Así se presenta la obra interpretada por Natalia Dean, escrita por Sebastián Villar Rojas, que llegará desde Rosario para presentarse el viernes 24 de octubre, a las 21.30, en la sala Marechal del Teatro Municipal “1° de Mayo”. Entradas en venta. Apoya Instituto Nacional del Teatro. Invita Gobierno de la Ciudad.
Prensa Gobierno de la Ciudad |
El próximo viernes, a las 21.30, en la sala Marechal del Teatro Municipal “1° de Mayo” (San Martín 2020) se presentará “Sos mi sol”. Natalia Dean interpreta la obra escrita por Sebastián Villar Rojas, también dirigida por él junto a María Paula Díaz, en la que “huir de una banda de mafiosos puede ser la gran aventura de su vida. Y una buena excusa para tomarse vacaciones, si no muere en el intento”.
El espectáculo cuenta con el Apoyo del Instituto Nacional del Teatro, y las entradas ya están a la venta, en la boletería del Teatro. Las generales, tienen un valor de 80 pesos; anticipadas, y con descuento para estudiantes y jubilados, 60 pesos; mientras que estudiantes de la Escuela Provincial de Teatro, abonarán 40 pesos.
En una noche de verano
Una mujer mantiene una conversación telefónica desaforada con un hombre, atravesando las callejuelas de Colonia del Sacramento. Ha huido de Argentina amenazada de muerte por una banda de mafiosos, tras enviar a su madre a un crucero en Italia. Atribuye esa amenaza a las malas juntas de ese hombre, un holgazán de 35 años al que mantiene desde siempre y al que espera encausar alguna vez en una vida decente. En la paradisíaca noche de la ciudad uruguaya, rodeada de turistas que comen apaciblemente en los bares y restoranes, envuelta en la relajante voz de una cantante de jazz que ameniza la velada de los comensales, esta mujer -martillera pública, jefa de su propio destino- librará una decisiva batalla con su propia historia, en una rebelión de vocablos irrefrenables que configurarán mil formas de decir lo mismo: que Carlos, ese hombre, ha vencido todos los plazos y llegado al límite de su paciencia. A partir de ahora, deberá hacerse cargo de su propio destino. Pero nada es lo que parece, y la dura martillera terminará huyendo de sí misma, y descubrirá el origen de todos sus miedos.
La palabra como cura
“Sos mi sol” es una comedia en tiempo real. Emerge de la experiencia, del encuentro directo con un momento de la vida de un ser humano anónimo, una mujer entre miles que por unos minutos decidió apartarse de la manada, de las convenciones y de los buenos modales, para sumergirse a través de su teléfono en un diálogo desaforado y profundo con su propia historia, allí donde nadie esperaría que la intensidad existencial de una vida se haga presente: una noche de verano en un centro turístico.
Esta obra apunta a rescatar el rol de la palabra como cura. La palabra como acción catártica. La imposibilidad de cesar de hablar para curarse de algo: el proceso del darse cuenta como forma de ir de la acusación a la locura, y de ella a la sanidad de saberse enfermo de mandatos. En el medio, el desafío dramatúrgico de sostener la atención del espectador en algo que el espectador sabe desde el principio, depositando toda la fuerza en un ejercicio de variaciones discursivas en torno a un mismo objeto: Carlos y su abulia. De los denodados intentos del Ser (la mujer, la protagonista sintomáticamente sin nombre) por conquistar la Nada, o la nada, surge este ejercicio extremo de la palabra: “Sos mi sol”.
Así, la obra se organiza en torno a la palabra, al verbo como principal herramienta del actor. Una herramienta que, sin dudas, se utiliza con todo el cuerpo, pero que debe ser transferida al espectador con la mayor eficiencia posible, no como un medio para comunicar sino como la punta de lanza de una experiencia estética y emocional.
En “Sos mi sol” hay una historia fáctica, algo que está sucediendo en el aquí y ahora de la escena, una situación conflictiva que se desenvuelve a medida que el personaje (un personaje sin nombre pero con tres apellidos: Malatesta Cabrone Dankulovik) escupe su neurosis por las callejuelas del barrio histórico de Colonia del Sacramento.
Equipo
Los créditos se completan con Ramiro Sorrequieta en diseño de vestuario y caracterización, Mercedes Bressán en confección de vestuario, Carolina Díaz Kelly en diseño de iluminación, Osvaldo González Rubio en montaje de luces, Gabriel Cejas en audiovisual. Santiago Orlandi compuso la canción “Sos mi sol” y realizó los arreglos musicales, Evelina Sanzo en voz, Marta Toledo en asesoramiento vocal y Virginia Brauchli en asesoramiento coreográfico.
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