Luego de que varios sectores de la provincia de Buenos Aires se vean afectados por las inundaciones se ha puesto la lupa la falta de un plan integral de obras del Estado para enfrentar a los fenómenos meteorológicos de este tipo, ya que en lagunas zonas bonaerenses son repetidas las inundaciones en donde año tras año golpean con mayor violencia en la población que vive en lugares propensos a inundaciones.
El cuestionamiento sobre la falta de respuesta estatal ante este tipo de fenómenos se debe a que el financiamiento para realizar obras de infraestructura que mejoren la situación de las zonas anegadas no debería ser un problema. Ya que en los últimos doce años el Estado ha recaudado más de $10 mil millones, mediante un Fideicomiso de Infraestructura Hídrica, el cual fue creado para poder solventar obras para evitar inundaciones.
En el año 2006 se aprobó la ley 26.181 que estableció la creación de la Tasa de Infraestructura Hídrica, la cual se le cobra a los automovilistas cada vez que cargan nafta en las estaciones de servicio.
Desde ese momento la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) deposita anualmente millones de pesos en el Banco Nación con el fin utilizar el dinero para “desarrollar proyectos, obras, mantenimiento y servicios de infraestructura hídrica, de control, de recuperación de tierras productivas y mitigación de inundaciones y de protección de infraestructura ferroviaria y vial”.
Por otro lado se supo que parte de esos fondos se mal utilizaron, ya que en lugar de realizar obras para mejorar la calidad de vida de la gente, fueron destinados para solventar un stand de la Subsecretaría de Recursos Hídricos en el parque temático Tecnópolis en el año 2012.
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