El presidente francés, quien
buscará su relección en los comicios del domingo, opinó que el
triunfador de la contienda se decidirá \"en el último momento\", pese a
los sondeos que indican una clara ventaja en favor de François Hollande.
El mandatario insistió en que cree que "habrá un voto muy importante en la segunda vuelta" y en que "nunca una elección estuvo tan indecisa" y se decidirá "en el último momento".
En la entrevista, dedicada al comentario del debate televisivo de anoche en el que durante dos horas y cincuenta minutos se enfrentaron los dos candidatos a la jefatura del Estado, el presidente-candidato aprovechó para criticar a su rival, para el que "toda persona que no es de izquierda es sospechosa" y que "promete un gasto de locura".
Le reprochó al líder socialista en particular su negativa a incorporar en la constitución la conocida como "regla de oro", que obliga a todos los gobiernos en ejercicio a políticas tendentes al equilibrio financiero.
Y reiteró por su parte, que si gana el domingo llevará ante el Parlamento esa reforma constitucional, y que si no consigue allí la mayoría suficiente, someterá la cuestión a referéndum.
Sarkozy defendió su política económica y fiscal frente a la crisis, y de nuevo la justificó señalando que su actuación es razonable porque "no quiero -dijo- que Francia esté en la situación de España".
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