Dos vecinos se trenzaron con armas blancas. Uno de ellos, de 61 años, recibió una herida en el corazón. Ninguno de los dos tiene antecedentes.
La Capital |
Dos vecinos de la zona rural del extremo sudoeste de la ciudad se batieron a duelo en la noche del domingo con el triste final de la muerte de Juan Carlos Fernández, de 61 años, quien fue apuñalado en el corazón en apariencia por su vecino, José Luis A. de 53 años.
El lugar del incidente fue la casa de Fernández, en Piamonte al 2700. Por lo que pudo reconstruir la policía hace tiempo que los dos se cruzan en las callejuelas y los senderos rurales de ese barrio en que termina la ciudad. El presunto autor del puntazo fatal tiene domicilio en Piamonte al 2500. Según fuentes policiales ninguno de los dos hombres tenía antecedentes penales y se supone que los separaba una bronca de vecinos.
José Luis A. habría ido el domingo por la tarde a la casa de Fernández y por causas que se intentan establecer discutieron en forma enérgica.
En un momento llegaron a esgrimir los dos cuchillos medianos y comenzaron una pelea a golpes de puño y faconazos que llegó a su fin cuando José Luis A., según las sospechas, asestó un puntazo en la tetilla izquierda a la víctimal, lo que le abrió un orificio de tres centímetros de largo y considerable profundidad. Fernandez fue trasladado por familiares al Hospital Saenz Peña, donde falleció
Luego del hecho, el presunto autor del crimen se refugió en su casa, a pocos metros de la de Fernández y en esos instantes los vecinos del lugar, enterados de lo ocurrido, decidieron tomar venganza.
Así un grupo de ellos encararon hacia la vivienda de Piamonte al 2500 con intenciones de prenderle fuego para consumar una venganza.
Afán de revancha. En tanto, alertados por otros vecinos acudieron al lugar donde se registraban los incidentes patrulleros de la seccional 33ª y sus ocupantes lograron evitar que los desaforados dieran con el sospechoso del homicidio, que se encontraba en su casa y en alerta, ya que el peligro inminente era que sus propios vecinos dieran con él y pudieran lastimarlo.
Los efectivos no encontraron gran resistencia entre los que armaban los disturbios y una vez disuelto el grupo se dirigieron a la casa de Fernández. Allí se logró secuestrar un cuchillo con mango negro de unos veinte centímetros de hoja y con rastros de sangre y otra arma blanca .
Además se incautó una vaina servida de pistola calibre 32, pero no fue hallada ningún arma de fuego de ese tipo. Los dos hombres eran casados y hace tiempo que viven en la zona. "Es posible que esto se haya resuelto en una especie de duelo criollo", arriesgaron fuentes policiales.
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