sábado, 3 de mayo de 2014

La monja Martha Pelloni llega a Rosario para pelear contra la explotación sexual

La religiosa, que se hizo conocida en las marchas de silencio tras la muerte de María Soledad Morales, en Catamarca, trae a la ciudad su organización, Red Infancia Robada. La hermana Pelloni aseguró que los delitos complejos “generan necesariamente connivencias”.
/La Capital | 
La monja Martha Pelloni llega a Rosario para pelear contra la explotación sexual
 La Red Infancia Robada que coordina la Hermana Martha Pelloni tendrá su versión rosarina, que se sumará a las 29 que ya funcionan en el país. Será a través de un foro social que se creará hoy, en el marco de una jornada a cargo de la religiosa, identificada por su incansable trabajo contra delitos como trata de personas, explotación sexual y la prostitución infantil, sólo por citar algunas de las formas más terribles de desgarrar la dignidad.
Casi se podría decir que fundó las marchas del silencio con el asesinato de María Soledad Morales, en Catamarca en 1990. Aquel sigilo resultó fundante y la hermana Pelloni se convirtió en un referente de los casos donde las víctimas acumulan derechos vulnerados por los cuatro costados.
"Son problemas sociales a los que hay que hacer frente con organización y promoción humana", definió la religiosa que hizo pie en Rosario en la misma semana que la Justicia detuvo en la zona oeste a un sospecho de integrar una red internacional de pedofilia.
La monja Pelloni presidió las Jornadas de Sensibilización y Fortalecimiento Institucional frente al Tráfico, la Trata, Violencia de Género, Abuso y Explotación Sexual de Mujeres, Niños/as, y Adolescentes, con la que se dio por creado el Foro Social Red Infancia Robada en Rosario, y que estará coordinado por Cáritas pero abierto a toda la comunidad.
"Infancia robada es lo que no le damos a la niñez y a la adolescencia", definió Pelloni. Y enumeró las categorías escamoteadas en el seno de una sociedad indiferente: la familia con trabajo y bienestar para criar y educar a sus hijos, además de salud y educación. Con esos déficit de base se configura una situación cultural que la monja considera naturalizada y de abordaje más que complejo.
Pelloni tiene en la mira delitos que quiere redefinir para recién ahí hacerles frente. "La trata, la explotación sexual, la prostitución infantil no son un flagelo ni un fenómeno, son parte de un problema cultural, pero no por eso voy a dejar de pensar que tiene que haber una reacción por parte de la justicia", aseguró.
Pero ese punto es justamente, la zona oscura del tema. "Estos problemas sociales que traen tanto dinero como la droga, la trata y el tráfico de personas generan necesariamente connivencias", aseguró la religiosa.
En red. Para Pelloni, las condiciones que preexisten a situaciones de abuso, trata, explotación y violencia, no sólo se relacionan con la pobreza material, sino que configuran una "cuestión cultural" a la que, además de la denunciar, se la enfrenta con la convicción de funcionar como "poder social" para conminar al Estado a generar las políticas públicas necesarias.
"Tenemos que poder incidir en las políticas públicas que se necesitan para contener y asistir a las víctimas de todos estos problemas sociales", enfatizó la hermana, que desde hace años reside en Goya (Corrientes), desde donde motorizó fundaciones que van desde la lucha a la explotación sexual a la económica.
En ese marco citó la actuación de la justicia correntina frente a la muerte de dos niños por intoxicación con agrotóxicos utilizados en las tomateras. "Después de dos años sobreseyeron al dueño del campo que usó esos fosforados por falta de mérito, con el fundamento de que eso se utiliza en toda la provincia, esto es, si está naturalizado no se puede condenar", ilustró Pelloni.
¿Cómo enfrentar la situación? "Con promoción humana desde la Red, que funciona en forma horizontal y autónoma, en el intercambio de actividades y experiencias, a través de equipos interdisciplinarios.

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