lunes, 28 de enero de 2013

Así funcionan los sobresueldos en la era de los gobiernos kirchneristas


Exfuncionarios cuentan cómo es la trama de corrupción K. La connivencia con empresas, los sobornos, subsidios y favores pagos


El escándalo que azota al Partido Popular en España es historia vieja en la Argentina. Pero la historia siempre se recicla. El partido de Mariano Rajoy, presidente de Gobierno español, debe explicar a la Justicia y a la sociedad el pago de sobresueldos a funcionarios de miles de euros pagados durante veinte años. Para los investigadores, esos fondos provenían de coimas.
En la era K, la rueda de la corrupción también gira en torno a la connivencia entre empresarios y funcionarios. Así lo explicaron a PERFIL ex miembros de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, que a continuación relatan cómo los funcionarios públicos se enriquecen ilegalmente y qué mecanismos sustituyen la vieja usanza del sobre con efectivo que reveló la ex secretaria de Medio Ambiente menemista María Julia Alsogaray (ver página 4). La clave: las empresas proveedoras del Estado o a cargo de concesiones públicas.
Los mecanismos que sustituyen los tradicionales sobresueldos son el manejo irregular de fondos públicos y subsidios, las denominadas “cajas” y “caja chica”, los favores a empresarios a cambio de retribuciones, el lobby a favor de un empresario, el tráfico de influencias y el cobro de un porcentaje a las empresas que quieren participar de una licitación.
“Con Néstor se hacía caja con la infraestructura. Estaba centrado en eso. Ahora el juego es más abierto”, contó a PERFIL un ex funcionario que pidió no dar su nombre.
Poderes fácticos. Desde Santa Cruz, donde ahora se dedica a dar clases, Sergio Acevedo, ex secretario de Inteligencia del Gobierno de Kirchner y ex gobernador de esa provincia, asegura que “hay una matriz: la financiación de la política es funcional al establishment económico y financiero, y todavía es una deuda pendiente porque realmente no sabemos de dónde proviene el dinero que utiliza la política”. “Me parece que no hay posibilidad de que se castigue o se prevenga tanto el mecanismo de los sobresueldos como otro que implique corrupción. Además de la responsabilidad de los políticos, la corrupción les conviene a los poderes fácticos”, añadió Acevedo.
—¿Cuáles son esos poderes fácticos?
—El petróleo, el transporte, el juego, entre otros.
“Hacer caja”. Un actual funcionario del Gobierno contó a este diario que un ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner debió dejar su cargo cuando uno de los hombres de mayor confianza de la Presidenta lo acusó de hacer “caja” con el Registro Automotor y las fuerzas de seguridad. En el Gobierno, fueron públicos los insultos propinados por la entonces secretaria del acusado hacia el funcionario que “lo mandó al frente” con la Presidenta.
La diputada opositora Graciela Ocaña, ex ministra de Salud de CFK, aseguró a este diario: “A lo que dice Acevedo sobre poderes fácticos, le agregaría que cuando yo estaba en el Gobierno observaba que se hacía caja en algunas áreas y en otras no. Hoy veo que se hace caja en todas las áreas del Gobierno. El financiamiento de la política es el motor de la corrupción”.
Gerardo Conte Grand, quien integró el grupo Talcahuano en el Congreso, fue uno de los legisladores del peronismo que denunció en 2002 el pago de sobresueldos a los miembros de ese bloque. Hoy, al ser consultado sobre cómo se utiliza el dinero público, afirmó: “Estoy seguro de que los fondos de la SIDE se siguen usando para fines non sanctos”.
Ocaña agrega: “Los sobreprecios son uno de los mecanismos que identifiqué. El negocio para el funcionario es el porcentaje de retorno que recibe. Otro es indicar a qué proveedor se debe contratar”. Para la diputada, “la mayor corrupción en el Gobierno es cuando se direccionan licitaciones, incluso desde la confección de los pliegos. También destruir medicamentos que nunca se entregan porque si vuelven a comprarlos, se quedan con un porcentaje de retorno. Se compraron ambulancias que no se usaron. Si se aplica un sistema de compra eficiente, se terminan los negocios”.
Ricardo Cirieli fue subsecretario de Transporte Aerocomercial durante el gobierno de Néstor K. Recuerda que “cuando asumió (el ex secretario de Transporte Ricardo) Jaime vino en micro desde Córdoba, no tenía dónde vivir, siempre usaba la misma ropa. Le conseguí una habitación en un hotel del gremio de peones rurales, el Facón Grande, sobre la calle Reconquista. Pero a los seis meses de estar en la función pública se mudó frente al Four Seasons, empezó a usar trajes caros, y relojes y anillos de oro”.
—¿Jaime cobraba sobresueldos?
—No le coincidían sus ingresos con su estilo de vida. El siempre se jactaba de su línea directa con Néstor. Sospecho que la plata venía de arriba o de las empresas. Cuando viajaba al exterior en misión, aunque fuera por 4 o 5 días a España, su secretaría pedía 10 mil dólares de gastos eventuales. Nosotros pedíamos 500 dólares.
—¿Cómo se enriqueció?
—Había un interés sospechoso en que los subsidios se les entregaran a determinadas empresas. Se percibía la connivencia entre empresas y la Secretaría de Transporte. La corrupción viene por la relación con las empresas. En 2007, antes de que Cristina ganara las elecciones, recibí una denuncia anónima que decía que en Transporte pedían 50 mil dólares de coima para mover expedientes cajoneados de transporte automotor y aerocomercial. Se lo mostré a Jaime, me dijo que no hiciera caso. Envié la denuncia a la Sigen y al fiscal Manuel Garrido. Ganó Cristina a los pocos días y me cambiaron la cerradura de mi despacho.

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