domingo, 19 de julio de 2015

Colón perdió 2 a 1 con Lanús en el Brigadier López

Colón volvió a mostrar su irregularidad al caer como local ante Lanús por 2-1 y cortó una racha de siete partidos sin perder, aunque hace cinco que no gana. Sergio Gónzalez y Víctor Ayala marcaron para el Granate, mientras que Gustavo Villarruel anotó para el Sabalero.
Diario UNO | 
Colón perdió 2 a 1 con Lanús en el Brigadier López
 En la presentación de Darío Franco como entrenador sabalero jugando en condición de local,  Lanús le ganó por 2-1 a Colón en el estadio Brigadier López, con goles Sergio González y Víctor Ayala (había abierto la cuenta Gustavo Villarruel), en la continuidad de la 17ª fecha de Primera División.
De esta manera, el Granate extendió a seis juegos su racha de imbatilidad y se mantienen expectantes en la pelea de arriba. Por su parte, el Sabalero le puso fin a un invicto de siete encuentros  y llegó a los cinco sin sumar de a tres.
Más allá de las estadísticas mencionadas, el panorama asoma complicado para el conjunto rojinegro, ya que en la próxima fecha deberá visitar a River y no podrá contar con Pablo Ledesma quien llegó a la quinta tarjeta amarilla. Un punto sobre seis en juego, marca a las claras que la producción matemática está en declive, y es preocupante, ya que suma 18 puntos sobre 51 en juego con un porcentaje de eficacia de apenas el 35%.
Prescindiendo de los fríos números y analizando el funcionamiento del equipo, se podrá mencionar que existe una saludable intención de jugar por abajo y mirar en todo momento el arco rival, pero esa propuesta en muchas ocasiones choca con la realidad.
Ayer se enfrentaron dos estilos de juego muy similares en relación a la disposición táctica y las ansias de protagonismo, pero la diferencia estuvo dada en el tiempo de trabajo que lleva una en comparación con la otra. Barros Schelotto viene trabajando desde hace mucho tiempo con el plantel de Lanús, más allá de los cambios lógicos que se fueron produciendo.
En cambio, Franco lleva apenas un mes al frente del conjunto sabalero y por ese motivo tiene mucho por trabajar para afianzar una identidad de juego que por el  momento, se advierte en pequeños pasajes de los partidos. El oficio de Lanús prevaleció ante las ganas de Colón y allí se explica el resultado final. Como ante Chicago, el Sabalero jugó mejor el primer tiempo que el segundo.
Si bien en el final del cotejo estuvo cerca de empatarlo, en el desarrollo del juego, el Granate fue superior en el complemento a la hora de manejar el balón y maniatar al equipo local que no tuvo demasiadas ideas en función de ataque.
Un mano a mano de Cristian García (ingresó en el complemento) que tapó Matías Ibañez, un disparo a la carrera de Villarruel que también controló el arquero, sumado a un remate de Alan Ruiz  que Ibañez mandó al córner fueron las acciones más concretas, que llegaron por jugadas individuales y no producto del funcionamiento colectivo. Colón atacó como pudo y no como quiso.
Daba la sensación que el gol de Villarruel serviría para que Colón no sea un equipo tan vertical y pudiera distribuir la pelota con mayor criterio y pausa. Para aquietar el ritmo de juego, que arrancó muy frenético y en el final de la primera etapa bajó la intensidad.
Pero el rápido empate que consiguió González tras un tiro de esquina desbarató los planes y Colón no tuvo tiempo para administrar la ventaja y jugar con la desesperación del rival. Fue un partido de ida y vuelta, con dos rivales que no especularon y que salieron a buscar el resultado desde el minuto inicial. Se sabe que Franco no renuncia a ser protagonista, pero que esa idea trae aparejado que el equipo asuma riesgos como sucedió en estos dos partidos.
La semana pasada mencionábamos que ante rivales de mayor jerarquía Colón podía pagar caro las desatenciones defensivas y los espacios que ofrece para que el adversario lo ataque. Y así sucedió, con Chicago no debió lamentar goles en contra, porque el equipo de Forestello es el peor equipo del torneo.
Pero ante un elenco calificado como lo es el Granate, los errores se traducen en goles en contra, como los dos que anotó Lanús y que le sirvieron para consumar un triunfo importante. Por ahora, en 180’ de juego, el conjunto rojinegro insinuó más de lo que concretó.
Le falta equilibrio a la hora de retroceder y cubrir los espacios en defensa, la disposición de los jugadores, hace que se trate de un esquema bastante flexible y dinámico, pero que requiere demasiado trabajo para que sea sincronizado y no quedar a mitad de camino.
La pregunta que queda flotando es si en todos los partidos Colón debe jugar así o cambiar en relación al rival. Conociendo a Franco, es un hecho que está dispuesto a mantener su postura y no renunciar a sus convicciones,  aún cuando los resultados no se den. Después se sabrá si es una virtud o un defecto, por ahora es un gran interrogante.

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