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jueves, 12 de noviembre de 2015

El kilo de pan cuesta casi 8 veces lo que prometía Moreno El final del modelo se ofrece en el mostrador de las panaderías

Productores, acopiadores y molineros saben que el trigo aumenta por lo que dijeron tanto Macri como Scioli. Pero está pendiente el incremento salarial a empleados y los de gas y electricidad. El kilo de “francés” a $ 18 no va a durar mucho.

Desde hace 2 semanas el costo de la harina subió un promedio de 30 % la bolsa de 50 kilos que compran los panaderos locales. Foto: Archivo El Litoral

De la redacción de El Litoral
economía@ellitoral.com

En julio de 2011 el kilo costaba $ 14 en la panadería donde compraba Guillermo Moreno en San Telmo. El gobierno nacional llevaba 5 años gastando millones (¿quién sabe cuántos?) para subsidiar al mercado interno de la harina; pero el negado fenómeno de la inflación hacía su inexorable trabajo.

Lejos quedaba la promesa del pan a $ 2,50 -para cuidar la mesa de los argentinos- que prometía el controvertido ex secretario de Comercio, hoy “exiliado” en la embajada argentina en Roma. Mientras tanto en Santa Fe el kilo de pan francés hasta 12 piezas cuesta un promedio de $ 18. No va a durar mucho.

Desde hace 2 semanas el costo de la harina subió un promedio de 30 % la bolsa de 50 kilos que compran los panaderos locales. Tanto Mauricio Macri como Daniel Scioli han prometido retirar las retenciones a la exportación de trigo; el del PRO fue más lejos y admitió que liberará los cupos de exportación, por lo que quienes hoy tienen trigo -productores, acopiadores, molinos- saben que el precio del insumo básico va a subir.

Pero no es el único precio de referencia de la cadena que tiene alteraciones. “El aumento de gas y electricidad también se nota”, le explicó a El Litoral el vicepresidente del Centro de Industriales Panaderos de Santa Fe. Alberto Carignano consignó que aún está pendiente además el incremento del salario que se negocia a nivel nacional; “se habla del 30 % y eso también va a incidir”, explicó el empresario.

Por ahora en los mostradores las cosas no han variado, pero lo harán. Grasas y margarinas también se incrementaron en el último mes de un 30 a un 40 %. El azúcar es el otro gran insumo del sector y tal vez el precio que menos se ha movido en los últimos días.

“Como tenemos varios productos, tratamos de que el pan se mantenga en el precio lo más bajo posible”, explicó Carignano sobre la política comercial del sector. Dijo que la demanda -por lo que se alcanza a verificar en las reuniones de los panaderos locales- no ha variado tampoco en consumos como el de las facturas y otros productos.

“Pero tarde o temprano vamos a tener que tocar algo. Indudablemente vamos a tener que tocar algo (los precios). Gane quien gane las elecciones esto se va a modificar; el estado de cosas no es real”, señaló Carignano.

Sobre las condiciones de compra de la bolsa de harina, expuso que los molinos están cobrando al contado o con plazos de 15 a no más de 30 días. “Tampoco podemos comprar anticipado; si un panadero tiene recursos y quiere asegurar el precio, no le venden”, añadió ante la consulta.

Bien amasado

La necesidad de sinceramiento de la economía que prevé el vicepresidente del centro de panaderos local tiene implicado el origen del problema. No es lo que va a suceder, sino lo que ya sucedió.

Mientras las usinas de campaña de uno y otro discuten sobre culpas porvenir, el “mercado interno” da muestras de las distorsiones insostenibles. La masa crítica se organizó desde hace varios años a esta parte.

No se trata de un problema sólo de retenciones; si la harina refleja en su precio interno lo que cuesta en el mercado internacional, entonces las políticas de contención muestran la futilidad del relato oficial.

De hecho con el costo actual de la bolsa de harina, el kilo de pan aumentaría sólo 90 centavos y pasaría desapercibido en el contexto inflacionario. Pero el caso es que también están de por medio costos de mayor incidencia como el salarial o el de los servicios energéticos. Incluso el de las grasas, y ni hablar el del azúcar, que aún no muestra aumentos en los últimos meses, aunque la economía regional tucumana sugiere que eso sucederá también, menos tarde que temprano.

El país consume 5 millones de toneladas de trigo por año en su mercado interno; en la presente campaña producirá alrededor de 9 millones. Recuperar mercado externo (como el de Brasil) para generar divisas que el país necesita con urgencia, y al mismo tiempo cuidar desbordes de precios del mercado interno, será el gran desafío.

Para los economistas del optimismo electoral, cuando todo es promesa -como ahora- el mercado ya descontó las devaluaciones en sus sistemas de precios internos. Saben y no admiten (no lo harán hasta después de las elecciones) que eso es cierto... sólo a medias.

Tarde o temprano vamos a tener que tocar algo. Indudablemente vamos a tener que tocar algo (los precios); gane quien gane las elecciones esto se va a modificar; el estado de cosas no es real”.
Alberto Carignano, Vicepresidente del Centro Industriales Panaderos de Santa Fe

Los Molinos están pagando el trigo a un precio menor de la mitad de lo que pagaban hace 2 años, por lo que un reacomodamiento de precios del trigo no debería impactar en el valor de la harina”.
Confederaciones Rurales Argentinas, Comunicado sobre la “crisis del pan”

Dice CRA

“Para que no haya especulación con el pan, debe cambiar la comercialización y aumentar la producción de trigo”, titula Confederaciones Rurales Argentinas en un comunicado. Señala que “la distorsión en la relación entre el precio del trigo y del pan se debe a la situación de sobreoferta artificial que genera en el mercado interno el actual gobierno, a través de los manejos de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE), que deprime el precio al productor de trigo y reduce la oferta futura de trigo por menor inversión. Para despejar todo tipo de incertidumbre, en la cual sólo ganan los intermediarios, es necesario una mayor inversión y producción de trigo. Esto se logrará sólo recomponiendo el precio al productor a través de una mayor transparencia, competencia (eliminación de los ROE) y una menor presión impositiva”.

La visión desde el molino harinero: el aumento del trigo y después

“A raíz de la expectativa de lo que pueda pasar con el tipo de cambio a partir de un nuevo gobierno nacional y de la estrategia que asumirá en la comercialización de los productos del campo -sorgo, maíz y trigo- se ha abierto una puerta en la que los productores saben que el trigo va a aumentar a partir de diciembre”.

Así comenzó René Mangiaterra, presidente del Molino Matilde, su visión sobre el escenario de la cadena de valor del trigo. El directivo se refirió a las promesas de ambos candidatos presidenciales para levantar retenciones sobre el trigo, lo que mejoraría el precio que reciben quienes hoy poseen los granos o esperan por estas horas cosecharlo.

“Automáticamente, con la decisión de espera, los precios han comenzado a subir. El estimativo Rosario estaba a $ 1.000 la tonelada hace 15 días y hoy está a $ 1.350. Eso es el grano disponible, lo que supone un aumento del 30 al 35 %”, dijo en referencia a las pizarras de la víspera.

Explicó que “nosotros como industriales molineros estamos impactados por este incremento en nuestros costos; ese aumento repercute en un 65 al 75 %” de la estructura de insumos que conforma el precio final de la bolsa de harina. “Están también los costos de envase, logística, administración”, añadió.

Añadió que “sí o sí, para poder moler y hacer llegar la mercadería, tenemos que reconocer la incidencia de ese aumento en nuestros precios. A los industriales panaderos, a su vez, les debería pasar algo similar porque les aumenta su materia prima”.

Sobre la incidencia del aumento del trigo en el pan que finalmente llega a la mesa de los consumidores locales, Mangiaterra calculó que “el incremento en los valores de las harinas -redondeados- nos lleva a calcular que lo que hace 15 días valía $ 150 hoy pasó a valer unos $ 200. Hablamos de una bolsa de harina de 50 kilos con impuestos y fletes”.

“Ése -detalló- es el incremento del 33 % como consecuencia del aumento del valor del trigo. Un kilo de harina supone 1,1 kilo de pan elaborado; con la bolsa de 50 kilos eso supone que el costo de la harina por cada kilo de pan es de $ 3, lo que significa un aumento de 90 centavos de materia prima por cada kilo de pan”.

Recordó el industrial molinero que a su vez los panaderos tienen otros costos como los salariales, las grasas y margarinas o la energía.

Consultado si había faltantes de provisión de bolsas de harina a los panaderos, Mangiaterra señaló que “nosotros -y cualquier molino- no hemos hecho retención”, por lo que descartó problemas de faltantes, que se suelen repetir cuando hay tensión en el sistema de precios de la cadena de valor.

Cuando El Litoral lo consultó sobre la disponibilidad de la materia prima, el industrial molinero recordó que “sobra trigo en el país”. Respecto del subsidio que los productores recibían por parte del gobierno para compensar el menor precio del mercado interno con el “Fas teórico” (una referencia del precio internacional), expuso que “el subsidio funcionó de 2007 a 2011 como sistema de compensaciones”. Pero eso ya no sucede.

Mangiaterra reconoció que hoy los productores de trigo reciben 100 dólares la tonelada en el país cuando en los mercados internacionales de referencia el precio es mayor.

Ayer en el golfo de México la tonelada del cereal cotizaba U$S 220, en tanto que en Chicago la pizarra marcaba U$S 190.

Pero lo que recibe en el mercado local “saca alproductor de la posibilidad de producir”, reconoció el molinero.

Respecto de las existencias de trigo hoy en el país, dijo que quedan unos 3,5 millones de toneladas. Respecto de quién las tiene, respondió que “hay una combinación entre acopios, cooperativas y molinos”. Y especificó ante la insistencia que “en los molinos hay 1 millón de toneladas”

A esas existencias hay que añadir lo que se coseche en la presente campaña, estimada en 9 a 9,5 millón de toneladas en el país. “En nuestra región, de San Justo hacia el norte ya empezó la cosecha por estos días; en el resto de la zona está algo postergada por cuestiones climáticas”, expuso.

Subrayó que “la campaña viene pobre en cantidad, con 9 millones de toneladas, pero de todas maneras en la Argentina se procesan 5 millones de toneladas para abastecer el mercado interno”.

90 centavos por kilo aumentaría el pan si se trasladara el incremento de la harina en las dos últimas semanas.

33 por ciento promedio aumentó en 15 días el trigo, según las pizarras del mercado de granos, disponibles en el país.

Lo que hace 15 días valía $ 150 pesos hoy pasó a valer unos $ 200. Hablamos de una bolsa de harina de 50 kilos con impuestos y fletes. Ese es el incremento del 33 % como consecuencia del aumento del valor del trigo.

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