PROV. STA FE: El gobierno pretende recaudar mil millones con su ajuste tributario

La propuesta del Ejecutivo plantea aumentar la alícuota de Ingresos Brutos a grandes contribuyentes. También, gravar a la construcción pero mantener exenta a la industria. El Inmobiliario Rural tendrá subas de entre el 50 y el 600 por ciento; el Urbano, de entre el 60 y 120. Las partidas con el mínimo pagarán veinte pesos más.

 “Reforma tributaria” para el gobierno; “impuestazo” para algunos sectores de la oposición. Ayer, el Poder Ejecutivo envió finalmente a la Legislatura el mensaje que plantea una fuerte suba del Inmobiliario sobre todo rural, eleva Ingresos Brutos para grandes contribuyentes y grava con el mismo tributo a la construcción.

En primer lugar, el mensaje pretende sanear la discusión sobre la legalidad del decreto 200 que ya estipulaba un aumento de Ingresos Brutos para grandes contribuyentes; ante los cuestionamientos por la posible inconstitucionalidad de aquella decisión, el gobierno resolvió plantear por ley elevar del 3,5 al 3,8 por ciento la alícuota para los contribuyentes con facturación anual de entre 30 y 40 millones de pesos, y a un 4,2 por ciento para aquellos que superen los 40 millones.

El proyecto propone gravar con Ingresos Brutos a grandes constructoras -las que facturen más de 1,5 millones de pesos, es decir, unas 300 empresas-, que deberán pagar el 2,5 por ciento en el caso de las radicadas en la provincia, y el 3,5 para las que se encuentren fuera de los límites del territorio santafesino. Seguirán exentas las empresas de la construcción consideradas “pequeñas y medianas” -con una facturación de menos de 1,5 millones de pesos anuales- y que rondan las siete mil.

También seguirá exento el sector industrial (ver aparte), tal como lo planteaban los empresarios y varios legisladores del justicialismo. Una última exención se le concede al transporte público de pasajeros, que actualmente paga el 1,5% por la venta de cada pasaje.

El mensaje plantea crear un impuesto para las embarcaciones deportivas o de recreación. Para las que tengan un valor de mercado de entre 20 y 40 mil pesos, la alícuota será del 1,6 por ciento; a partir de allí, el gravamen será progresivo -hasta un tope de 2,7%- según el valor del bien.

Inmobiliario

Los incrementos del Inmobiliario Rural dependerán de la extensión y de la ubicación geográfica del predio. Los campos de menos de cincuenta hectáreas tendrán un aumento que no podrá superar el 50%. Por ejemplo, un campo de 30,3 hectáreas en Alvear que hoy paga 1.536 pesos anuales, pagaría con la reforma 2.304.

Las explotaciones agropecuarias de entre 51 y 600 hectáreas tendrán un aumento de entre el 100 y 300%; un campo que supere las 600 hectáreas, pagará un 450% más, y un inmueble de 1.800 hectáreas, pagará el 600% de incremento en la zona de mayor productividad.

En tanto, en el caso de la Zona Centro Norte de la provincia, los propietarios que superen las 12.500 hectáreas y hasta 37.500, pagarán entre el 400 y el 500% de incremento. En el caso de la Zona Centro Sur, los propietarios que superen las 600 hectáreas y hasta 1.800, pagarán entre 450 y 600% de aumento.

En cuanto al Impuesto Inmobiliario Urbano, el proyecto prevé un leve a ajuste de veinte pesos más por año para las partidas que paguen el mínimo -aproximadamente, el 47% de los inmuebles-. El 33 por ciento de las partidas restantes tendrán un ajuste que irá entre el 60 y 85 por ciento. Por ejemplo, una casa en el centro de Rafaela, cuyo valor de mercado es hoy de 400 mil pesos, de pagar 526,20 pesos anuales, pasaría a pagar 914, es decir, un 74% de incremento.

Las propiedades cuyo valor de mercado supere los dos millones de pesos -y que constituyen un diez por ciento del universo de contribuyentes- pagarán hasta un 120% de aumento.

Fundamentos

El subsecretario de Ingreso Públicos, Sergio Beccari, defendió “el principio de equidad contributiva” del proyecto que “se ve reflejado en el incremento del impuesto a grandes propietarios de tierras rurales”.

También destacó que se grave con Ingresos Brutos a grandes contribuyentes -aunque no así a la industria en general-. “De esta forma se verán modificadas las alícuotas que hoy pagan las entidades financieras, compañías de seguros o de telefonía celular, actividades de gran facturación y de una enorme rentabilidad -expresó-. Esto significa que el que más capacidad contributiva tiene, sea quien más tribute”.

Dijo que el eje que guió el proyecto fue el de ajustar los impuestos sobre el patrimonio antes que los del consumo. Y respecto de los primeros -impuestos sobre el patrimonio- aclaró que se pretenden adecuar valores fiscales que datan de 1974.


450 millones de pesos, aproximadamente, es el dinero que se coparticiparía a municipios y comunas como consecuencia de la reforma.


“No hay exageraciones”

En diálogo con El Litoral, el ministro de Economía de la provincia, Ángel Sciara, se refirió esta mañana al proyecto elaborado en su área.

—¿El proyecto enviado es el que deseaba el gobierno o el que se pudo consensuar con el PJ?

—Es una disyuntiva falsa; lo que uno propone es lo que en verdad tiene viabilidad política de ser. Ya aprendimos en su momento que la realidad es lo que podemos construir y no lo que puede anhelar.

—¿Y por ese aprendizaje es que se vuelve a dejar exenta de Ingresos Brutos a la industria?

—Sí, por ejemplo. Eso creo que daría para un trabajo y un análisis específico y particular. Ponerlo hoy (en el proyecto) lo único que haría es establecer un elemento que no permitiría encontrar fundamentos y soporte a lo que es la totalidad de la reforma tributaria.

—¿Cómo define los aumentos?

—Hay que ser muy cuidadosos cuando uno ve los porcentajes y se asusta. Si usted pasa de pagar de un peso a dos, es un aumento del 100%, pero cuando toma los valores absolutos, no se puede asustar. Los valores relativos hay que establecerlos y analizarlos en su contexto. Esto no es ninguna cosa extraordinaria lo que estamos haciendo; incluso creo que hay posibilidades de seguir trabajando y haber tenido una mirada mucho más alta, pero uno no quiere exagerar. Uno lo que trata es de establecer un régimen tributario que comience a recuperar lo que no se hizo durante tantos años, pensando que es malo aumentar los impuestos. Lo que puede ser malo es que haya exageraciones o impuestos expropiatorios, cosa que no ocurre con esta reforma. Este proyecto apunta a la justicia y la equidad contributiva.

Avalúo: 15%

El titular de Catastro, Horacio Palavecino, explicó sobre qué base se aplicarán los nuevos aumentos de Inmobiliario. “Lo que planteamos -dijo a El Litoral-, es actualizar los valores fiscales de los inmuebles rurales a partir del relevamiento que hicimos de valores de mercado. Pero al efecto del Inmobiliario, sólo contemplaremos el 15% de ese valor de mercado o nuevos valores fiscales. Si no, sería un exabrupto el aumento; no lo podríamos contener. Nos parece que ir a un 15% del valor del mercado es razonable, que mantiene una equidad tributaria para todo el territorio y que permite el aumento que necesitamos en la provincia”. El funcionario recordó que el avalúo vigente data de 1974 con actualizaciones en 1992. La metodología implicaría también una variación en el impuesto a los bienes personales.