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jueves, 19 de junio de 2014

ROSARIO: Un alumno fue golpeado por seis compañeros en una escuela técnica

Los agresores dijeron que había sido "un juego", pero los amonestaron. Para el equipo socioeducativo es el primer caso del año.
.La Capital | 
Un alumno fue golpeado por seis compañeros en una escuela técnica

 Un alumno de primer año de una escuela técnica de zona sur fue golpeado por seis compañeros durante un recreo, sin que nadie del colegio lo registrara. Recién al día siguiente el caso llegó a oídos del director, Juan José Ovejero, cuando la madre del chico, de 13 años, llegó indignada y portando un certificado médico. El ataque les valió ocho amonestaciones a cada uno de los agresores, que sin embargo se defendieron diciendo que sólo había sido un "juego". Como es de rigor, la escuela citó a los padres de todos los pibes involucrados e informó el hecho al Ministerio de Educación, que ahora enviará a su equipo socioeducativo. Uno de los cuatro coordinadores de ese grupo, Fernando Tavella, dijo que podría tratarse del primer caso de agresión escolar del año en Rosario, pero preliminarmente descartó que haya configurado un cuadro de "bullying", como se ha popularizado al hostigamiento o el maltrato sistemáticos.
El incidente ocurrió el 11 de junio pasado en la Escuela Técnica Nº 465 General Manuel Belgrano, de 27 de Febrero 150, en el límite entre los barrios República de la Sexta y Tablada.
Según contó ayer el director, el 12 de junio recibió a la madre de un alumno de primer año que llegó a la escuela diciendo que el día anterior su hijo había sido muy golpeado por seis compañeros. Para corroborar el relato, la mujer llevaba consigo una constancia entregada por una guardia médica.
"El certificado dice que el chico se atendió en una guardia que extendió la constancia a pedido de un familiar", detalló Ovejero, quien se sorprendió ante el relato del hecho, desapercibido "para todos". De lo contrario, "se habría actuado de inmediato", afirmó.
La crónica de la madre, que supuestamente reprodujo la de su hijo, es que seis compañeros del curso se le habían acercado en un aula de taller durante el recreo y lo habían golpeado grupalmente en distintas partes del cuerpo, como en la espalda y la cabeza.
Pero "lo extraño —dijo el director— es que después el pibe siguió en la escuela normalmente y no habló con nadie: ni con los preceptores, ni con los docentes".
Una vez que conoció el episodio, la dirección escolar sancionó a los chicos identificados como agresores con amonestaciones y los citó junto a sus padres.
Los alumnos no negaron el incidente, pero lo minimizaron. "Lo que ellos dijeron fue que solamente estaban jugando, que si lo golpearon fue despacio y como parte de un juego", relató Ovejero.
El colegio, dijo además el directivo, no viene registrando situaciones de ese tipo. "Hasta ahora acá no ha habido violencia", sostuvo, por lo que definió al hecho como "aislado", aunque "por supuesto uno no quiere que ocurra, ni dentro ni fuera de la escuela".
"Nos cuesta dilucidar qué pasó realmente", se sinceró Ovejero, quien ayer estaba elaborando un informe para entregar al equipo socioeducativo del ministerio, que interviene en situaciones complejas. De hecho, se activó el "protocolo" propio para estos casos (con intervención del supervisor) y ayer Tavella ya estaba informado. "Yo diría que se trata del primer caso del año en Rosario", arriesgó el coordinador del equipo socioeducativo, convencido de que pudo tratarse de un "hecho puntual" y no de una situación en escalada.

Inhabitual. "No me consta que se registren más casos como este", dijo, algo con lo que a su vez coincidió la delegada de la Región VI de Educación, Marta Díaz.
Aun así, adelantó Tavella, ahora en la 465 actuará el equipo de tutores y luego se armarán las llamadas "rondas de convivencia".
No sólo se trabajará con los chicos (incluida la víctima), sino también con los padres, de modo de "dilucidar después si realmente se trató de una agresión o de un juego entre adolescentes que se les fue de las manos".
El especialista recordó, sin embargo, que "cuando la agresión entra al juego, deja de ser juego para pasar a ser agresión". Algo usual cuando los adolescentes "no logran medir su propia fuerza".
El director coincidió con el calificativo de "aislado", pero advirtió que se deberán "reforzar un poco los valores".

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