El plenario de comisiones dio dictamen favorable al proyecto para reformar el sistema de inteligencia. El texto ya tiene media sanción del Senado y ahora quedó en condiciones de ser debatido por el plenario de la Cámara baja.
- Foto:Telam
Por: Natalia Biazzini
El oficialismo firmó el dictamen de mayoría del proyecto de ley de Inteligencia -que ya cuenta con media sanción del Seando- tras el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, de Justicia, de Seguridad Interior y de Legislación Penal de la Cámara de Diputados, en el que estuvieron algunos diputados de la oposición. Así quedó en condiciones de ser debatido por el plenario de la Cámara convocado para el próximo miércoles. De la reunión participó el secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, quien calificó a la reforma como un “avance democrático‘, junto con su par de Legal y Técnica, Carlos Zaninni y el subsecretario de Inteligencia, Juan Martín Mena.
La exposición de los funcionarios comenzó a las 10.15. Parrilli estuvo sentado al lado de la diputada Diana Conti, presidenta de Asuntos Constitucionales. La primera en hablar fue la diputada de la Coalición Civica, Elisa Carrió, que anticipó que participará de la sesión especial pero no dará quórum. Así se sumó a los opositores como Claudio Lozano, de Unidad Popular; y Nicolás del Caño, del FIT que decidieron dar el debate a diferencia de la postura que mantuvo la UCRl, el macrismo, el massismo y el FAP.
Durante dos horas los tres funcionarios del Gobierno nacional desarrollaron los puntos principales de la reforma. Parrilli habló de un mayor control democrático para las tareas de inteligencia. Destacó que personas físicas o jurídicas tengan derecho a pedir la desclasificación de documentos.
Respecto a los agentes de inteligencia, advirtió que se aumentará la pena entre 3 y 10 años para los que realicen intercepciones de comunicaciones para un uso personal. Y respecto de la “mano de obra desocupada”, dijo que el Estado controlará a los agentes que se jubilen. “Creemos que el Estado tiene que tener información sobre lo que hacen los agentes jubilados”, dijo ante un salón repleto de diputados, asesores y periodistas. También cuestionó que durante la gestión de Fernando de Santibañes, se echaron a mil agentes, que ahora están en juicio contra el Estado.
Por su parte, Mena destacó que “producto del debate” se mejoró la clasificación de la información en tres categorías: secreta, confidencial y pública. El funcionario explicó que hasta ahora la cultura de los servicios de inteligencia era clasificar toda información con la jerarquía más alta, y que ahora “habrá un cambio de paradigma, donde primará la publicidad de la información”, dijo.
Mena también se refirió a que habrá un mayor control de los datos de las personas. Y que será una “persona de carne y hueso” la encargada de resguardar esos datos y también de destruirlos en su debido momento. “Será para una mejor administración de inteligencia y protección de los ciudadanos”.
Un cuento de Borges
El último de los funcionarios en tomar la palabra, fue Zannini, que agradeció la presencia de los diputados opositores y destacó en todo momento la importancia de “valorizar a la política”. Mientras las bandejas de medialunas y los termos de café desfilaban en el salón del segundo piso, del Anexo de la Cámara, algunos diputados salían para fumar o hablar con la prensa.
El secretario señaló que este proyecto de ley es un capítulo más del avance de la democracia. “Los golpes de Estado, con el pretexto de destruir el peronismo, han tratado de destruir a la política”.
El funcionario referenció un cuento del escritor Jorge Luis Borges y se preguntó “cómo evitamos que la política de la Argentina sea una política fantástica”. La respuesta la dio él mismo: “Poniendo las cosas en su lugar”.
Dijo que fue este gobierno el que más trabajó sobre la pista iraní y que el objetivo del memorándum era que los iraníes declarasen ante jueces y digan si las pruebas que había eran reales o no. “Ahí nacen algunos miedos de los servicios de inteligencia. Esa es la verdad”, remarcó ante el auditorio que lo aplaudió.
Respecto al fallecido fiscal Alberto Nisman, Zannini dijo que “el Gobierno es el primero que quiere esclarecer todos los pormenores de la muerte de Nisman”, dijo.
Finalizando su discurso, Zannini dijo la Argentina está viviendo “un agravio a las instituciones”. En referencia a Carrió, dijo que la prefería cuando hablaba con Dios y no con (Jaime) Stiuso. Parrilli, a su lado, rió. Zannini también habló de (Héctor) Magnetto, quien dijo que lo que le preocupa es el poder regulatorio de la política. “La política es la que tiene que decidir, no los que más tienen”, cerró con aplausos de los diputados de su bloque.
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