Un diario de Colombia reveló información que tiene la DEA. La Policía Federal niega que hayan pasado por Rosario durante los últimos meses ya que son buscados a nivel internacional y sobre ellos pesa una orden de captura de Interpol.
Para la Policía Federal es casi imposible que dos narcos colombianos hayan ingresado al país y mucho menos probable que hayan pasado por Rosario durante los últimos meses ya que son buscados a nivel internacional y sobre ellos pesa una orden de captura de Interpol. Sin embargo, para el equipo de investigación periodística del diario El Tiempo de Bogotá, Maximilano Bonilla Orozco, conocido como Valenciano, y Ericscon Vargas, cuyos alias es Sebastián, tuvieron una reunión en nuestra ciudad en el marco de una cumbre que los llevó a firmar un pacto de no agresión entre las bandas que lideran en la convulsionada ciudad de Medellín. La noticia trascendió ayer y corrió como reguero de pólvora por toda Sudamérica. La misma sostenía que Valenciano y Sebastián habían tenido tres citas en los últimos meses con el fin de sellar una tregua temporal en la guerra que las bandas narcos llevan adelante en distintas comunas de Medellín. Según información en poder de la DEA (la agencia norteamericana contra el narcotráfico), los encuentros se realizaron en la primera semana de septiembre. En el acuerdo se habrían dividido el control de algunas comunas de Medellín, especialmente la 5 (Castilla) y la 6 (12 de Octubre), zonas en las que los clanes actúan bajo los nombres de "Los mondongueros" y "Los lecheros", y en la cuales se producen la mayor cantidad de crímenes vinculados al tráfico de drogas. Un gestor y un viaje. La DEA, refirió el diario El Tiempo de Bogota, maneja información de que el gestor de la reunión entre Valenciano y Sebastián fue Carlos Augusto Correa López, a quien se conoce como Pepe, y que sería un viejo lugarteniente de Diego Murillo Bejarano, Don Berna, preso en EE. UU. y otrora amo y señor de la Oficina de Envigado, parte del cartel narcotraficante armado años atrás por Pablo Escobar Gaviria. Los tres hombres, aseguran, se conocían por ser años atrás sicarios al servicio de Don Berna. Pepe sería la pista para establecer cómo estos dos hombres recorren varios países sin ser detectados y qué hay detrás de esta tregua, dijeron los periodistas colombianos. Y agregaron que Sebastián es dueño de "un ejército de 2 mil hombres divididos en 25 grupos armados sobre cuya cabeza pesa una recompensa de 2 mil millones de pesos"; en tanto Valenciano es una obsesión para la DEA de Estados Unidos, que "ofrece 5 millones de dólares de recompensa para su captura desde fines de 2010, cuando incumplió un acuerdo que venía gestando con el organismo yanki". En cuanto a cómo podrían haber llegado a Rosario ambos hombres, desde EE.UU. se sostiene que "se están moviendo con pasaportes de países centroamericanos, como el que portaba Luis Agustín Caicedo, capturado en Argentina en el 2010 dentro de la operación «Cuenca del Pacífico»". Además, hay otro antecedente que ubica a Valenciano en esa región, cuando se realizó un by pass gástrico en Centroamérica a mediados del años pasado. Sin datos. La respuesta oficial tras la difusión de la noticia no se hizo esperar. Desde la Policía Federal se sostuvo que "es imposible que hayan entrado al país" y sorteado los controles de Ezeiza en Buenos Aires, aunque no está claro si su ingreso fue por el aeropuerto internacional y mucho menos si lo hicieron con sus pasaportes. "Son buscados internacionalmente, tienen que haber entrado con identidad y tampoco me animo a decir que eso sea posible", apuntó un vocero de la fuerza. Y agregó que "no hay antecedentes" de vínculos narcos entre Colombia y Rosario. Mientras tanto, fuentes cercanas a la secretaría de Seguridad de Santa Fe se limitaron a asegurar que "el tema excede a la órbita de la provincia y es competencia del Estado nacional".
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