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domingo, 20 de mayo de 2012

Maradona asesoró a Bonfatti en su paso por Dubai: "Si no les fallás, ellos te dan todo"

El encuentro fue breve pero emotivo. “¿Qué andan haciendo?”, preguntó el Diez mientras le sacaban varias fotos. “Venimos a hacer negocios con los árabes”, le contó brevemente el gobernador. “No les falles y ellos te van a dar todo”, le aconsejó el técnico que ya parece saber de qué se trata.

El que está parado al costado de la cancha de entrenamiento del Al Wasl es el gobernador de Santa Fe. En el área chica se divisa la figura inconfundible de Diego Maradona. El silencio es enorme. El técnico está obsesionado con que sus jugadores aprendan a patear penales. Antonio Bonfatti espera sobre la línea de cal mientras los “players” pasan dos y tres veces repitiendo el mismo ejercicio. Al día siguiente entenderá que la dedicación tuvo sentido: el equipo de Dubai que dirige el ídolo argentino se clasificó en el torneo del Golfo en una definición desde los doce pasos.
De pechera celeste, transpirado por la práctica y el sofocante calor de la monumental ciudad de los Emiratos, Maradona viene al encuentro de Antonio Bonfatti con la mano extendida. “A vos te doy un abrazo”, le dice el gobernador santafesino después de un largo día de reuniones de trato protocolar en su gira por Medio Oriente. Su camisa quedará marcada por el sudor del ídolo argentino tras confundirse en un fuerte abrazo.
El encuentro fue breve pero emotivo. “¿Qué andan haciendo?”, preguntó el Diez mientras le sacaban varias fotos. “Venimos a hacer negocios con los árabes”, le contó brevemente el gobernador.
“No les falles y ellos te van a dar todo”, le aconsejó el técnico que ya parece saber de qué se trata. Sus palabras resultaron premonitorias. Al día siguiente el Fondo de Kuwait confirmaba un préstamo por 106 millones de dólares para la provincia. Y una de las claves fue haber pagado en tiempo y forma un compromiso contraído por Santa Fe veinte años atrás. 
Vivir en la palmera. Maradona vive en un lugar soñado en Dubai: el hotel Atlantis, sobre la costa de la palmera Jumeirah, la primera isla artificial construida en terrenos ganados al mar y que desde el aire se ve con la forma de esa planta. Y su adaptación al ambiente de los árabes está plagado de anécdotas. Una de ellas lo pinta de cuerpo entero: Diego se trajo a Dubai un perro de caza, pero como los musulmanes no aceptan a estos animales (sí a los gatos) cada vez que una persona de esa religión visita su departamento, Maradona manda a sacar al animal afuera.
La adoración de Silvia. La idolatría que despierta Diego en los argentinos y en el mundo tiene niveles de veneración en la esposa del gobernador Bonfatti. Silvia Tróccoli no adora el fútbol, pero siente devoción por la personalidad y el caracter de uno de los jugadores más grandes de la historia. Tanto que le puso de nombre Diego a su mascota y le dice Tota (por la madre de Maradona) a una de sus hijas.
Durante el encuentro, el técnico argentino mantuvo un largo rato tomada de la mano a la esposa del gobernador y le agradeció a Bonfatti “por hacer el bien a nuestra gente”. También se puso a disposición “para ayudar a la provincia en lo que haga falta. Y miren que estoy hablando en serio”, les aclaró.
Un rato después de la despedida, llegaron al campo de deportes del Al Wasl las cajas de alfajores santafesinos que le llevaron de regalo. El gesto fue agradecido por la novia de Diego en un mensaje de texto que mandó al teléfono de la esposa de Bonfatti. Es que después de hacerse un lugar para saludar al gobernador de Santa Fe, Diego siguió con la práctica.

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