Habría sido pedida a fin de devolver animales (casi noventa pollos y pollitos) que fueron robados a un productor de la localidad vecina de Sanford.
La Capital |
Después de tres meses de haber sido noticia de un episodio insólito cuando un vecino no pudo radicar una denuncia porque no había personal, la comisaría de Chabás vuelve a ser escenario de un hecho irregular que está siendo investigado por el Ministerio Público de la Acusación de Casilda.
Se trata de una presunta coima que el titular de la repartición policial habría pedido a una familia de la vecina localidad de Sanford para recuperar parte de los once lechones, casi 90 pollos y pollitos, cuchillos y herramientas que le robaron del campo que tienen ubicado cerca del pueblo.
El “deshonesto” integrante de la fuerza policial le habría solicitado 1.500 pesos que finalmente no fueron entregados tras haberle restituido de lo sustraído sólo nueve porcinos y cuatro pollos. Las victimas del supuesto delito de cohecho decidieron hacer la denuncia al sentirse “hostigados” a pagar la suma de dinero exigida.
Semanas atrás. La historia comenzó el 21 del mes pasado cuando el agricultor Miguel Orlandoni y su hijo Jonatan fueron al establecimiento rural que tienen en Sanford y se encontraron con la desagradable sorpresa de que habían sido robados.
Si bien radicaron la denuncia en la comisaría local para que intente esclarecer el hecho, la situación de impotencia los llevo a realizar averiguaciones particulares que seis días después de ocurrido el delito le posibilitaron “descubrir” que lo sustraído se encontraría en un campo de la jurisdicción de Chabás donde fueron haciéndose pasar como potenciales compradoras de lechones.
“Nos fuimos contactando con mucha gente hasta obtener el dato de dónde estaban los animales”, sintetizaron a La Capital para explicar cómo lograron para identificar el presunto destino de lo robado.
Una vez convencidos de que habían dado con lo que buscaban desembarcaron en la comisaría de Chabás a fin de comentar lo sucedido y pedir ayuda para recuperar sus pertenencias. Al llegar fueron atendidos por un agente que tras escuchar el planteo les pidió que aguarden al comisario Norberto R. para conversar el tema que terminó tratando a solas con Miguel Orlandoni, tras invitar a retirarse del recinto a su hijo y el policía que los recibió.
Pedido de “colaboración”. El agricultor asegura que allí el comisario le pidió una “colaboración para gastos” que demandaría el rescate de los animales robados sin reparar en ninguna exigencia legal que justifique tal procedimiento como por ejemplo contar con una orden de allanamiento judicial.
El contacto fue suficiente para que horas más tarde Orlandoni recibiera en su domicilio un llamado telefónico de la comisaría de Chabás para confirmarle lo prometido y citarlo a una estación de servicio de Sanford que está fuera de actividad a fin de concretar la entrega de los animales que resultaron ser muchos menos de los que habían sido sustraídos.
Sólo 4 pollos y 9 lechones. Así fue que el productor sanforense y su hijo fueron al lugar indicado donde se encontraron con dos agentes en un móvil policial para partir rumbo a su campo y bajar de la unidad apenas cuatro pollos híbridos que estaban dentro de unas cajas ubicadas en el asiento de atrás y nueve lechones que traían en el baúl y cuyos propietarios reconocieron por marcas en sus orejas.
Tras entregar parte de lo sustraído los uniformados reclamaron a Orlandoni el dinero que dijo no tener en momento por lo que lo pusieron en contacto telefónico con el comisario para tratar el tema y al día siguiente volvieron a llamarle por lo menos dos veces para insistir con el pedido de coima que finalmente denunció el 29 de octubre en la jefatura de la Unidad Regional IV de Policía del departamento Caseros, con asiento en Casilda.
El caso está en manos de la fiscal titular del Ministerio Público de la Acusación de Casilda, Marianela Luna, quien, entre otras medidas, dispuso el secuestro de libros de guardia de la comisaría de Chabás a través de un procedimiento llevado adelante por la Policía de Investigaciones (PDI) además de entrevistarse con las víctimas y solicitar a la comuna el registro de grabaciones de cámaras de seguridad del día en que los afectados fueron a la comisaría en busca de ayuda.
Si bien el hecho ocurrió hace algunos días recién ahora trascendió públicamente y desató un nuevo escándalo en la localidad de Chabás al punto que se habría disuelto la recientemente formada cooperadora policia.
Posible implicado. Si bien aún no hay ningún imputado en la causa fuentes inobjetables indicaron a este medio que el comisario de Chabas “estaría seriamente comprometido por la situación y habría elementos suficiente para ser incriminado”.
Se trata del mismo policía que asumió la conducción de la comisaría y despertó confianza por su correcto accionar en la comunidad tras el revuelo generado hace un tiempo cuando un vecino que fue víctima de un delito no pudo denunciar el hecho porque no había nadie en la sede policial. “Es increíble que no se pueda confiar ni en nuestra propia sombra”, dijo un alto funcionario policial que se expresó “defraudado” al igual que los chabasenses que creyeron en los cambios instrumentados en Chabás. Fuentes policiales indicaron a La Capital que el cuestionado comisario habría explicado a sus superiores que el hombre que lo denunció fue quién “le ofreció una atención o colaboración por el trabajo”, aunque su postura parece ser poco convincente más aún cuando, independiente de la existencia o no del pedido de coima, al parecer también procedió de forma irregular para recuperar lo robado y devolvérselo a sus dueños.
El jefe comunal de Chabás, Osvaldo Salomón, lamentó lo sucedido y dijo que, de comprobarse los hechos, “sería un golpe muy duro para la comunidad que comenzaba a recuperar la confianza en la policía local”.
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