Varios países sudamericanos figuran en la lista de países que dejarán de beneficiarse por incentivos comerciales de parte de la Unión Europea.
Argentina, Brasil, Cuba, Venezuela y Uruguay figuran en la lista de países que dejarán de beneficiarse en 2014 de incentivos comerciales por parte de la Unión Europea (UE), informó hoy el Ejecutivo comunitario.
Todos ellos son parte de la lista de 12 países que saldrán del sistema europeo de ventajas arancelarias (SGP) por haber sido catalogados en los últimos años como economías de renta media-alta por parte del Banco Mundial (BM).
Se espera que las exportaciones a Europa de muchos de esos países sufran “reducciones limitadas”, de en torno al 1 %, aseguró la Comisión Europea (CE) en un comunicado.
La revisión del SGP, acordada ya por los Estados miembros y el Parlamento Europeo, busca centrar los beneficios comerciales en los países más necesitados, dejando de lado a los que han alcanzado niveles de desarrollo superiores.
Así, quedarán sin las ventajas comerciales que recibían para toda una serie de productos y materiales ocho países ahora catalogados como de renta alta (Arabia Saudí, Baréin, Brunei, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Macao, Omán y Catar) y doce de renta media-alta (Argentina, Bielorrusia, Brasil, Cuba, Gabón, Kazajistán, Libia, Malasia, Palaos, Rusia, Uruguay y Venezuela).
También quedan excluidos del sistema 34 países que ya disfrutan de ventajas por acuerdos de libre comercio con la UE, entre ellos México, Sudáfrica, Argelia, Egipto, Jordania, Líbano, Marruecos, Túnez y varios del Caribe, incluida la República Dominicana.
Según la CE, para este grupo de países el cambio no supondrá ningún impacto, pues sus productos ya se benefician de ventajas.
Además, se excluye del nuevo SGP a 33 países y territorios de ultramar, en su mayoría parte de la Unión Europea, como Gibraltar, las Antillas Neerlandesas o las Malvinas, que según Bruselas no utilizaban esta vía para sus ventas.
Europa espera que la salida de competidores comerciales beneficie a los países que sí seguirán dentro del sistema, que a priori serán 89.
Entre ellos figuran Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú, dentro del continente americano.
También países asiáticos como China, India, Irán o Tailandia, y europeos como Armenia o Ucrania se seguirán beneficiando de ventajas comerciales por ser de renta baja o media-baja.
Además, 49 de ellos -los más desfavorecidos y principalmente africanos- podrán exportar sin aranceles dentro del programa “Todo menos armas”.
“Es importante haber reconocido que algunos de los principales países en vías de desarrollo se han hecho mundialmente competitivos”, señaló el comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, en un comunicado de prensa.
De Gucht agregó que eso permite “diseñar nuestro sistema comercial en favor del desarrollo de manera que los países que aún no han avanzado lo suficiente reciban algo más de aliento y apoyo”.
La UE, además, prometió dar más apoyo a los países que se comprometan “seriamente con la aplicación de los convenios internacionales de derechos humanos, derechos laborales, protección del medio ambiente y buen gobierno”.
En 2011, las importaciones que se beneficiaron de las preferencias del SPG representaron 87.000 millones de euros, en torno al 5 % del total de las compras de la Unión y el 11 % del total de las importaciones comunitarias procedentes de países en vías de desarrollo.
Todos ellos son parte de la lista de 12 países que saldrán del sistema europeo de ventajas arancelarias (SGP) por haber sido catalogados en los últimos años como economías de renta media-alta por parte del Banco Mundial (BM).
Se espera que las exportaciones a Europa de muchos de esos países sufran “reducciones limitadas”, de en torno al 1 %, aseguró la Comisión Europea (CE) en un comunicado.
La revisión del SGP, acordada ya por los Estados miembros y el Parlamento Europeo, busca centrar los beneficios comerciales en los países más necesitados, dejando de lado a los que han alcanzado niveles de desarrollo superiores.
Así, quedarán sin las ventajas comerciales que recibían para toda una serie de productos y materiales ocho países ahora catalogados como de renta alta (Arabia Saudí, Baréin, Brunei, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Macao, Omán y Catar) y doce de renta media-alta (Argentina, Bielorrusia, Brasil, Cuba, Gabón, Kazajistán, Libia, Malasia, Palaos, Rusia, Uruguay y Venezuela).
También quedan excluidos del sistema 34 países que ya disfrutan de ventajas por acuerdos de libre comercio con la UE, entre ellos México, Sudáfrica, Argelia, Egipto, Jordania, Líbano, Marruecos, Túnez y varios del Caribe, incluida la República Dominicana.
Según la CE, para este grupo de países el cambio no supondrá ningún impacto, pues sus productos ya se benefician de ventajas.
Además, se excluye del nuevo SGP a 33 países y territorios de ultramar, en su mayoría parte de la Unión Europea, como Gibraltar, las Antillas Neerlandesas o las Malvinas, que según Bruselas no utilizaban esta vía para sus ventas.
Europa espera que la salida de competidores comerciales beneficie a los países que sí seguirán dentro del sistema, que a priori serán 89.
Entre ellos figuran Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú, dentro del continente americano.
También países asiáticos como China, India, Irán o Tailandia, y europeos como Armenia o Ucrania se seguirán beneficiando de ventajas comerciales por ser de renta baja o media-baja.
Además, 49 de ellos -los más desfavorecidos y principalmente africanos- podrán exportar sin aranceles dentro del programa “Todo menos armas”.
“Es importante haber reconocido que algunos de los principales países en vías de desarrollo se han hecho mundialmente competitivos”, señaló el comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, en un comunicado de prensa.
De Gucht agregó que eso permite “diseñar nuestro sistema comercial en favor del desarrollo de manera que los países que aún no han avanzado lo suficiente reciban algo más de aliento y apoyo”.
La UE, además, prometió dar más apoyo a los países que se comprometan “seriamente con la aplicación de los convenios internacionales de derechos humanos, derechos laborales, protección del medio ambiente y buen gobierno”.
En 2011, las importaciones que se beneficiaron de las preferencias del SPG representaron 87.000 millones de euros, en torno al 5 % del total de las compras de la Unión y el 11 % del total de las importaciones comunitarias procedentes de países en vías de desarrollo.
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