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jueves, 17 de noviembre de 2011

Brutal asesinato de una jubilada, en calle Chacabuco de la ciudad de Paraná

Una mujer de 65 años fue encontrada anoche sin vida en el interior de su casa y por los indicios y evidencias recolectadas se estaría frente a un asesinato.
 
Alicia Noemí Grimaldi fue encontrada por un familiar a las 19, muerta al costado de la cama ubicada en la habitación del primer piso de la casa de Chacabuco 678. La mujer, jubilada desde hace dos años de la concesionaria de automóviles Haimovich, yacía en el piso con las manos atadas y una bolsa en la cabeza. Se presume que a causa de la asfixia dejó de existir en una terrible muerte provocada por una o más personas de las que hasta las últimas horas, no había mayores datos.  
 
Los vecinos consternados por el episodio contaron a UNO Entre Ríos que Grimaldi era una buena vecina que desde hacía dos años se había jubilado de Haimovich, donde llegó a ocupar el cargo de gerente administrativo.  
 
En los últimos meses la mujer estuvo más que preocupada por la inseguridad, habida cuenta de que sufrió el ingreso de delincuentes en el fondo de su casa, y le robaron elementos de valor del quincho.
Ante esto es que reforzó la seguridad de la vivienda colocando un sistema de alarmas y rejas en el balcón del primer piso.
  
Se detalló que un familiar, que es cerrajero, llegó cerca de las 19 y al abrir la puerta se encontró con el panorama, por lo que dio aviso al resto de los allegados y a la Policía.  
 
La jueza de Instrucción Marcela Barbagelata ordenó distintas diligencias al personal de la División Homicidios como de la Dirección de Investigaciones, que recorrió minuciosamente las aberturas con el fin de ubicar huellas dactilares u otros elementos de interés para la causa.
 
Grimaldi fue vista por última vez ayer al mediodía, luego de que una vecina la cruzó y le preguntó cómo andaba. Por esta versión inicial en la causa es que se presume que la mujer fue ultimada en algún horario de la siesta.  
 Conocido el grave hecho se acercaron al lugar, además de los familiares, los responsables de la firma Haimovich. Tanto Armando Reiss, como su hijo Ramiro no pudieron ocultar el dolor por el crimen de la empleada de años que trabajó en la empresa de calle Gualeguaychú.
  
Reiss explicó a UNO Entre Ríos que mucho no podía decir, habida cuenta de que no se le permitió ingresar al interior de la casa. “Lo que sí sé que me dijeron es que estamos ante un brutal asesinato”.
   
 El empresario prefirió no dar ninguna hipótesis respecto de la muerte de Grimaldi.  
 En esa línea un investigador explicó off de record a UNO Entre Ríos que acá hay dos pistas que forman parte del arranque de la pesquisa: o bien se está frente a un robo seguido de homicidio, o ante una muerte violenta impulsada por una venganza.   
Se hizo saber que en el interior de la casa no había signos de violencia y la mayoría de las dependencias se encontraban en orden. Así y todo forma parte de una de las hipótesis que el o los agresores podrían haberla reducido y torturado para que entregara dinero u otros elementos de valor, y ante la resistencia la habrían asesinado.
   
Una casa con historia
Una vecina recordó que hace 30 años en la misma casa un procurador fue asesinado en un hecho violento que tuvo su origen en un asalto. Mucho tiempo más tarde se repite la historia con la jubilada, que había adquirido la propiedad y que murió de la peor manera.
 
 La víctima se encontraba separada desde hacía años, por lo que vivía sola en la finca ubicada a pocos metros del ferrocarril y de la céntrica plaza Sáenz Peña en la capital entrerriana.
 
Personal de la División Homicidios comenzó la difícil tarea de recolectar datos y hasta anoche los vecinos prácticamente no habían aportado elementos que pudieran profundizar alguna de las hipótesis.
 
Una mujer que vivía a pocas casas, explicó que la víctima en el último tiempo realizó varios trabajos con albañiles que ejecutaron distintas remodelaciones en el interior de la casa.   
Para esta mujer que habló con UNO Entre Ríos: “Si es cierto lo que se dice, que no hay nada de violencia en la casa, se cae de maduro que Alicia conoció al que llegó a la vivienda y luego la redujo para asesinarla. Es una gran pena porque esta mujer era más que buena, no se metía con nadie y siempre tenía en su cara una sonrisa”.
   
 Además, se supo que en este tiempo de jubilada podría haber tenido la ocupación de cuidar a un niño de un pariente.   
La jueza de Instrucción Barbagelata ordenó que el cadáver de la jubilada fuera derivado a la morgue de Oro Verde para que se le practique la autopsia que confirme cómo se produjo el deceso.

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