el lugar en el que impactó la bala. 
El dueño del comercio, quien por primera vez es partícipe de un hecho de este calibre, aseguró que contra su voluntad comenzará a atender tras la reja; medida que perjudicará sin dudas las ventas por tratarse de un rubro en el que la visión del producto es fundamental para realizar la compra. También, definió su reacción como un momento de imprudencia, “son esos momentos de locura en los que no pensás y te jugás”.   

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