Más de 5 millones y medio de personas votan para elegir al nuevo primer ministro. El actual mandatario Benjamin Netanyahu es el favorito en las encuestas.
Los israelíes comenzaron a votar en las elecciones generales de este martes, que decidirán la continuidad o no del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Las encuestas dan una ligera ventaja al actual mandatario, aunque en los últimos días su coalición perdió terreno frente al partido rival, Bayit Yehudi (Hogar Judío).
Según los últimos sondeos publicados el viernes pasado, la lista que reúne el Likud de Netanyahu y el partido Yisrael Beitenu del ultranacionalista Avigdor Lieberman, puede obtener de 32 a 35 diputados.
En tanto que líder de la lista más fuerte, Netanyahu tiene casi asegurado un tercer mandato, segundo consecutivo.
Según la BBC, la mayor parte de la campaña se ha centrado en asuntos domésticos como el costo de la vida y no tanto en los planes de paz con los palestinos.
Los colegios electorales abrieron sus puertas la mañana del martes en Israel para los comicios legislativos para componer la 19ª Kneset (Parlamento), con el primer ministro derechista Benjamin Netanyahu como favorito.
Los centros electorales cerrarán a las 22.00 (20.00 GMT), con un dispositivo de seguridad reforzado. Las televisiones difundirán sus estimaciones en cuanto cierren de los colegios.
Unos 5,6 millones de israelíes votan para renovar 120 escaños y, con toda probabilidad, prorrogar a Netanyahu.
El primer ministro votó temprano este martes junto a su esposa Sara y sus dos hijos en un colegio de Rehavia, un barrio elegante del centro de Jerusalén, donde está su residencia oficial.
La estrella de esta campaña electoral sin grandes sorpresas ha sido Naftali Bennett, el líder del partido ultranacionalista Hogar Judío, cercano a los colonos, y que según los sondeos podría ganar hasta 15 escaños.
En el centro del espectro político, el Partido Laborista (16 o 17 escaños, según los sondeos), Yesh Atid (entre 10 y 13) y Hatnuá, el movimiento de la exministra de Relaciones Exteriores Tzipi Livni (7 u 8), no consiguieron ponerse de acuerdo para una coalición.
Por todo ello Benjamin Netanyahu tiene casi asegurada la victoria para el que sería su tercer mandato, el segundo consecutivo.
El balance de la política nacionalista liberal de Netanyahu tiene a su favor una economía en buena salud pero con problemas en el horizonte, con un déficit en 2012 el doble de lo previsto.
En el plano internacional, Netanyahu tampoco lo tendrá fácil. Su política activa a favor de la colonización le pone bajo presión de la comunidad internacional, en particular de los europeos, que piden que retome el diálogo, suspendido en septiembre de 2010, con el presidente palestino Mahmud Abas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario