Luego de declarar ante la jueza Marcela López, el sospechoso fue liberado. Una rueda de reconocimiento y un careo no arrojaron indicios en su contra. "No se lo puede ubicar en el lugar del crimen", dijo el vocero judicial.
Infobae |
Tras pasar ocho horas en los tribunales de Rocha, Richard "Conejo" Gutiérrez, quien era hasta hoy el principal sospechoso por el crimen de Lola Chomnalez, fue liberado, luego de declarar ante la jueza y ser sometido a una rueda de reconocimiento y un careo.
Esta mañana hubo una gran confusión en la prensa uruguaya, ya que el diario más grande del país, El País, informó que "Conejo" había confesado a la policía que era el autor del crimen. Sin embargo, el dato fue desmentido por el Ministerio del Interior y el jefe de la policía de Rocha, Oscar Misaballes.
Entre otras cosas, la jueza Marcela López ordenó hoy una fallida rueda de reconocimiento de los dos testigos que participaron de la confección del identikit que divulgaron las autoridades uruguayas: un carpintero que asegura haber visto a una persona caminando atrás de Lola en la playa y el changarín que halló el cuerpo, que asegura que había un sujeto cerca del lugar que le llamó la atención. Ninguno de los dos pudo reconocerlo.
La jueza Marcela López también dispuso un careo entre "Conejo" y Juan Sosa, un albañil que trabajó junto a Gutiérrez pintando el techo de una casa, y que aseguró que el 28 de diciembre, el día en que habría muerto Lola, el sospechoso desapareció durante tres horas, entre las 15 y las 18, y regresó con bolsas con comida, pese a que no tenía dinero. Dijo que encontró unos billetes en la playa.
Sin embargo, el careo no arrojó ninguna pista. "No hay nada consistente contra él. No se lo puede ubicar en el lugar del crimen", dijo a El Observador el vocero del Poder Judicial, Raúl Oxandabarat.
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