Será vía administrativa hoy en el Concejo, con 540 legajos que detallan las pérdidas sufridas en Fisherton. Otros harán demandas judiciales.
La Capital |
Los legajos de 540 vecinos de Fisherton que viven en unas treinta manzanas que el pasado 19 de diciembre sufrieron una inundación tan temible como inédita, llegarán hoy al Concejo a través de una presentación que se realizará a las 8.30 en el Salón de los Acuerdos. La medida, que plantea un resarcimiento económico para los afectados, también sumará otros 40 casos de los barrios de Empalme Graneros y Nuevo Alberdi. Pero este paso administrativo no es la única derivación del anegamiento. Por cuerda separada la situación también llegará a la Justicia a través de un planteo colectivo de un sector de los inundados.
Por el momento hay dos líneas de acción para amortiguar las consecuencias de la inundación. Por un lado una vía administrativa para peticionar resarcimiento que impulsa la concejala María Eugenia Schmuck, a quien en principio ya acompañan los ediles Héctor Cavallero y Jorge Boasso. Por otra, un grupo de vecinos llevará el caso a la Justicia patrocinados por un grupo de abogados que también sufrieron el anegamiento; esta última decisión se reforzó la semana pasada luego de que en el primer cara a cara con las autoridades municipales se enteraran de que no recibirán ninguna compensación por parte del Ejecutivo.
"Hubo una reunión con la intendenta Mónica Fein el miércoles pasado en el Centro de Distrito Noroeste y dijo que no habrá resarcimiento, no nos sorprendió y seguimos adelante con la decisión de llevar esto a la Justicia", dijo a LaCapital Celeste Martín, que estima haber perdido unos 80 mil pesos incluido su automóvil, entre las aguas barrosas que dejaron rastro de materia fecal en pisos y paredes. Además, relató que para las autoridades, el desmadre del agua se produjo por un tapón hídrico como causa central y en menor medida por la basura acumulada en los lugares por donde debería escurrir.
"Para nosotros es exactamente al revés", dijo Celeste, que cursa los últimos tramos de la carrera de medicina y cuyo material de estudio terminó en uno de los tres contenedores en los que volcó los muebles y útiles de su casa. Dos meses después, la joven no puede olvidar cuando con su abuela de 96 años en brazos, trataba de que no se les ahogaran sus dos perros en el metro de agua que había en su casa. Escritura, computadora, diplomas, un sillón odontológico y hasta un piano antiguo, todo sucumbió bajo el agua.
"Todo está a flor de piel, nos encontramos con los vecinos y seguimos hablando desde nuestro dolor, fue tremendo ver llorar en las asambleas a gente de 80 años que había perdido todo", relató. Fue justamente en la última reunión donde quedó ratificado algo que ya tenían decidido: responsabilizar a la Municipalidad por lo ocurrido. "No hubiera sufrido las mismas pérdidas si hubiera tenido 40 centímetros en lugar de 90 adentro de mi casa, la basura potenció lo que quizás hubiera ocurrido de todos modos", enfatizó.
Y dijo que hay un sentir compartido: "impotencia y resiliencia, que es la capacidad de seguir adelante".
Herramienta. Para la edila Schmuck, que como su par Cavallero figuran entre los inundados de Fisherton, más allá de lo que el Ejecutivo haya dispuesto no resarcir, el Concejo es un espacio adecuado para debatir las consecuencias del desastre hídrico. "Es un poder diferente, veremos qué resuelve", comentó. Y dijo que la presentación que realizará hoy consiste en documentar a través de legajos, las pérdidas sufridas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario