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domingo, 30 de agosto de 2015

Conflicto en la Costa con loteos que levantan su cota

La Municipalidad de Rincón multó esta semana a un loteador por elevar la altura de los terrenos en Villa California. Lo que está permitido es levantar sólo el sector en el que se construirá la vivienda. También se analiza la situación de un predio en Colastiné Norte.
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Foto:El Litoral
Villa California. Durante el fin de semana pasado, hubo un importante movimiento de tierra en este loteo que alertó a los vecinos. El municipio rinconero aclaró que los trabajos no estaban autorizados.

De la Redacción de El LItoral
El vertiginoso proceso de densificación urbana del corredor de la Ruta 1, con eje en barrios como Villa California y Colastiné Norte, implica un alto nivel de responsabilidad para no agravar la vulnerabilidad hídrica, sobre todo frente a lluvias intensas, en una zona con terrenos de cotas bajas y “encerrados” por el anillo de defensas que los protege de las crecidas cíclicas en la cuenca del Paraná.

Esta semana, la Municipalidad de Rincón multó a un loteador en Villa California —a la altura de calle Del Sol al 3200, en la continuación de calle Las Estrellas— por realizar movimientos de suelo para levantar la cota de los terrenos en un sector del loteo, una práctica que no está permitida de acuerdo a las normas del municipio rinconero.

“Este loteo, además, no tenía un pliego ingresado en el municipio ni contaba con la factibilidad del Ministerio de Aguas de la provincia”, aclaró el intendente Carlos Sánchez, en diálogo con El Litoral.

La situación la advirtieron los vecinos, que se preocuparon al ver intensos movimientos de máquinas y camiones durante el fin de semana. Además piden que se preserve la continuación de calle Las Estrellas, que corre paralela a calle Del Sol.

Cuando se “altea” un terreno, lo que sucede es que se altera la dinámica del escurrimiento del agua en las cuencas de la zona, lo que puede agravar las dificultades hídricas —“nos tiran el agua”, como dicen los vecinos— de quienes ya están viviendo allí. Sánchez explicó que las normas municipales permiten levantar el terreno sólo en el sector en el que se construirá la vivienda.

En Colastiné Norte, otro barrio que profundizó su crecimiento demográfico de la mano del Procrear, los vecinos también está preocupados por los movimientos de suelo —idénticos a los que multó el municipio rinconero— en un predio ubicado entre Los Urunday, Los Ingá y Los Claveles (a la altura de Los Urunday al 5200). Ayer a la mañana, continuaron los trabajos con pala mecánica para levantar la cota de estos terrenos y hay unos 30 camionadas de tierra listas para seguir “alteando”.

Este sector de calle Los Urunday es un punto vulnerable cuando hay lluvias intensas, ya que la calle se inunda, también por el funcionamiento deficiente de los desagües, que no tienen mantenimiento. Por eso, los vecinos hicieron la denuncia en la página web del municipio.
Ante la consulta de El Litoral, desde la Municipalidad de Santa Fe se aseguró que se monitoreará la situación, aunque hasta el momento los trabajos continúan y el predio sigue subiendo su cota.

Los desagües

El otro punto fundamental a considerar en los nuevos loteos de la Costa es la infraestructura hídrica. En Colastiné Norte, el municipio venía exigiendo que el loteador realice los desagües, que en la zona son canales o zanjas a cielo abierto —no es una inversión millonaria—, cuando la superficie a lotear supera una hectárea. Lo que hacían muchos loteadores era dividir sus terrenos —es decir, lotearlos por partes— para así no afrontar el costo de estos trabajos.

El epílogo es conocido por todos. La calle y parte de los terrenos se terminan inundando con lluvias intensas y los vecinos le reclaman al municipio que haga los canales. Por eso, este es un punto que comienza a controlar el municipio santafesino.

En Santa Fe y Rincón, las ordenanzas establecen con claridad los criterios para “lotear” (ver “Las normas que deben respetar los loteos”) y el Instituto Nacional del Agua (INA) también definió ejes para planificar el desarrollo y la urbanización de los barrios de la Costa, que van desde el tamaño de los terrenos (de 1.000 metros cuadrados), los lugares que se pueden utilizar como reservorio, los desagües troncales y estaciones de bombeo y las zonas de seguridad hídrica.

Para garantizar que estos criterios se cumplan el control del Estado es clave y también el monitoreo ciudadano de los vecinos, que suelen ser los primeros en detectar futuros problemas.

Las normas que deben respetar los loteos

El Reglamento de Ordenamiento Urbano de Santa Fe (Ordenanza 11.748) establece directivas bien claras para la urbanización de Colastiné Norte, que se considera un barrio residencial de baja densidad con características de barrio suburbano (R7).

— En primer lugar se considera un sector comprendido “dentro del perímetro defendido por las defensas contra inundaciones, destinado a la localización predominante de uso residencial de baja densidad y de actividades compatibles, con valores paisajísticos a preservar”.

— Las lotes deben tener, como dimensiones mínimas, 20 metros de frente y 800 metros cuadrados de superficie, para evitar que se densifique en exceso una zona que no tiene servicios básicos de agua potable y cloacas, y que es vulnerable desde el punto de vista hídrico.

— Todas las viviendas tendrán una cota mínima de piso terminado, en sectores habitables, con una cota de 16 IGM (por eso se levanta la zona en la que va ir la casa o se construyen las habitaciones en el primer piso).

— Sobre los movimientos de suelo, la norma es tajante: “No se admitirán elevaciones de nivel del terreno en toda su extensión sea por relleno o terraplenado”.

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