Lo admitió la nueva Secretaria de Servicios Públicos de la Municipalidad de Rosario, Clara García. "Antes de aplicar un aumento del boleto hay que analizar todas las variables", dijo la funcionaria.
.La Capital |
Clara García volvió ayer al despacho de la Secretaría de Servicios Públicos que había dejado en 2007. Se puso al frente de una de las áreas más más importantes de la gestión municipal en un momento particular: en medio del reclamo de los empresarios del transporte por el aumento de la tarifa de colectivos. Pero pide "algún tiempo" cada vez que la entrevista roza el tema del precio del boleto. Antes de cualquier decisión, "vamos a analizar todas las variables económicas", señala.
De todas formas, destaca que la ecuación tarifa-servicio deja al transporte público local como el mejor del país. Y aunque considera que "en la mayor parte de la ciudad las frecuencias de los colectivos son buenas", admite que "en algunos barrios la espera se duplica y es un tema que puede ser revisado".
García estuvo al frente de Servicios Públicos entre 2003 y 2007. Durante su gestión se adjudicó el sistema de transporte actualmente vigente y en los próximos meses le tocará terminar de definir los pliegos para la nueva licitación del servicio, concebido en red, con distintos tipos de líneas y posibilidad de trasbordos. Ese, dice, será uno de sus mayores desafíos; de todas formas advierte que su antecesor Pablo Seghezzo, actual Secretario de Control y Convivencia Ciudadana, le dejó "el camino asfaltado".
"Hay planificación, hay aprendizaje respecto de experiencias exitosas de servicios públicos en otras ciudades del mundo, un alto grado de incorporación de tecnología y muchos proyectos en marcha. El sistema de transporte cuenta con iniciativas como los carriles exclusivos, la tarjeta sin contacto como medio total de pago, coches articulados y la posibilidad de conocer con exactitud cuándo llega el colectivo. Toda una serie de temas de calidad que ya son una realidad y que van a quedar consolidados de cara a la nueva licitación", explicó.
—Calificó al transporte local como el mejor del país. Aún así, ¿debe reconocer que existe algún déficit?
—Más que de déficits prefiero hablar del desafío de ciudades en crecimiento. Rosario es una ciudad que crece no sólo geográficamente sino en nuevos usos sociales con una actividad de fines de semana que no es la misma de hace 10 años. Entonces esos nuevos barrios y esta mayor actividad requieren de más comunicación. La movilidad está requiriendo una nueva mirada.
—Esta mañana (por ayer), cuando se publicaron sus dichos en la web, los comentarios de los lectores fueron casi unánimes al apuntar sus críticas a un tema. ¿Sabe cuál fue?
—Sí, la frecuencia de los colectivos.
—Entonces, ¿podría considerarse un déficit del sistema?
—Uno siempre tiene apuro y siempre quisiera que el colectivo llegue más rápido. Pero está la posibilidad de conocer con exactitud el horario en el cual arriba el colectivo, lo cual permite organizarnos. Creo que en la gran mayoría del territorio de la ciudad las frecuencias son buenas. Quizás en algunos barrios, donde las banderas de las líneas se dividen, el tiempo de espera se duplica, quizás eso pueda ser revisado.
—¿Es muy costoso mejorar la frecuencia?
—Depende de poner más colectivos, más choferes y más infraestructura. De hecho, actualmente hay más unidades que hace seis años. Estamos cercanos a las 750 unidades.
—El panorama que pintaron en el Concejo los empresarios del transporte en cuanto a sus finanzas fue complejo, se habló incluso de la imposibilidad de cambiar flota. ¿Es necesario ajustar la tarifa?
—Recién estoy asumiendo. Denme un tiempo para hablar de ese tema. Vamos a analizar todas las variables económicas, respecto de la flota vamos a insistir para poder acceder a los créditos a nivel nacional para renovar unidades. Una unidad de mayor antigüedad sobre un costo de mantenimiento mecánico y de horas inmovilizadas por fallas más alto, vamos a insistir en el tema para tener una mejor financiamiento, con una tasa acorde a una inversión en un servicio público.
—Una decena de líneas ya dejan de circular de noche. ¿Esa nueva modalidad llegó para quedarse?
—En muchos lugares del mundo pasa esto. No todas las líneas que pasan durante el día cubren el horario nocturno, pero va a ser uno de nuestros desafíos trabajar el tema de la inseguridad por protección de los pasajeros y los conductores que son los más expuestos.
—¿Incrementar los subsidios municipales al transporte puede ser una alternativa para evitar el aumento de la tarifa?
—Vamos a analizarlo. Recién he asumido, no tengo todas las respuestas.
Piden ajustes para solventar el sistema de transporte
A horas de asumir García, los titulares de Rosario Bus, Agustín Bermúdez, y de La Mixta, Matías Galíndez, participaron de la reunión de la comisión de Servicios Públicos del Concejo Municipal. Allí, volvieron a insistir sobre la necesidad de aumentar la tarifa del transporte urbano. “Estamos en un punto límite —planteó Bermúdez—. Ya enviamos a la Secretaría de Servicios Públicos más de 10 notas pidiendo un ajuste tarifario”.
Los concejales Manuel Sciutto, Osvaldo Miatello, Oscar Greppi, María Eugenia Schmuck y Norma López fueron los encargados de recibir las quejas de los empresarios.
El titular de Rosario Bus recordó que el estudio de costos efectuado por el Ente de la Movilidad (EMR) ya arroja una diferencia del 27 por ciento sobre los costos calculados para octubre de 2012, cuando el precio del boleto se estableció en $ 3,20. De todas formas, cuestionó la metodología de medición que “fija un costo actual para Rosario Bus cercano a $ 3.95, cuando el costo efectivo para nuestra empresa es superior, cercano a $ 4.35”, sostuvo. La diferencia, señaló, está en no considerar el IVA abonado con la adquisición de insumos y servicios y sí en el importe de la tarifa.
“Para colmo ?destacó- en marzo de 2014 se realizarán las próximas paritarias en el sector”.
El diagnóstico del presidente de La Mixta no fue discordante. Galíndez también destacó el envío de misivas al ex titular de Servicios Públicos, Pablo Seghezzo, en las que se le expuso la realidad por la que transita la empresa y la preocupación existente ante la pérdida de equilibrio de la ecuación beneficio/costo.
Según indicó el presidente de la empresa, Galíndez, el déficit financiero llega a los 17 millones de pesos, lo que obliga a “ajustarnos en la inversión que teníamos prevista para 35 unidades, las que no vencen escalonadamente. Sólo por el momento adquiriríamos 17”.
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