Un proyecto de ley presentado por el diputado nacional por Unidad Popular (UP) y dirigente de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor De Gennaro, tiene como objetivo la sindicalización policial.
Esta iniciativa tiene el apoyo de la Federación Argentina de Sindicatos Policiales y Penitenciarios (Fasipp).
A nivel provincial, el secretario general de la Asociación Profesional de Policías de Entre Ríos, Ricardo Raffo, expresó: “Estamos de acuerdo con el proyecto”, y adelantó que “en los próximos días la Confederación General del Trabajo (CGT) opinará a favor de nosotros”.
La idea es que los policías puedan plantear las necesidades de mejorar sus condiciones de trabajo y servicio, plantear mejoras salariales pero también denunciar los abusos de sus superiores con otro respaldo y bregar por los derechos de los trabajadores de igual modo que cualquier otro, independientemente del rubro al que se dedica.
Está claro que el debate recién comienza y se deberán analizar todas las perspectivas: la de los policías, pero también la de los abogados laboralistas y juristas especializados en la materia, además de las organizaciones instituciones de la sociedad.
Este proyecto cuenta con la adhesión del Sindicato Único de Policía de Uruguay, quienes sostienen que es importante reconocer a los policías como trabajadores y no como ha sido siempre, la explotación de la Policía que ha sido utilizada para defender los intereses de los gobiernos y los intereses económicos e incluso evita el desborde de la autoridad permanente.
Para muchos policías, la sindicalización sería beneficiosa para el propio sistema de seguridad, porque hoy por hoy el salario no alcanza el 50 por ciento de la canasta familiar.
Los policías –especialmente los de las provincias- se están organizando y en septiembre realizarán un Congreso en Formosa, donde seguramente esta iniciativa será enriquecida con nuevos aportes.
Es cierto que algunos sectores –especialmente políticos- se oponen a la sindicalización policial. Pero también es verdad que en la mayoría prevalece la relación que se caracteriza por tener a un grupo de la policía para tapar los enjuagues políticos o para que no se investiguen en profundidad determinados hechos.
Los expertos en la materia sostienen contra las críticas que una sindicalización policial es una herramienta que permite un mayor control político y comunitario de las fuerzas de seguridad y es una herramienta de democratización de esas mismas fuerzas de seguridad.
Por otro lado, la Constitución Nacional y las provinciales consagran el derecho de agremiación y en estos casos no se estaría contemplando.
Es evidente que se trata de una iniciativa polémica, pero también que tarde o temprano en la Argentina del siglo XXI –y luego de tantas experiencias traumáticas de represión, corrupción e injusticias- se tenía que comenzar a dar. De los aportes de cada sector se alumbrará mejor para avanzar en un tema que además del laboral implica el eje clave de la seguridad en la sociedad.
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