Lo dijo Eduardo Trasante, el padre del adolescente asesinado a la salida de un bar en Rosario y también de una de las víctimas del triple crimen de villa Moreno. "Hoy nuestra familia llora a nuestro segundo hijo víctima de la inseguridad y me encuentro con que el gobierno todavía no tiene herramientas para que esta experiencia no se repita", sostuvo Trasante.
.La Capital |
Eduardo Trasante, el padre del joven de 17 años asesinado el domingo tras una pelea en un bar del centro y de una de las víctimas del triple crimen de villa Moreno ocurrido el 1º de enero de 2012, se expresó en esos términos a pocas horas de sepultar al adolescente. Con serenidad y aplomo ante el dolor, el pastor evangélico aseguró que el ministro de Seguridad Raúl Lamberto le manifestó en un llamado telefónico que se siente "impotente y sin salida ante la violencia".
Trasante habló con la prensa la mañana de ayer en las escalinatas de Tribunales, muy cerca de la esquina de Dorrego y Zeballos donde el domingo alrededor de las 6.30 su hijo Jairo cayó víctima de un balazo en el abdomen. El mismo dijo que había hecho un alto en el velatorio de Jairo para asistir al reclamo de los familiares de víctimas de la violencia en la ciudad en lo que se llamó "Cruces blancas por la Justicia" (ver foto). Con pocas referencias sobre lo ocurrido, el padre del adolescente sólo pudo retransmitir la información policial: que "una reyerta dentro de un bar terminó con una pelea en la calle que involucró a patovicas", precisó.
El incidente se inició en el pub Chiringo, de Dorrego al 1000, que de madrugada también funciona como local bailable. Allí al parecer se desató una discusión entre dos grupos de jóvenes cuyos motivos no estaban claros pero que fue desligada en forma tajante por la policía del ataque que sufrió el hermano de Jairo, Jeremías Trasante, el primer día de 2012 en una canchita de fútbol de Dorrego y Presidente Quintana donde cinco hombres arribaron para vengar una balacera previa y lo mataron, por error, junto a Claudio Suárez y Adrián Rodríguez.
La gresca que se originó en el pub se trasladó a la vereda y Jairo se subió a una moto conducida por un amigo de 18 años para alejarse del lugar, pero fueron seguidos por un Renault Sandero en el que iban los adolescentes con los que habrían discutido. Cuando la moto llegaba a Dorrego y Zeballos desde el auto abrieron fuego y un proyectil alcanzó al joven a la altura del abdomen.
Según la autopsia que realizó la forense Alicia Cadierno, la causa de la muerte fue una herida de arma de fuego en la parte superior del abdomen. Antes de ser baleado, Jairo recibió golpes de puño o puntapiés en el rostro y las manos. Además tenía una herida en el cráneo, tal vez a raíz de un golpe que sufrió al caer de la moto. El proyectil no quedó en el cuerpo.
Una fuente de la investigación indicó ayer que "se trata de establecer quiénes participaron de la reyerta", con "varias hipótesis" sobre el origen de la discusión en el pub. "Todo se inició allí y a tres cuadras lo balean a mi hijo", recordó ayer Trasante padre, quien en declaraciones a Canal 5 y Canal 3 remarcó haber recibido un llamado de Lamberto para "ponerse al servicio de la familia".
Críticas. "Nuestra familia llora a nuestro segundo hijo víctima de la inseguridad y me encuentro con que el gobierno todavía no tiene herramientas para que esta experiencia, que estamos viviendo de forma repetida, no afecte a otras familias. Hoy mucha gente atraviesa un luto por el alto nivel de violencia de Rosario", expresó.
Trasante fue crítico con la gestión de la seguridad pública: "Creo que no hay ideas ni elementos. De alguna forma es lo que el ministro me transmitió. Me encuentro con que la misma gente del gobierno no tiene ideas para saber qué hacer. Estamos frente a una suerte de gran desierto donde cualquier cosa puede ocurrir".
El pastor aseguró "que el ministro manifestó sentirse impotente ante la violencia. La visión de ellos es que no hay salida. No encuentran un punto de partida para introducir un cambio. No hay ideas, faltan pronunciamientos y decisiones extraordinarias", cuestionó, pese a admitir su desconocimiento en materia de seguridad y ofrecer su aporte como "ciudadano". "Como hombre de Dios que soy, creo que tiene que haber una salida", dijo.
Jairo Trasante fue sepultado a las 15 de ayer en el cementerio privado Solar del Señor de Villa Gobernador Gálvez. "De alguna manera él repitió la conducta de Jere en cuanto a que era un chico muy alegre, muy sano, tenía la expectativa de que las cosas cambiaran", lo describió su papá, y recordó que el sábado el adolescente había escrito en Facebook (ver abajo) un texto en el que se preguntaba cuál sería el fin de su historia, que acabó de manera trágica un día más tarde.
Quiere un futuro con "final feliz"
El sábado, Jairo Trasante escribió en su muro de Facebook: “Yo quisiera saber hoy en día como terminaría mi historia, si cada vida es un cuento con principio y fin, todos venimos de un mismo lugar y todos dormiremos dentro de un cajón... Porque quisiera que llegue el futuro, porque quisiera ver la gente cómo sigue cambiando, porque quisiera que personas cambiaran, porque quisiera que en esta vida todo sea final feliz, porque en esta vida si no tenés errores no vivís, porque de esta vida no nos llevamos nada, porque de esta vida solo aprendemos de quien respeta, de quien te acompaña, de quien te traiciona, de quien te quiere, y de quien te cuida. Solamente hay un dios que sabe eso... cómo quisiera que el futuro llegue y el presente cambiase a una normalidad y a una vida diferente. Porque el dolor existe y aún persigue, porque el dolor lo aguanto y aún rebalso un balde de lágrimas por familiares y amigos que se fueron. Porque aún sufrir y llorar queda por demás, y aún amar, pensar y reaccionar queda y falta por ganar. ¡Saludos gente! Un futuro que nadie tendrá...”.
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