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lunes, 5 de diciembre de 2011

PROV. STA FE/Paraná Metal reanudará su producción

Luego del cierre de la convocatoria de acreedores, la firma M&S, del empresario kirchnerista Cristóbal López, evalúa reabrir la fábrica de Villa Constitución. De 900 trabajadores quedan sólo 150. Se fabricarán campanas y discos de freno. El gremio busca extender el subsidio de 1.900 pesos que cobran los operarios.

Paraná Metal reanudará su producción

A diferencia de otros momentos crudos e intensos, las fiestas de fin de año pueden tener un condimento especial para los pocos trabajadores que quedaron en Paraná Metal. Tras cerrar una etapa en la convocatoria de acreedores, luego de que la Justicia homologara un acuerdo con quienes tenían acreditadas sus deudas, la automotriz de Villa Constitución, que surgió a fines de los años ’50 como una empresa satélite de Acindar y es una de las pocas fundiciones que quedan en pie en el país, reanudará su producción con 150 de los casi 900 operarios que había en la planta hasta que se hizo cargo a principios de noviembre de 2010 en medio del conflicto el empresario kirchnerista Cristóbal López a través de la Pymes multirrubros M&S, del grupo Indalo.

El extenso conflicto que arrancó en 2008 en esa planta en la que se fabricaban block para Ford dejó como resultado una sangría increíble de puestos de trabajo en una rama de la industria, como es la automotriz, que bate récords desde los últimos cinco años. Pero, este último capítulo de la historia de Paraná Metal tiene poco que ver con la coyuntura económica local, sino con una dimensión productiva particular. Paraná Metal fue concebida según señaló el economista de la Universidad Nacional de Rosario Sergio Arelovich para “abastecer en carácter de exclusividad a la terminal automotriz que le dio origen (Ford), con una tendencia a la obsolescencia tecnológica fruto de las decisiones empresarias tanto de la compañía demandante principal como de los directivos que estuvieron a cargo desde la transferencia accionaria de Paraná Metal”. Uno de los problemas más serios que enfrenta la planta es la falta de tecnología. La última compra de maquinaria en Paraná Metal se hizo en 1998. Carlos Rodríguez, ministro de Trabajo provincial, en sus últimas declaraciones en el cargo que hizo a modo de evaluación de su gestión admitió que la espina que le quedó clavada fue “haber fracasado en el conflicto de Paraná Metal”.

La “reactivación” de la planta de Villa Constitución apunta, según explicaron fuentes del gremio de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución, a trocar la clásica producción de blocks de motores por piezas más chicas, como campanas y discos de freno, que serían vendidos a Ford Brasil. Otra de las ideas, que se teje para un futuro no muy lejano, es que se puedan fabricar piezas para maquinarias agrícolas.

Leonardo del Grecco, dirigente de la UOM Villa Constitución, sostuvo a este medio que “la empresa está evaluando un plan de reparación de las máquinas para volver a producir. Desde la UOM pedimos una reunión con la compañía para que nos informen sobre este proyecto porque no sabemos cuándo ni cómo se llevará a cabo”.

Actualmente, hay cerca de 150 trabajadores planta permanente en condiciones de retomar al trabajo. El resto, unas 750 personas, quedaron en el camino: se fueron tras conseguir otro trabajo, se plegaron a un retiro voluntario (unos 400 operarios firmaron), fueron despedidos e indemnizados, o se jubilaron. Los 150 obreros que quedan cobran actualmente un subsidio nacional de 150 pesos, que vencía en octubre pero tras una serie de gestiones lograron prorrogarlo hasta diciembre. El gremio pide que se extienda la prórroga, aunque ahora no va ser tan sencillo que Carlos Tomada, titular de la cartera laboral, lo autorice.

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