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domingo, 17 de febrero de 2013

AMIA: idas y vueltas de un polémico acuerdo


La semana estuvo marcada por un áspero debate en torno al memo firmado con Irán: único modo de avanzar en la causa, según el oficialismo; garantía de impunidad y “punto final”, para la oposición y la comunidad judía.


AMIA: idas y vueltas de un polémico acuerdo
Luego de un primer anuncio shock en septiembre del año pasado de que la Argentina había aceptado una reunión solicitada por el gobierno iraní para tratar el tema del atentado terrorista contra la mutual judía que en el año 1994 causó 85 muertos y por el cual la justicia de nuestro país ha solicitado la captura de 8 ciudadanos de la República Islámica, los acontecimientos se precipitaron en las últimas semanas cuando la presidente Cristina Fernández de Kirchner comunicó, por twitter primero y por cadena nacional luego, que se había alcanzado un entendimiento y que éste sería enviado al Congreso argentino para su aprobación.
Cuatro reuniones para un entendimiento
De acuerdo a lo informado por el Gobierno, hubo 4 encuentros bilaterales: una primera reunión entre el canciller argentino Héctor Timerman y su par iraní, Alí Salehi, el 25 de septiembre de 2012 en Nueva York, dos reuniones de trabajo, el 27 y 28 de noviembre pasados, de las que participó una delegación presidida por el vicecanciller Eduardo Zuain, y, finalmente, una nueva “sesión de trabajo” entre ambos cancilleres, el 3 de enero del presente año, en Zurich, que fue, en palabras de Salehi, “muy constructiva”. Presumiblemente, fue en ese momento que se dio forma definitiva al llamado “Memorándum de Entendimiento entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la República Islámica de Irán sobre los temas vinculados al ataque terrorista a la sede de la AMIA en Buenos Aires el 18 de Julio de 1994”.
Ahora bien, el ministro de Exteriores de Irán sorprendió esta semana al declarar que los contactos se iniciaron en realidad hace dos años. Consultado al respecto, Timerman reiteró que la primera reunión fue la de septiembre pasado en Nueva York y que lo anterior sólo habían sido “mensajes” del gobierno iraní.
Básicamente, el objetivo de estos encuentros entre funcionarios argentinos e iraníes fue explorar alternativas para destrabar una causa que se encuentra paralizada ante la negativa de Teherán a cooperar, para lo cual se estudiaron casos similares, como el de la voladura del avión de Pan American, conocido como atentado de Lockerbie, en el que murieron 259 personas, y por el cual se acusó a terroristas libios. Estos fueron entregados a un territorio neutral, Países Bajos.
Ya en 2010 y 2011, Argentina había ofrecido públicamente a Irán que el juicio se realizara en un tercer país.
La propuesta
El contenido del memorándum de entendimiento fue comunicado a la opinión pública argentina el pasado 27 de enero y, más tarde, el 7 de febrero, la presidente anunció su envío al Congresodonde será votado, oportunidad en la cual defendió su iniciativa y respondió a algunas de las criticas que el acuerdo ya había suscitado.
El documento determina la creación de una Comisión de la Verdad compuesta por juristas internacionales de prestigio (cinco comisionados y dos miembros designados por cada país, que no podrán ser nacionales de ninguno de ellos) que analizará toda la documentación presentada por las autoridades judiciales de la Argentina y de la República Islámica de Irán. Habrá un período de intercambio de información entre las autoridades de ambos países y la Comisión. Los comisionados llevarán adelante una revisión detallada de la evidencia relativa a cada uno de los acusados, luego de lo cual emitirá un informe con recomendaciones sobre cómo proceder con el caso. Estas conclusiones no serán vinculantes. Por otra parte, la Comisión y las autoridades judiciales argentinas e iraníes se encontrarán en Teherán para proceder a interrogar a aquellas personas respecto de las cuales Interpol ha emitido una notificación roja.
El memorándum establece también que el acuerdo no entrará en vigencia hasta su aprobación por el Congreso u otro cuerpo de cada país, tras lo cual será notificado a Interpol.
La polémica Borger - Cristina
Luego del anuncio de Cristina Kirchner de que el documento había sido remitido al Senado para su debate y posterior votación, se intensificaron las críticas al acuerdo desde la oposición y por parte de los principales referentes de la comunidad judía argentina. El debate subió de tono y hasta dio lugar a fuertes cruces entre la propia Presidente y el Canciller de un lado, y el titular de la AMIA, Guillermo Borger, del otro.
En efecto, mientras Cristina Kirchner calificó como "histórico" el hecho de que, por primera vez en casi 19 años, se lograse un "instrumento legal de derecho internacional entre Argentina e Irán para avanzar en el conocimiento y la verdad sobre el ataque terrorista", el secretario general de la AMIA se declaró “estremecido” por el tenor del documento y afirmó que "dar el brazo a torcer ante Irán no es ningún avance de la causa; esto es un retroceso". "Estamos hablando de Irán –agregó-, un Estado teocrático, negacionista, que niega la peor tragedia que sufriera toda la humanidad (el Holocausto)”. Y, aunque aclaró que este "es el Gobierno que más ha hecho para impulsar esta causa", consideró un "error" el memorándum. "¿Quién determinaría que son juristas intachables?", se preguntó.
Pero lo que motivó una réplica de la Presidente –y más tarde de Timerman- fue la afirmación de Borger de que este acuerdo con Irán “está habilitando la posibilidad de un tercer atentado, porque estamos sometiéndonos totalmente".
La Presidente lo desafió a que diera información si la tenía, sobre quiénes podrían perpetrar un tercer ataque a la Argentina. Luego el canciller acusó a Borger de querer “frenar desesperadamente el juicio”.
Finalmente, el titular de la AMIA aclaró que lo había dicho en “sentido metafórico” pero recordó que también Cristina Kirchner cuando era senadora había hecho advertencias en tal sentido.
El debate dentro y fuera del Senado
De todos modos, también durante el plenario de las comisiones de Relaciones Exteriores, Justicia y Asuntos Constitucionales del Senado, a la que asistió el canciller Héctor Timerman para defender el acuerdo y responder preguntas, los referentes de la comunidad judía reiteraron sus críticas y prevenciones. A ellos se sumaron las muy duras palabras de Laura Ginsberg, titular de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (Apemia), quien sostuvo que el acuerdo "es el punto final que pretenden imponernos”. "No ofrece ninguna salida al esclarecimiento de la masacre (…), es un "acuerdo político", dijo, cuyo objetivo es "cerrar el tema”.
Su intervención marcó un momento de tensión ya que no estaba previsto que hablara, pero ella irrumpió a los gritos la audiencia y los senadores aceptaron que tomara la palabra.
Un eje de discordia en el debate fue el del sentido del término “interrogar” (en el punto 5 del acuerdo, en referencia a la posibilidad de que el juez argentino tome declaración a los sospechosos) ya que, como señaló Borger, en la versión inglesa la palabra usada es “questionning” que “es prácticamente un reportaje", lamentó.
Además, la audiencia en el Senado estuvo precedida por un cruce de declaraciones entre funcionarios iraníes que pareció confirmar la poca fe que el acuerdo despierta entre los críticos. "El tema de la indagatoria de un responsable iraní es totalmente falso, parece que los que se inquietan por este acuerdo (con Argentina) difunden este tipo de informaciones", dijo el vocero del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Ramin Mehmanparast, en referencia al actual ministro de Defensa de ese país, Ahmad Vahidi, uno de los funcionarios cuya captura pide la Argentina.
Poco después, el ministro de Exteriores, Ali-Akbar Salehi, salió a desmentir a su propio vocero, afirmando que Irán cumpliría con los términos del memorándum, aunque sin mencionar a su colega de Defensa: “Firmamos un acuerdo de entendimiento con la Argentina sobre el caso del atentado de la AMIA para ponernos de acuerdo ambos países sobre ello”. "Me aseguré que el ministro de Defensa iraní Ahmad Vahidi sea uno de los interrogados", había dicho Timerman poco antes.
Cabe señalar sin embargo que, hasta el presente, Teherán ha negado toda implicación de iraníes en el atentado.
División entre los familiares, unanimidad en la oposición
A diferencia de Apemia, Sergio Burstein, integrante de la Asociación de Familiares y Amigos de las víctimas del atentado a la AMIA, consideró que "si el acuerdo político permite que la justicia argentina actúe dentro del Código Procesal Penal estamos totalmente de acuerdo". Sin embargo, advirtió que "si esto no se ajusta a derecho no podemos estar de acuerdo porque, más allá de las buenas intenciones, la verdad nos la va a dar la Justicia". Burstein también respaldó las críticas presidenciales a Borger y aseguró que a ese dirigente "no le importa nada el atentado y las víctimas".
Mientras que entre los familiares de las víctimas del atentado hubo discrepancias a la hora de calificar el acuerdo, la oposición fue unánime en el rechazo.
Sus referentes se pronunciaron tanto dentro como fuera de la audiencia en el Senado e incluso realizaron un acto de repudio al mismo, el jueves pasado, frente al museo del Holocausto.
El titular del Frente Amplio Progresista (FAP) y ex gobernador de Santa Fe, Hermes Binner ("No al Tratado de Impunidad"); la titular de Unión Por Todos, Patricia Bullrich (criticó el alineamiento “con un país que niega el Holocausto”); y el diputado del GEN Gerardo Milman cuestionaron la propuesta oficial, mientras que en la audiencia del Senado la voz cantante la llevaron los referentes del radicalismo: Gerardo Morales, para quien el tratado implica "una cesión de la soberanía argentina" y José Cano, jefe de la bancada radical, ("No creemos ni vemos que haya existido una modificación de la política exterior iraní"), entre otros.
La defensa del acuerdo, además del Canciller, le correspondió como es habitual al senador Miguel Ángel Pichetto quien también se ocupó de transmitir –aunque involuntariamente- la celeridad que la presidente deseaba imprimirle al debate en la cámara alta.
A las voces opositoras, se sumaron las de juristas como Luis Moreno Ocampo quien advirtió que "el riesgo (de aprobar el acuerdo) es que el gobierno de Irán use la comisión de la verdad a crearse para ocultar la responsabilidad de los autores de los crímenes". También la del ex canciller radical Dante Caputo, quien escribió en un artículo periodístico: "No le pongamos a la impunidad el sello de la Nación".
Cómo sigue
El memorándum debe ser votado en el Senado y luego pasará a la Cámara de Diputados para su debate. Pero, entretanto, la oposición está subiendo la apuesta: no sólo pidió la renuncia del canciller Timerman sino que ahora está proponiendo que el tratado sea sometido a consulta popular.
Las primeras encuestas ya indican un alto índice de rechazo al acuerdo (80%), entre quienes conocen la propuesta (67%). El sondeo es de Managment & Fit.
El Senado votará el próximo jueves el proyecto avalando el acuerdo. Para Necesita reunir a 37 senadores para habilitar la sesión. Tiene 33 senadores propios, y puede sumar a los aliados, el neuquino Horacio Lores, los fueguinos de Nuevo Encuentro María Rosa Díaz y Osvaldo López, la santafesina Roxana Latorre y el riojano Carlos Menem. Incluso el ex ARI Samuel Cabanchik se ha declarado favorable al acuerdo.
Si la aprobación del memorándum en el Congreso argentino parecería asegurada -el oficialismo cuenta con la mayoría- persisten otras muchas incógnitas en torno al futuro de este acuerdo. Una de ellas es qué entiende cada Gobierno por el punto quizá más álgido del documento –el que se refiere al interrogatorio por la justicia argentina de los sospechosos, en Irán-; o la de quiénes integrarán la comisión –sus nombres serán un importante indicio del grado de seriedad de la iniciativa-; y si Teherán efectivamente cooperará con los comisionados –debe suministrarles la información que ellos soliciten, según el acuerdo-; entre muchas otras dudas que aún no han sido despejadas. 

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