Son de débito y habrá una por patrulla. Buscan más control de recorrido y evitar las malversaciones. La prueban en diciembre en el área de seguridad vial por 90 días. Intentarán que sea para toda la fuerza. "Como las tarjetas están asociadas a los dominios de los vehículos esto implicará ejercer un contro real sobre el kilometraje y el uso de cada uno de ellos por el GPS", dijo el Secretario de Seguridad Horacio Ghirardi.
El gobierno provincial implementará a partir de diciembre un mecanismo que aspira a la modificación progresiva del abastecimiento de los móviles de la policía mediante el uso de tarjetas de combustible. La iniciativa prevé una primera etapa que alcanzará, como programa de prueba, a los vehículos de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV). La adopción de esta modalidad apunta a varios objetivos: organizar mejor la distribución de los fondos destinados al fluido que utilizan las patrullas, establecer una mayor eficacia en las rutinas de patrullaje a partir del control electrónico de los suministros y evitar las históricas malversaciones con este insumo de parte de la misma fuerza.
El objetivo empezará a cumplirse con la provisión de una tarjeta única e intransferible adjudicada a cada patrullero por su número de patente. Se trata de tarjetas de débito, de uso electrónico, cuyo monto total de gasto o extracción estará limitado al aporte de dinero previo realizado en una cuenta bancaria, asignada a cada vehículo. De este modo cada patrullero cargará combustible con la tarjeta que irá cancelando el monto de dinero disponible. Las transacciones son directas y de contado: no se prevé pago en cuotas, ni préstamos de consumo entre patrullas, ni posibilidades de financiar.
Visa Flota. El sistema de tarjetas —que se llamará Visa Flota— fue definido en base a un convenio firmado entre el Nuevo Banco de Santa Fe y la policía de Seguridad Vial. La experiencia piloto se desarrollará sobre las 25 patrullas de esta nueva fuerza, que tiene un gasto de combustible de 100 mil pesos por mes.
El período de prueba del proyecto será de 90 días y durante ese tiempo el costo financiero del mantenimiento, que es de 10 pesos por cada tarjeta, estará bonificado. La expectativa del gobierno es que, si se muestra viable, el sistema sea adoptado para todos los patrulleros de la policía provincial.
"Con este sistema esperamos lograr una mayor racionalidad y transparencia en el uso de los recursos para las fuerzas de seguridad. Pero al mismo tiempo ir hacia una medida innovadora en la organización y el control de la asignación de combustible para la policía", dijo el secretario de Seguridad, Horacio Ghirardi.
La intención. ¿Qué beneficios representa este sistema? Varios en términos cualitativos si la experiencia resulta provechosa. En función del trabajo policial representa una ventaja por el hecho de que con ella se terminan los tradicionales y escasos centros de suministro específicos habilitados: con la tarjeta de combustible cada responsable de patrulla podrá cargar en cualquier estación de servicio que disponga de operaciones con débito automático. Esto supone economizar tiempo para la carga y también evitar que el vehículo deba desplazarse en forma obligada hasta el surtidor habilitado.
Un propósito primordial buscado es eliminar las tradicionales maniobras de desvío o robo del fluido que utilizan las patrullas. Y con ello, señalan en el Ministerio de Seguridad, el argumento de que no se pueden mover vehículos porque les falta combustible, dado que como cada patrulla tendrá una tarjeta el sumnistro será individualizado.
Centro de datos. La cuestión del control del desplazamiento de vehículos es algo nada menor en este esquema. La diferencia es la centralización de información que proporciona el uso de la tarjeta. A este fin existirá un administrador del sistema de gestión y consulta dentro de la policía de Seguridad Vial. Este órgano será encargado de administrar y asignar la utilización de combustibles. La gestión de las consultas y el manejo de todos los datos que se relacionen con el uso de las tarjetas será en tiempo real.
Esto es un mecanismo de supervisión que dificulta las maniobras dolosas con este insumo. Ahora cuando una patrulla cargue combustible esa información estará disponible en el acto en el centro de gestión. Y el uso de esa provista deberá estar ceñido a un plan de operaciones de patrullaje o a rutinas que también podrán supervisarse mediante tecnología sofisticada: al contar cada patrulla con un dispositivo de geoposicionamiento satelital (GPS) no sólo el movimiento de cada vehículo podrá ser controlado sino también la correspondencia de que el suministro de gasoil o nafta corresponda a ese desplazamiento.
"Como las tarjetas están asociadas a los dominios de los vehículos esto implicará ejercer un contro real sobre el kilometraje y el uso de cada uno de ellos por el GPS", dijo Ghirardi.
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