Inspección judicial tras los incidentes en Newell's. Todo el sistema colapsó al saltar el disyuntor por un cortocircuito provocado en alguna de las columnas que las sostienen.
La Capital |
Una inspección judicial de casi tres horas en las instalaciones del club Newell\'s Old Boys y sus alrededores por los graves incidentes del domingo pasado, en los que un policía resultó herido tras un enfrentamiento con simpatizantes leprosos que obligó a la suspensión del clásico con Rosario Central, determinó ayer que fueron 32 y no cuatro las cámaras de videovigilancia que dejaron de funcionar en el momento que comenzaron los enfrentamientos. También constató que el disparo que hirió al agente salió de un grupo de hinchas que se refugió dentro de la entidad del parque Independencia luego de ingresar por el portón Nº 6.
La causa por los incidentes previos al frustrado derby rosarino sigue su curso. La fiscal Nora Marull, junto a personal de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), dirigentes (ver aparte), un grupo de policías que participaron del operativo del domingo y personal del club hicieron una constatación del lugar, en una recorrida que se inició a las 9 y terminó a las 11.45.
Marull pudo ingresar a la entidad luego de registrarse en el libro de visitas y recorrió puntillosamente cada espacio. En esa instancia, se determinó que las 32 cámaras (fijas y móviles), y no cuatro como se informó en un primer momento, instaladas en el predio y en la zona perimetral salieron de funcionamiento a las 16.20 del domingo, cuando comenzaron los incidentes.
"En alguna de las columnas donde están instaladas se produjo un cortocircuito que, de inmediato, provocó que saltara el disyuntor que alimenta el software de las cámaras. No podemos saber en qué lugar se produjo la falla, que pudo ser intencional o no. Con una acción muy simple como arrojar agua salta el disyuntor, que provoca la interrupción de la alimentación", detalló la fiscal.
Luego descartó que la sala de control de videocámaras hubiera sido violentada. "La acción se realizó por fuera de ese lugar", dijo Marull. Y confirmó que hay grabaciones de medios locales que están siendo peritadas, además de apelar al compromiso de vecinos o testigos que hayan visto, grabado o sacado fotos de los hechos para que se acerquen a la fiscalía a colaborar con la investigación.
Antes de retirarse, la fiscal ordenó el secuestro del libro de visitas del club, que tiene registros de ingresos desde el 29 de octubre de 2012 hasta ayer. "Lo estudiaremos. De allí pueden surgir algunos elementos importantes, no sólo por las personas que estaban el domingo", evaluó.
Marull se trasladó luego hasta Pueyrredón y Pellegrini, en inmediaciones del parque. Según el testimonio de los policías, la batahola se desató cuando en ese sector un grupo de entre 30 y 40 simpatizantes rojinegros, parapetados detrás de los árboles, apedrearon a un auto en el que se trasladaban personas identificadas con Central.
"El móvil policial fijo apostado en esa esquina repelió la acción y convocó a otros agentes de la comisaría 5º y del Comando Radioeléctrico. Se escucharon detonaciones de arma de fuego de lado de los hinchas y la policía lo contrarrestó con un cordón y disparos antitumulto. El grupo violento ingresó al club por la portón Nº 6 y, desde allí, se habría realizado el disparo que hirió al agente Pablo Orellano", reconstruyó la fiscal.
Aún resta conocer el resultado del peritaje sobre una pistola calibre 9 milímetros hallada tras una requisa en un baño de la pensión del club luego de los incidentes. Intentan determinar si esa fue el arma que hirió a Orellano y conocer la identidad de que quien la accionó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario