Así lo afirmó Daniel Cantalejo, director de la EPE. Las obras de renovación de redes que está llevando adelante la EPE en la zona de la peatonal Córdoba de Rosario tendrán poca incidencia sobre el servicio de vecinos y comerciantes.
La Capital |
Las obras de renovación de redes que está llevando adelante la Empresa Provincial de la Energía (EPE) en la zona de la peatonal Córdoba tendrán poca incidencia sobre el servicio de vecinos y comerciantes en el período de las tradicionales fiestas de fin de año. “La obra no se detiene y la afectación será mínima para los negocios”, así lo aseguró ayer Daniel Cantalejo, director de la EPE, antes de brindar una charla sobre “Desafíos para el desarrollo sustentable de la distribución eléctrica”, ante industriales y comerciantes en la sala Jorge Sábato de Defante & Cía.
El funcionario brindó detalles sobre la continuidad de los trabajos en el sector céntrico y también se permitió comparar a la EPE con otras empresas del país. “Este verano nos vamos a diferenciar claramente de otras ciudades importantes del país, como Buenos Aires. Edenor y Edesur utilizan 350 generadores en Buenos Aires, y esos son sólo paliativos”, dijo y se animó a calificar a la EPE como “la empresa más importante del país” en su rubro por sus “50 mil kilómetros de líneas”.
Haciendo hincapié en las tareas que se realizan en la peatonal, Cantalejo comentó que “se están cambiando cables que son de 1930, que hoy tienen 84 años. Eso quiere decir que hace 15 o 20 años ya eran viejos y había que cambiarlos”.
Consultado sobre las características de las obras, apuntó que “la obra no se detiene en ningún momento, tendrá continuidad plena. Lo que se acordó con la Asociación Empresaria es la menor interferencia posible en el período de obras”.
Y agregó: “Hay 800 comercios en la zona, por eso desde mitad de diciembre a los primeros días de enero se bajará la intensidad de obra sobre la peatonal, y aumentaremos la intensidad en las calles aledañas, ya que son 20 manzanas las que comprende la obra. El ritmo será siempre el mismo porque tenemos que terminar en el lapso de 20 meses que está proyectada la obra”.
—¿Qué verano espera la EPE?
—Este verano tendrá un poco más de agua que el anterior. Con ciclos, de acuerdo a los pronósticos, de altas temperaturas. Habrá lluvias y pausas. Aparentemente, no habrán olas continuadas de calor, como en el verano pasado.
—¿Qué precauciones se tomaron desde lo estratégico?
—Del verano anterior a este, hemos trabajo especialmente donde hemos tenido peor calidad de servicio. Allí está el mayor esfuerzo con las obras nuevas y muchas ya están en servicio. Por ejemplo una estación transformadora en San Martín al 5400, una inversión de 140 millones de pesos que ya está operativa.
—¿Qué otras obras realizaron?
—En el casco céntrico no menos de 100 obras pequeñas que se hicieron para mejorar cables que habían colapsado, que a veces significaban problemas en una o dos cuadras y generaban cortes permanentes en edificios. También hay más de 4 kilómetros de cables alimentadores, con eso hemos aumentado la oferta energética en Pichincha y Oroño.
—¿Cuánto reduce esto el riesgo de cortes?
—Esto no quiere decir que no existan cortes. En ese sentido, estamos haciendo un esfuerzo muy grande para mejorar la comunicación telefónica, con más líneas, y optimizando la página web para hacer una EPE más amigable con los clientes. Y en caso de interrupciones en el servicio, las reparaciones seguramente serán en tiempos menores a los del año pasado.
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