El representativo sureño derrotó a Santa Fe y jugará por primera vez en el sector principal del rugby argentino.
Seleccionado
Superior de la Unión del Alto Valle del Río Negro y Neuquén. El que
supo construir una victoria que le permitió acceder a la historia grande
del rugby nacional. Luis Cetraro Foto:Luis Cetraro
Merced a una producción que poseyó méritos suficientes como para soportar estoicamente los momentos más adversos del partido y aprovechar con creces los favorables, la Unión del Alto Valle del Río Negro y Neuquén venció a su par de la Unión Santafesina de Rugby por 13 a 11, adquiriendo de ese modo el derecho de militar en la zona Campeonato del Argentino 2013.
Con enorme entereza, orden táctico y una óptima respuesta física, el equipo sureño logró imponer condiciones en el tramo final de un cotejo que en general había sido equilibrado, más allá que hasta promediar el complemento, los santafesinos habían denotado cierto control de las acciones.
En ese contexto, la etapa inicial se cerró 8 a 3 en favor del anfitrión, que al promediar el complemento mantenía la ventaja por 11 a 6, tras haber sumado un penal cada uno de los protagonistas.
Sin embargo, cuando faltaban aproximadamente quince minutos para el epílogo, los sureños comenzaron a insinuar un evidente “acomodamiento” en las diferentes facetas del juego, lo que a su vez provocó una creciente incomodidad en los locales.
Por ende, no extrañó demasiado cuando minutos más tarde llegó un buen try visitante, que le colocó una especie de punto de inflexión a las acciones, pronunciando el desalineado del andamiaje santafesino.
Con cada vez menos minutos por jugar, Santa Fe insistió con más enjundia que inteligencia, lo que obviamente conspiró contra sus propias posibilidades, más allá que dispuso de un par de situaciones factibles para modificar el marcador, a través de kicks a los postes.
El final mostró las dos caras emergentes del resultado. Por un lado, el meritorio plantel patagónico reunido en una interminable ronda de felicidad, que a puro cántico celebró la obtención del primer ascenso de su historia.
El que -vale resaltar-, se realza por los sacrificios que se hacen habitualmente para practicar este deporte en zonas que en algunos casos son inhóspitas, desde las cuales se fue construyendo una Unión que supo fortalecerse desde las más disímiles adversidades.
Por el otro, fue dable observar la serena resignación santafesina, producto de saber de manera fehaciente que el camino elegido es el correcto y que más allá de la desazón provocada por una derrota de cierto modo inesperada, sólo se trata de afianzar lo construido y esperar pacientemente la hora del retorno al sector más selecto del rugby nacional.
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