La Policia de Seguridad Aeroportuaria y un órgano del Ministerio de Justicia elevaron su opinión al juez Reynaldo Rodríguez. El dictamen del Programa Nacional Verdad y Justicia concluye en que el “blanco (del homicidio) fue azaroso”.
Mientras la investigación del crimen de Silvia Suppo, la militante y presa política durante los años de plomo, asesinada a puñaladas por dos jóvenes que la atacaron en su negocio de la ciudad de Rafaela el 29 de abril de 2010, podría encaminarse en los próximos meses hacia el juicio oral, sendos informes recepcionados en la Justicia federal santafesina desvirtuarían la hipótesis del móvil político.
Los papers con las conclusiones aportadas a requerimiento del juez federal Reynaldo Rodríguez por recomendación de la Cámara de Apelaciones de Rosario y originada en un planteo de la querella, provienen del Programa Nacional Verdad y Justicia, organismo del Ministerio de Justicia de la Nación, y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
El informe de la PSA descarta la línea de investigación tendida a partir de un testigo de identidad reservada que vinculaba a los presuntos autores del crimen, Rodolfo Cóceres y Rodrigo Sosa, como partícipes de una conspiración urdida por el hijo del ex juez federal Víctor Brusa.
A su vez, el dictamen del Programa Nacional Verdad y Justicia, lejos de avalar la teoría conspirativa, concluye en que el “blanco (del homicidio) fue azaroso”, y tampoco consta que los supuestos autores materiales del crimen hayan contado con otro dato de inteligencia (elemento básico de un crimen por encargo) que el conocimiento de que Suppo se encontraba sola en el negocio al momento de cometer el asesinato.
En este reporte, se avala lo actuado por el juez de instrucción rafaelino Alejandro Mognaschi, a la que se cataloga como “prolija”, además de afirmar que no hubo posibilidades de que haya sido alterado el sumario “con algún objetivo impuro”.
Se afirma respecto a las declaraciones de los supuestos autores materiales (Sosa y Cóceres), que “atendiendo al tipo y detalle de las indagatorias y a lo básico de su nivel cultural, de haber existido la participación de un tercero que hubiera ofrecido una contraprestación económica para la comisión de delito y en el marco de una figura sicaria, los declarantes lo hubieran manifestado a las autoridades policiales y judiciales”.
Sin logística
Otro elemento considerado es la carencia absoluta de logística: “Los imputados no tenían medios de comunicación ni vehículo, llegaron de a pie y ni siquiera tenían armas, usaron los cuchillos de la cocina del local”, con lo cual, deduce, “el objetivo fue el robo pero derivó en un homicidio por la resistencia de la víctima, lo cual surge del expediente judicial”.
Otro elemento considerado es la carencia absoluta de logística: “Los imputados no tenían medios de comunicación ni vehículo, llegaron de a pie y ni siquiera tenían armas, usaron los cuchillos de la cocina del local”, con lo cual, deduce, “el objetivo fue el robo pero derivó en un homicidio por la resistencia de la víctima, lo cual surge del expediente judicial”.
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