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lunes, 15 de octubre de 2012

SANTA FE: Cómo retener el agua de lluvia para que no colapsen los desagües


Esta semana se presentó un proyecto para obligar a todas las construcciones futuras a incorporar reguladores de excedentes pluviales. El sistema no es costoso y permite moderar las inundaciones en las calles.

Estanques. Este es el sistema que eligió Benuzzi Inmobiliaria para acumular agua de lluvia y retardar la llegada a la red de desagües. Es en el edificio que construye en General López 2882. - 

La ciudad de Santa Fe es un plato. Casi una palangana. Un terreno llano, con muy escasa pendiente. Si a esto se le suma la urbanización creciente y desordenada que resta espacios verdes y, por ende, permeabilidad al suelo; los pronósticos que anticipan que cada vez serán más frecuentes las tormentas convectivas; y el muy lento avance del Plan Director de Desagües, la ciudad está en problemas. Con este panorama, es muy difícil pretender que cuando se producen lluvias intensas en pocos minutos, no colapse la red de desagües y se inunden calles y viviendas.

Pero hay un plan para mitigar, en parte, esos inconvenientes. Esta semana el Concejo Municipal presentó un proyecto de ordenanza que busca obligar a que todas las construcciones que se realicen en el futuro, incluidas ampliaciones, cuenten con sistemas reguladores de excedentes pluviales.

Básicamente, se trata de pequeños tanques reservorios o simples sistemas hidráulicos partidores de caudal. Son dispositivos sencillos de bajo costo -entre $ 700 y $ 800- que permiten retener el agua mientras se produce el temporal y retardar su evacuación a la red de desagües. Así, se ataca el problema en origen, controlando el escurrimiento y tratando de regularlo en sus distintas etapas de evacuación (domicilio, predio, boca de tormenta, conducto, cuenca). Las alternativas domiciliarias y para el espacio público son varias. (Ver infografías)

En principio, sólo las grandes superficies (mayores a 1.000 metros cuadrados) ya edificadas deberían colocarlos obligatoriamente. Y todas las construcciones que se realicen desde que se apruebe la normativa, incluida la obra pública. En la ciudad se está construyendo en General López al 2800 un edificio ecológico, el primero que contempla este tipo de iniciativas. (Ver aparte).

Asesoramiento del INA

El proyecto es de autoría del presidente del cuerpo legislativo, Leonardo Simoniello, y fue elaborado con el asesoramiento del ingeniero Alejandro Cecchi, investigador del Instituto Nacional del Agua (INA), en calidad de coordinador del Programa Nacional de Riesgo Hídrico Urbano y Rural. Este organismo ha puesto en marcha experiencias similares en otros lugares del país con buenos resultados. En Adrogué, partido Almirante Brown del Gran Buenos Aires, lo aplicaron en una obra de desagües pluviales; y en Rosario, en las viviendas que construyó el municipio en barrio Gorriti Sur.

Como el sistema no está desarrollado en nuestra zona, el municipio deberá generar instancias de capacitación para profesionales del área de la construcción, porque el propio urbanizador podrá proponer el sistema de regulación de caudales que quiera implementar. De todos modos, en la ordenanza se incorporarán diseños de dispositivos con el cálculo del volumen del agua a colectar según la superficie de la construcción.

En las obras nuevas, los reguladores deberán producir, como mínimo, una reducción del caudal máximo a evacuar del 50 %. El resto sí escurrirá hacia la calle mientras se produce la lluvia. El municipio deberá evaluarlo y aprobarlo y estará facultado a aplicar multas económicas a quien no mantuviera en adecuadas condiciones de funcionamiento los dispositivos hidráulicos.

Al fundamentar la propuesta, el concejal Simoniello explica que “se trata de una visión diferente en el tratamiento de los excedentes pluviales ante lluvias intensas, pero también de entender que es necesaria la colaboración de todos ante un problema como lo es la vulnerabilidad hídrica, solidarizándonos, a partir de las nuevas y grandes obras, en mecanismos que atenúen el impacto, fundamentalmente en las zonas más bajas de la ciudad”.

Un ejemplo en marcha

En Santa Fe, la empresa Benuzzi Construcciones está desarrollando el primer edificio ecológico, en General López 2882. Entre otras cuestiones ambientales, contempla un sistema de recolección de agua de lluvia que retarda la evacuación pluvial hacia la calle. En este caso, se están construyendo varios piletones o estanques que acumularán agua de lluvia en el cuerpo principal del edificio. El líquido acumulado podrá ser luego utilizado para los distintos sistemas de riego y para tareas de limpieza del edificio.

La idea es que este espacio tenga una decoración armoniosa y sea de uso recreativo para los futuros residentes, beneficiándolos con el disfrute de una plaza y los estanques con flores (de tierra y acuáticos).

Para crear el espacio que contenga los estanques reservorios se sacrificaron zonas que podrían haber sido destinadas a cocheras o a otros usos. Pero la empresa optó por dar respuesta al planteo que le propuso el municipio para que las desarrolladoras inmobiliarias de la ciudad comiencen a contemplar soluciones creativas para colaborar en la prevención del riesgo hídrico.

Cambios normativos

Para poner en marcha esta propuesta deberán modificarse distintos artículos de cuatro ordenanzas: la Nº 11.748 correspondiente al Reglamento de Ordenamiento Urbano; la Nº 7.882 del Régimen de Infracciones y Penalidades; la Nº 7.279 del Reglamento de Edificaciones; y la Nº 7.677 del Reglamento de Urbanizaciones y Subdivisiones.

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